Enlace Judío – El Ejército de Defensa de Israel anunció este jueves que ha alcanzado la inmunidad de rebaño para COVID-19 tras su campaña de vacunación, informó The Times of Israel.

“Después de 10 semanas, puedo declarar que las Fuerzas de Defensa de Israel son el primer ejército del mundo en alcanzar la inmunidad de rebaño”, dijo a la prensa el general de división Itzik Turgeman, jefe de la Dirección de Tecnología y Logística de las FDI.

Turgeman informó que hasta el jueves, el 81 por ciento de los soldados habían recibido la vacuna contra COVID-19, o contraído la enfermedad. En la próxima semana esta cifra llegará al 85 por ciento, añadió.

El médico jefe de las FDI, general de brigada Dr. Alon Glasberg, aseguró que la inmunidad de rebaño permitirá al ejército volver a sus operaciones regulares, aunque se mantiene la obligación de llevar cubrebocas y la sana distancia, así como otras restricciones relacionadas con el coronavirus de acuerdo con la política del gobierno.

Desde el inicio de la pandemia el año pasado, el ejército ha mantenido que su capacidad operativa no se ha visto afectada de forma significativa, aunque en las diferentes unidades han tenido que reducir o incluso cancelar algunos simulacros.

“Ahora podemos hacer las cosas de otra manera. Podemos entrenar con más libertad”, expresó Glasberg.

El ejército lanzó su campaña de vacunación a principios de enero, y después de cinco semanas tres cuartas partes de los soldados habían recibido al menos una dosis de la vacuna.

Las FDI establecieron centros de vacunación en varias bases y en algunos casos se desplazaron directamente a unidades específicas.

Turgeman comentó además que, debido a la necesidad de mantener las vacunas a temperaturas bajo cero, su distribución fue el aspecto más complicado de esta campaña. “Fue más una operación logística que médica”, dijo y añadió que no se desperdició ninguna dosis de la vacuna.

Sin embargo, según las FDI, aproximadamente el 8 por ciento de los soldados se han negado a ser vacunados.

“Algunos son mujeres en las primeras etapas del embarazo, mientras que otros se niegan por motivos ideológicos o políticos”, señaló Glasberg. “Pero el número de personas que se niegan o no quieren vacunarse es cada vez menor”.

El 11 por ciento restante de los soldados que no están totalmente protegidos contra el virus están en vías de ser vacunados, ya que algunos estaban en cuarentena cuando comenzó la campaña.

El ejército ha reportado un fuerte descenso en el número de casos de COVID-19 entre los soldados. Cuando comenzó la campaña de vacunación, se registraron aproximadamente 650 casos confirmados. Esta cifra aumentó a más de 3,200 en febrero, pero desde entonces ha descendido a 370 hasta el miércoles.

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