Enlace Judío – El presidente de Israel, Reuven Rivlin, llevó a cabo este lunes una maratónica jornada en la que recibió de voz de los partidos políticos del país sus recomendaciones sobre a quién encomendar la tarea de formación de un nuevo gobierno.

Los partidos Tikvá Jadashá, la Lista Conjunta y Ra’am se abstuvieron de recomendar alguien, lo que aseguró que Benjamín Netanyahu, líder del Likud, obtuviera el mayor número de recomendaciones, un total de 52, de parte de su partido, Shas, Yahadut Hatorá y Hatzionut Hadatit.

Con el respaldo de Meretz, Avodá, Yisrael Beitenu, Kajol Laván y su partido, Yair Lapid, jefe de Yesh Atid, logró 45 recomendaciones. Por su parte, Naftali Bennett obtuvo 7 de su propio partido Yamina.

Sin embargo, Netanyahu todavía carece de un camino claro para conformar una coalición, debido a que necesita el respaldo de 61 legisladores para conformar un gobierno.

El presidente Rivlin anunció poco después de terminar las consultas que su decisión será dada a conocer mañana mismo.

Durante su reunión con Rivlin, los representantes de Tikvá Jadashá, partido liderado por Gideon Sa’ar, exsocio de Netanyahu, se negaron a respaldar a alguien.

Al explicar la medida, la legisladora Yifat Shasha-Biton dijo que el partido respalda un cargo de primer ministro rotativo entre Lapid y Bennett, pero su incapacidad para llegar a un acuerdo sobre el asunto llevó a su partido a abstenerse, de acuerdo con The Times of Israel.

“Cualquier recomendación para uno de ellos no nos acercará a una realidad en la que será posible formar gobierno”, dijo.

Shasha-Biton instó a Rivlin a invitar tanto a Lapid como a Bennett a llegar a un acuerdo del tipo que impulsó hace un año con Netanyahu y Benny Gantz de Kajol Laván, después de lo cual, dijo, Tikvá Jadashá respaldaría a uno de ellos.

Pero Rivlin rechazó la propuesta, diciendo que tal movimiento sería una “intervención política”. Señaló que ni Yesh Atid ni Yamina han hecho tal solicitud.

Después de Tikvá Jadashá, los representantes de la Lista Conjunta se reunieron con Rivlin y no recomendaron a nadie.

El líder de la Lista Conjunta, Ayman Odeh, reiteró la oposición de la alianza de partidos árabes israelíes a Netanyahu, no solo por su juicio por corrupción, sino principalmente por el control de Israel sobre los palestinos, las políticas económicas del primer ministro y sus supuestos intentos de socavar la democracia del país.

Odeh dijo que respeta a Lapid y recordó la declaración de este durante la campaña electoral de que la Lista Conjunta podría unirse a una coalición. Pero dijo que las asociaciones emergentes de Lapid con Yamina significaban que la Lista Conjunta no podía respaldar a Yesh Atid.

Dijo que su partido todavía estaba dispuesto a respaldar a Lapid, pero solo si no se asociaba con partidos de derecha. Lapid no tiene ninguna posibilidad de formar un gobierno sin los derechistas Yamina, Tikvá Jadashá e Yisrael Beitenu.

El legislador Ahmad Tibi dijo que Lapid era un “candidato digno” y que la Lista Conjunta esperaba ser el “voto decisivo” sobre qué candidato tendría la primera oportunidad de formar una coalición.

“Si cada uno de nuestros votos hubiera sido decisivo, hubiéramos votado [por un candidato]”, dijo Tibi.

El partido islamista Ra’am se sentó con Rivlin después de la Lista Conjunta y también se negó a respaldar a alguien.

Antes de que Tikvá Jadashá se reuniera con Rivlin, el partido de izquierda Meretz respaldó a Lapid.

El líder de Meretz, Nitzan Horowitz, expresó su confianza en que Lapid podría formar un gobierno de partidos de derecha, centro e izquierda, pero descartó cualquier asociación con el Likud o Hatzionut Hadatit.

Al iniciar las reuniones por la mañana, Rivlin manifestó su propia postura pesimista sobre la situación política: “En este momento, no veo la manera de formar una coalición”.

También dijo que si su primera opción para formar un gobierno fracasa, podría devolver el mandato a la Knéset para que la decisión sea tomada ahí, en lugar de darle a un segundo candidato la oportunidad de hacerlo.

En severos comentarios, el presidente agregó que “después de cuatro campañas electorales, la democracia se ha agotado”.

También insinuó la posibilidad de que el juicio por presunta corrupción de Netanyahu, que hoy comenzó una nueva etapa, pueda influir en su decisión sobre a quién entregará el mandato.

El presidente se reunió con partidos de acuerdo con el tamaño de sus facciones en la Knéset, con el partido más grande, el Likud, primero y el más pequeño, Ra’am, al final.

Después de las discusiones realizadas hoy, se espera que el miércoles Rivlin asigne a un legislador el mandato para formar el próximo gobierno, en función de quién evalúe tiene las mejores posibilidades de hacerlo.

Las reuniones se llevaron a cabo en la residencia oficial de Rivlin en Jerusalén y se transmitieron en vivo en los canales de redes sociales del presidente.

Ni el bloque de partidos pro-Netanyahu ni el bloque anti-Netanyahu tienen un camino claro hacia la mayoría después de las votaciones del 23 de marzo, las cuartas que se realizaron en el país en dos años.

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