Enlace Judío México e Israel – Los aficionados extranjeros no podrán participar en los Juegos Olímpicos de Tokio retrasados ​​por la pandemia de este verano, informaron los organizadores este sábado, en un intento por reducir los riesgos de virus y convencer a un público japonés escéptico de que los juegos serán seguros.

La decisión sin precedentes hará de los Juegos de Tokio los primeros que se celebren sin espectadores extranjeros, ya que los organizadores reducen sus ambiciones para el evento pandémico de acuerdo a información de The Times of Israel.

Cuando se tomó la decisión de posponer los juegos el año pasado, los funcionarios dijeron que la demora les permitiría realizar el evento como “prueba del triunfo de la humanidad sobre el virus”.

Pero en cambio, los juegos se perfilan como un evento principalmente televisivo para la mayor parte del mundo, con poco del ambiente de fiesta internacional que suele caracterizar a los Juegos Olímpicos.

En un comunicado emitido después de conversaciones entre organizadores locales, funcionarios japoneses y jefes olímpicos y paralímpicos, los funcionarios de los juegos dijeron que la situación del virus en Japón y en el extranjero sigue siendo “muy desafiante”.

“Teniendo en cuenta la situación actual de la pandemia, es muy poco probable que la entrada a Japón esté garantizada este verano para personas del exterior”, agregaron.

Como resultado, “las partes del lado japonés han llegado a la conclusión de que ellos (los fanáticos extranjeros) no podrán ingresar a Japón en el momento de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos”.

El Comité Olímpico Internacional y el Comité Paralímpico Internacional “respetan y aceptan plenamente esta conclusión”, agrega el comunicado, que indica que los detalles del reembolso se darán a conocer pronto.

El jefe del COI, Thomas Bach, preparó el escenario para la decisión al comienzo de las conversaciones entre las partes el sábado temprano, advirtiendo que serían necesarias “decisiones difíciles” para garantizar la seguridad.

La medida había sido ampliamente anticipada en las últimas semanas, con filtraciones que sugieren que los organizadores creen que la prohibición de los fanáticos en el extranjero es la única opción, ya que trabajan para que los juegos sean seguros a pesar de la pandemia.

Según los informes, el COI ha buscado exenciones limitadas para algunos huéspedes extranjeros, pero es probable que las reglas sean estrictas.

La directora de Tokio 2020, Seiko Hashimoto, admitió que será “difícil” asistir incluso a las familias de los atletas extranjeros.

Aún no se ha decidido cuántos espectadores nacionales habrá en las sedes este verano.

Los organizadores sugirieron originalmente que se pronunciarían sobre eso en abril, pero Bach ha dicho que la decisión podría acercarse a la ceremonia de apertura del 23 de julio.

Independientemente de lo que decidan, no hay duda de que excluir a los fanáticos extranjeros ayudará a que los juegos sean un evento muy diferente al de años anteriores.

“Nunca ha sucedido que a los espectadores extranjeros se les haya prohibido la entrada al país anfitrión en el momento de los juegos, incluso durante la gripe española en el momento de los Juegos Olímpicos de Amberes 1920”, dijo Jean-Loup Chappelet, un profesor de Lausana que se especializa en los Juegos Olímpicos.

“Incluso para Atenas 1896, la agencia Cook organizó ‘paquetes’ para aquellos que querían asistir a los primeros juegos modernos”, agregó.

Cuando los juegos se pospusieron el año pasado, los organizadores y funcionarios japoneses esperaban que la pandemia retrocediera en la primavera de 2021.

Proclamaron que el evento marcaría la luz al final del túnel pandémico y una celebración del fin de una crisis global.

Pero incluso con el despliegue de las vacunas en gran parte del mundo, el virus continúa causando estragos y la narrativa de los oficiales olímpicos parece estar cambiando.

El relevo de la antorcha comienza la próxima semana, con los espectadores excluidos de la ceremonia de lanzamiento y a los que bordean la ruta se les pide que eviten los vítores.

En una entrevista la semana pasada, el CEO de Tokio 2020, Toshiro Muto, reconoció que la situación del virus en la capital japonesa seguía siendo “extremadamente grave” y dijo que los juegos ofrecían “solidaridad” durante un momento difícil.

El público de Japón sigue siendo escéptico sobre la seguridad del evento, con una mayoría que se opone a realizarlo este año y está a favor de la cancelación o posterior aplazamiento.

Pero los organizadores y los funcionarios olímpicos han dicho que ninguna de esas son opciones, y han elaborado manuales de reglas sobre virus que aseguran que los juegos sean seguros independientemente de la pandemia.

El COI también está alentando a los atletas a vacunarse, incluso asegurando un suministro de dosis de China para ofrecer a aquellos en países sin programas de vacunación avanzados.

La demora de un año y las contramedidas de seguridad contra virus han ayudado a elevar el enorme presupuesto de Tokio 2020 a 15 mil millones de dólares, lo que hace que los juegos sean potencialmente los Juegos Olímpicos de verano más caros de la historia.

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