(JTA) – Para los miembros del equipo de fútbol de Plymouth North High School al sur de Boston, el aspecto más notable del inicio de temporada fue que los miembros del equipo contrario de Duxbury High School usaran el nombre de un campo de concentración nazi y otras palabras con significado judío para llamar a ciertas jugadas.
PENNY SCHWART / PHILISSA CRAMER
Los funcionarios de Plymouth alertaron a los líderes escolares de Duxbury sobre lo que oyeron después del partido. La escuela se disculpó y despidió al entrenador, el partido en Duxbury de esta semana ha sido cancelado y la Liga Antidifamación de Nueva Inglaterra pide una investigación completa e independiente.
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Los equipos de fútbol suelen usar palabras de código acordadas para señalar llamadas de juego entre sí. El legendario mariscal de campo Peyton Manning, por ejemplo, era famoso por gritar “Omaha” en el campo de juego, una elección que luego dijo que era totalmente aleatoria.
“Tengo entendido que los jugadores de Duxbury, utilizaron palabras como ‘Auschwitz’, ‘rabino’ y ‘dreidel’, entre otras”, dijo el director ejecutivo de la ADL de Nueva Inglaterra, Robert Trestan, a la Agencia Telegráfica Judía (JTA, por sus siglas en inglés).
Trestan dijo que los informes de lenguaje antisemita o despectivo no son infrecuentes en los deportes locales y profesionales. “Lo que es inusual en este caso es que parece haber sido implantado dentro del libro de jugadas del equipo y la estrategia de llamar a las jugadas”, dijo.
Los funcionarios escolares iniciaron una investigación y confirmaron rápidamente los informes. “Ha quedado claro que los miembros del equipo de fútbol de la escuela secundaria Duxbury de hecho usaron lenguaje antisemita y potencialmente otro lenguaje inapropiado y despectivo”, dijo el superintendente de Duxbury, John Antonucci, al Boston Globe.
En una carta a la comunidad de Duxbury, Antonucci y los funcionarios escolares dijeron que la investigación en curso examinaría el papel que jugaron los adultos para avivar los comentarios, que la carta caracterizó como “altamente ofensivos” sin ofrecer detalles sobre su contenido. También sugirió que las consecuencias podrían llegar a todos los involucrados.
Si bien los jugadores demostraron poco juicio, “la responsabilidad de este incidente también recae en los adultos que supervisan el programa. En resumen, esto fue una falla sistémica”, decía la carta.
El miércoles, 12 días después del partido, Antonucci anunció que el entrenador del equipo, Dave Maimaron, había sido despedido. Maimaron, quien llevó a Duxbury a cinco campeonatos estatales, había emitido una disculpa por el lenguaje “insensible, grosero e inapropiado” del equipo y no apareció en el partido de la escuela el 19 de marzo.
Trestan dijo que su grupo estaba trabajando con funcionarios de Duxbury y que los residentes judíos y los líderes comunitarios de los pueblos circundantes se han acercado a la ADL, preocupados por la noticia. Quiere ver una investigación de terceros para comprender lo que realmente se dijo y cómo surgió el sistema de llamar las jugadas, que un ex alumno le dijo al Globe que se había utilizado de manera informal durante años.
“La transparencia es el camino hacia soluciones curativas y educativas”, dijo Trestan.
Las revelaciones han sacudido la zona y están impulsando nuevas discusiones sobre cómo hacer que las escuelas locales sean más inclusivas. Y un grupo local que promueve la diversidad y la inclusión en el área, Duxbury for All, encabezado por la Rev. Catherine Cullen, condenó el comportamiento del equipo y pidió que todos los adultos involucrados rindan cuentas.
El rabino Howard Cohen de la Congregación Shirat Hayam en Marshfield, a pocas millas de distancia, dijo al Globe que el episodio es “un momento perfecto para enseñar” y se ha puesto a disposición de los líderes escolares.
Los funcionarios de la escuela dijeron que se había cancelado el sistema de llamadas de jugadas y que se estaban planificando sesiones de entrenamiento para alertar a los miembros del equipo, conocidos como los Dragones Verdes, sobre el impacto del lenguaje dentro y fuera del campo.
“El comportamiento que promueve algo menos que la equidad total y la inclusión es un ataque a los valores fundamentales de las Escuelas Públicas de Duxbury y es imperdonable”, escribieron los funcionarios de la escuela. “Necesitamos vivir estos valores y debemos actuar en consecuencia”.
