Enlace Judío México e Israel – Un nuevo estudio de la Universidad de Tel Aviv ha demostrado que los murciélagos identifican objetos en el espacio solo en el tiempo que tarda el sonido en rebotar en ellos. Además, los investigadores han descubierto que los murciélagos nacen de forma inherente conociendo la velocidad del sonido.

Los murciélagos usan la ecolocalización para detectar presas, percibir objetos a su alrededor, navegar y evitar colisiones de la misma manera que los humanos usan la vista de acuerdo a información de The Jerusalem Post.

Los animales contraen su laringe o chasquean la lengua para producir frecuencias de sonido entre 5 kHz-200 kHz (Weizmann Institute of Science), que cuando se reflejan, les brindan una imagen de su entorno basada en el tiempo de viaje y alteraciones en el sonido.

Los investigadores se preguntaron cómo reaccionarían los murciélagos ante un cambio en la velocidad del sonido. ¿Se adaptarían o se confundirían?

Aunque la velocidad del sonido es generalmente de alrededor de 343 m/s en aire seco a 20 grados centígrados, los aumentos de temperatura y los niveles de humedad pueden afectar la velocidad del recorrido del sonido. Para aumentar artificialmente la velocidad, los científicos colocaron murciélagos adultos y bebés en aire enriquecido con helio.

El resultado fue que los cachorros adultos y murciélagos continuamente fallaban en sus objetivos, pensando erróneamente que estaban más cerca. Los murciélagos parecían tener un sentido arraigado de la velocidad del sonido y juzgaban los objetos por ese ritmo, sin ajustarse al cambio.

Los científicos asumieron previamente que los murciélagos calculaban la distancia de un objeto a lo largo del tiempo que tardaba su eco en regresar.

Al igual que en el famoso problema de la física, cuando se deja caer una piedra en un pozo, la profundidad se puede calcular utilizando la velocidad del sonido y el tiempo que tarda en llegar al fondo y hacer eco de un chapoteo. Cuanto más tiempo caiga el guijarro, más profundo será el pozo.

Sin embargo, este estudio indicó que los murciélagos no calculan la distancia física en absoluto, sino que perciben los objetos solo por el tiempo. Dado que la velocidad del sonido llevó sus llamadas más rápido, los juicios de los murciélagos estaban sesgados.

“Descubrimos que, de hecho, los murciélagos no miden la distancia, sino el tiempo, para orientarse en el espacio”, dijo el profesor Yossi Yovel, director del estudio. Dirigió la investigación junto con el Dr. Eran Amichai.

“Esto puede parecer una diferencia semántica, pero creo que significa que su percepción espacial es fundamentalmente diferente a la de los humanos y otras criaturas visuales, al menos cuando dependen del sonar. Es fascinante ver cuán diversa es la evolución en el cerebro -estrategias informáticas que produce”, concluyó.

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