Enlace Judío – El director general del Ministerio de Salud de Israel, Jezy Levy, advirtió este lunes que la cancelación de una reunión del gabinete de gobierno, que debía aprobar el presupuesto para más vacunas contra COVID-19, podría socavar la capacidad del país para prepararse adecuadamente a futuro.

La reunión especial del gabinete se canceló en medio de nuevas disputas entre los partidos Likud y Kajol Laván por el nombramiento de un ministro de Justicia, lo que retrasó la aprobación de un paquete de gastos de 2,100 millones de dólares en vacunas contra COVID-19, informó The Times of Israel.

Levy dijo que se necesita el presupuesto necesario para seguir adelante con las negociaciones con las empresas para asegurar el suministro de vacunas hasta 2022, a la luz de la incertidumbre sobre cuánto tiempo la vacuna seguirá siendo efectiva y para garantizar que Israel tenga reservar de dosis de cara a posibles nuevas variantes de coronavirus.

“Existe una preocupación porque no se está llevando a cabo la reunión para aprobar el presupuesto necesario para continuar la batalla contra el coronavirus“, dijo Levy a la estación Radio del Ejército.

Pidió a los ministros que se convocara una sesión para aprobar el presupuesto o al menos deliberarlo, “para que podamos seguir cuidando el bienestar público”.

La reunión del gabinete habría sido la primera desde las elecciones del pasado 23 de marzo, que dejaron a Israel de nuevo estacando políticamente.

El ministro de Defensa, Benny Gantz, que dirige Kajol Laván, se ha desempeñado como ministro de Justicia interino desde que su exsocio Avi Nissenkorn renunció al cargo a principios de este año.

Con la expiración de su mandato interino a principios de abril, Gantz ha estado exigiendo un nombramiento permanente. En medio de la negativa del Likud, Kajol Laván canceló la reunión del gabinete, provocando una reprimenda del Likud y sus ministros.

El ministro de Finanzas de Israel, Israel Katz, del Likud, instó el lunes a Gantz a permitir que se lleve a cabo la reunión para aprobar el presupuesto.

“Si no se aprueba, existe el temor de que Israel pierda su capacidad para comprar vacunas durante el resto del año y durante el próximo año, incluyendo la capacidad de vacunar a los niños una vez finalizados los ensayos clínicos y la aprobación de las autoridades competentes”, dijo Katz.

Katz instó a separar la política de la necesidad de abordar los problemas económicos y de salud durante el período de transición hasta que se forme el próximo gobierno.

El comisionado del gobierno para coronavirus, Nachman Ash, también expresó su preocupación por la demora en la aprobación del presupuesto y le dijo a la emisora ​​pública de Kan que el mercado de vacunas es “complicado”.

“El mundo entero está detrás de las vacunas de las que hay escasez y, por lo tanto, es importante hacerse de ellas lo antes posible”, dijo.

Ash también reveló que se llevaría a cabo una discusión sobre cómo terminar con el uso de cubrebocas después de la actual temporada de Pésaj que termina el próximo sábado.

Dijo que desde un punto de vista profesional, los cubrebocas “son mucho menos significativos en espacios abiertos. Todavía queremos que las personas en grupos y en espacios reducidos usen cubrebocas”.

Sin embargo, Levy del Ministerio de Salud rechazó la idea de que pronto se pueda eliminar el uso obligatorio de los cubrebocas.

“No lo creo”, respondió Levy durante su entrevista con la Radio del Ejército y dijo que todavía hay 2.5 millones de niños y otro millón de personas de 16 años en adelante que no están vacunados.

La suspensión del presupuesto se produjo cuando las cifras del Ministerio de Salud mostraban que hasta ahora 5.2 millones de israelíes han recibido al menos la primera de las dos dosis de vacuna contra COVID-19 de Pfizer-BioNTech y más de 4.7 millones, más de la mitad de la población, también han recibido la segunda.

Se ha atribuido al programa de vacunación, que ha ido a la par de la reapertura económica, la reducción de las tasas de contagios, reduciendo las pruebas de virus positivas a alrededor del 1.2%.

El domingo, el primer día de Pésaj, solo 128 personas fueron diagnosticadas con el virus, y aunque las tasas de pruebas suelen ser más bajas durante los fines de semana y los días festivos, sigue siendo la cifra más baja desde junio del año pasado.

En una indicación adicional de la disminución de los contagios, la tasa de reproducción básica del coronavirus, que representa el número promedio de personas que infecta cada portador del virus, se mantuvo en 0.55.

Cualquier cifra menor a 1 significa que el brote está disminuyendo. La cifra representa la situación a 10 días atrás debido al período de incubación.

Desde el inicio de la pandemia, 832,467 personas han sido diagnosticadas con COVID-19 y hay 8,230 pacientes activos, mostraron datos del ministerio. El número de muertos ascendió a 6,197.

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