Enlace Judío.- El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, pidió el viernes a Israel que garantice un trato “igualitario” para los palestinos, ya que la nueva administración estadounidense intensifica cautelosamente los esfuerzos para lograr una solución de dos Estados, según una publicación de The Times of Israel.
En una llamada telefónica con el ministro de Relaciones Exteriores, Gabi Ashkenazi, Blinken “enfatizó la creencia de la administración de que israelíes y palestinos deben disfrutar de medidas iguales de libertad, seguridad, prosperidad y democracia”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.
Blinken también se comprometió con la seguridad de Israel, el “fortalecimiento de todos los aspectos de la asociación entre Estados Unidos e Israel” y expresó su apoyo a los acuerdos del estado judío durante el año pasado para normalizar las relaciones con cuatro naciones árabes más.
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La llamada se produjo en medio de otro período de incertidumbre política en Israel, después de las elecciones inconclusas de la semana pasada, la cuarta de Israel en dos años.
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, al tiempo que enfatiza su apoyo a Israel, también ha señalado que se alejará del apoyo inquebrantable a Netanyahu por parte de su predecesor Donald Trump.
La administración ha intensificado la ayuda humanitaria a los palestinos y en los últimos días dejó en claro que cree que el control de Israel sobre Judea y Samaria es una “ocupación”.
“Creemos que cuando se trata de la actividad de asentamientos, Israel debe abstenerse de tomar medidas unilaterales que exacerben las tensiones y que socaven los esfuerzos para avanzar en una solución negociada de dos estados”, dijo Price el jueves.
El predecesor de Blinken, Mike Pompeo, rompió el precedente al decir que no consideraba ilegal la construcción israelí en tierras incautadas en 1967 y visitó un asentamiento en Judea y Samaria el año pasado.
No obstante, Blinken ha dejado en claro que la administración no revertirá algunos de los movimientos característicos de Trump, incluido el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel.
La llamada de Blinken con Ashkenazi se produjo el mismo día en que Estados Unidos revocó las sanciones impuestas a altos funcionarios de la Corte Penal Internacional bajo la administración Trump.
Blinken había dicho que las sanciones económicas impuestas a la fiscal jefe de la CPI, Fatou Bensouda, y a un asesor principal en 2019 “eran inapropiadas e ineficaces” y, por lo tanto, se levantaron.
El tribunal con sede en La Haya está investigando presuntos crímenes de guerra en Afganistán por parte de las fuerzas afganas, los talibanes y el ejército estadounidense. También abrió recientemente una investigación sobre presuntos crímenes de guerra por parte de Israel, aliado de Estados Unidos, y grupos terroristas palestinos. Ni Estados Unidos ni Israel son miembros de la CPI.
Según los informes, Blinken informó a Ashkenazi de la medida antes de ser anunciada por el Departamento de Estado.
El mes pasado, la administración dijo que se opone “firmemente” a la decisión de la CPI de abrir una investigación sobre presuntos crímenes de guerra cometidos por Israel y los palestinos en Judea y Samaria, la Franja de Gaza y Jerusalén Este.
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