Enlace Judío – En España el pasado 13 de febrero realizaron proclamas antisemitas en un homenaje a la División Azul, la misma con la que el gobierno de Francisco Franco decidió apoyar a Alemania en la invasión a la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial, conformada por voluntarios que fueron a combatir “el comunismo”.

El nombre oficial de la División Azul fue 250 División de Infantería de la Wehrmacht. El contingente enviado al frente estuvo constituido por 14,000 soldados y se considera que el envío de la División buscaba afirmar que el comunismo es una invención judía para explotar a los obreros.

Es de destacar que la División Azul no solo estaba integrada por soldados de infantería, también incluía experimentados pilotos de caza y unos cuantos marinos. En la realidad la División Azul tuvo una escasa incidencia frente a un enorme despliegue de millones de soldados alemanes que avanzaron hacia Moscú. Los pocos soldados españoles que regresaron con vida estaban horrorizados con el trato de los soldados alemanes a la población civil rusa en general y a los judíos en particular. 

En el evento del 13 de febrero del 2021 que se llevó a cabo en Madrid acudieron alrededor de 300 personas, ataviadas con símbolos y banderas nazis y neofascistas. La marcha fue convocada por la organización Juventud Patriota y se celebra todos los años porque cuenta con autorización.

El punto central de la proclama fue “el enemigo de siempre va a ser el mismo aunque con distintas mascaras: el judío. Porque nada más certero que esta afirmación: el judío es el culpable”. En este ámbito, la fiscalía española señaló que estos hechos pueden ser considerados constitutivos de un delito contra el ejercicio de los derechos fundamentales y las libertades públicas.

En el contexto de la proclama fascista antijudía se registraron reclamos a la misma, como el de la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE), que representa a los judíos españoles, que pidió a la fiscalía que investigara el caso, “por considerar inadmisible que en un Estado de derecho y una democracia plena queden impunes estas acusaciones”.

En este sentido, en noviembre del 2017 se presentó una iniciativa legislativa de la Asamblea de Madrid ante el Congreso de Diputados para regular la Asociación para Luchar Contra el Antisemitismo. En la exposición de motivos de la misma se indicó que su propósito es operar un cambio en la normativa vigente que imposibilite que puedan recibir ayudas, contratos o subvenciones aquellas entidades que realicen prácticas discriminatorias por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social, haciendo hincapié en el antisemitismo.

Por su parte, la embajadora de Israel en España, Rodica Radian Gordon, quien también fue embajadora de Israel en México entre 2010 y 2015, advirtió que las proclamas antisemitas proferidas en el homenaje en Madrid a la División Azul son repugnantes y no pueden tener cabida en una sociedad democrática. También el Consejero de Justicia de la Comunidad de Madrid, Enrique López, pidió que se abriera una investigación, tras expresar su máxima condena.

En torno a la protesta resulta paradójico que este acto fascista, consistente en una marcha que llegó hasta el cementerio de La Almudena, no fue prohibida porque las condiciones de la convocatoria cumplían las limitaciones al derecho de reunión impuestas con el motivo de la pandemia, según fuentes de la delegación del gobierno. Llamó la atención que en el acto participó un sacerdote, que comparó la situación actual con los años treinta del siglo pasado.

Por otra parte, resulta inaceptable que el portavoz adjunto de Vox en la Asamblea de Madrid, el partido de la extrema derecha fundada en diciembre del 2013, Iñigo Méndez de Luna, provocara un escándalo en los demás grupos políticos al enmarcar el acto fascista en el derecho de manifestación en virtud de que existen ciudadanos que quieren expresarse para recordar la División Azul. “Nosotros no tenemos nada que decir. Nos parece muy legítimo si es una manifestación legal tienen todo el derecho para hacerlo”, dijo.

No obstante, horas después de esta declaración, la representante regional de Vox, Rocío Monasterio, se desmarcó de la declaración de Méndez de Luna en el que se señaló que “la comunidad judía tiene todo nuestro apoyo en las denuncias y condena al antisemitismo. Esperamos que la justicia actúe y esos delitos de odio sean castigados en forma contundente”. 

No debe extrañar las expresiones del neofascismo sobre los judíos, ya que el antisemitismo en España tiene sus raíces en el antijudaísmo cristiano que comienza con la expansión del cristianismo en la Península Ibérica en tiempos del Bajo Imperio romano y que tiene su primera manifestación violenta en la brutal persecución de los judíos en la Hispania visigoda.  

Durante la Edad Media los judíos eran tolerados en al Ándalus y los reinos cristianos peninsulares. Empero, en ambos casos acabaron siendo objeto de persecuciones, que los obligaron a emigrar o convertirse. Tras la matanza de judíos en 1391 surge el problema converso, que es resuelto por los reyes católicos con la creación de la Inquisición española en 1478 y con la expulsión de los judíos de España en 1492. Sin embargo, la discriminación hacia los judíos conversos se legaliza con la implantación en algunas instituciones de los Estatutos de Limpieza de Sangre. 

El antijudaísmo sin judíos continúa en los siglos siguientes hasta que a finales del siglo XIX llega a España el antisemitismo propiamente dicho que alcanza su máximo nivel durante la Segunda República Española, que empieza en abril de 1931 y los primeros años de la dictadura franquista (1939-1975).

Tras el reconocimiento del régimen franquista por EE. UU. y las potencias occidentales a causa de la Guerra Fría, el discurso antisemita se debilita y al final del franquismo y durante la transición española solo es utilizado por los grupos de extrema derecha neofranquistas, neofascistas, neonazis y musulmanes de orientación yihadista restablecidos por vía migratoria en España. El yihadismo es una ideología caracterizada por la frecuente y brutal utilización del terrorismo en nombre de una pretendida Yihad, a la cual sus seguidores consideran una guerra santa en nombre de Alá.

Finalmente, cabe recordar que España se adhirió en julio de 2020 a la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto, que contempla como antisemitismo acusar a los judíos como colectivo de ser culpable de cualquier acontecimiento.

 


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