Enlace Judío México e Israel – La libertad es un concepto repetidamente usado cuando nos referimos a Pésaj, con todo lo que ello implica. En el idioma español el verbo ser y estar son completamente diferentes haciendo que el sujeto, de una cierta frase, adquiera otra connotación según empleamos uno u otro verbo. No es lo mismo estar libres que ser libres.

En Pésaj se nos sacó de la esclavitud liberándonos para que viviésemos libres para siempre, pero ¿Es lo mismo estar libres qué ser libres? Lamentablemente no. La liberación de la esclavitud no garantizaba automáticamente que ya fuéramos libres. La liberación nos garantizaba un reto por delante que teníamos que alcanzar. Una meta a la cual llegar para ser verdaderamente libres. Los conceptos liberación, libertad y libres no implican necesariamente lo mismo.

La liberación se produjo después de un enfrentamiento de los oscuros poderes ocultos del mundo de los egipcios con la brillante luz del poder único establecido en los Cielos y con embajadas en la tierra de autoridad delegada. Una liberación que llevó a todo un pueblo liderado por Moisés a enfrentarse con un faraón impregnado del mal de la nombrada y esclavizante oscuridad. La liberación nos puso en el camino de la libertad, pero como ya dijimos no nos hacía libres por estar liberados valga la redundancia.

El camino a la libertad no implica que seamos libres por el hecho de transitar libremente y a nuestro antojo por la vida.

Si, estamos liberados y andamos por el camino de la libertad, pero nos falta el estadio más transcendente que es el ser libres. El reto de ser libres es el objetivo al cual estamos llamados nosotros y cuantos nos rodean. La restauración del mundo, Tikun Olam, demanda de nosotros no solo estar liberados y vivir en libertad sino esencialmente ser libres.

La libertad es un estado vivencial y emocional en el cual podemos decidir lo que queremos o no queremos hacer. Una forma de vida liberada que nos reta a elegir el monte correcto al cual subir. En realidad, la libertad es un concepto abstracto que no se puede materializar hasta que somos libres. En la práctica podemos estar libres y ser esclavos, pero también podemos estar esclavos y ser libres. El verbo ser y estar deben entenderse no meramente en el sentido gramatical sino en el sentido vivencial.

Hoy después de miles de años seguimos anhelando ser libres, aunque algunos se pueden conformar con estar libres. La liberación integral que el Cielo nos plantea no es solo salir de la esclavitud, que también, o caminar libremente por la vida sino ser libres con todas las consecuencias. Las decisiones que libremente tomamos, o no tomamos, afectarán de forma absoluta al estatus de estar o ser libres.

Los ritos, los ratos y los retos están ligados por la forma, por el tiempo y por el objetivo de ser libres de verdad ¿Se puede ser libre de mentira? No, evidentemente no se puede ser libre de mentira, pero si nos podemos mentir a nosotros mismos cuando pensamos que por estar liberados y vivir en libertad ya somos libres. Los que se engañan, así mismos, creyéndose libres por estar liberados están aún en el camino de la libertad, pero sin llegar a ser libres.

El rito de Pésaj es el recordatorio perfecto, establecido por el Cielo, de que debemos aspirar a ser libres pasando por un proceso de tiempo en el cual aprendamos a vivir en libertad. En el momento que aprendemos a vivir en libertad conscientes de nuestro pasado estaremos preparados para decir que somos libres. Si no hubiéramos sido liberados y no hubiéramos vivido en libertad hubiera sido suficiente ser libres.


Las opiniones, creencias y puntos de vista expresados por el autor o la autora en los artículos de opinión, y los comentarios en los mismos, no reflejan necesariamente la postura o línea editorial de Enlace Judío.