El libro de la vida 

En el judaísmo existe la creencia de que existe un libro de la vida en el cual Hashem (Dios) inscribe periódicamente quien permanece vivo y quién no. En este ámbito, el pasado 30 de abril fui sometido a una compleja intervención quirúrgica que duró aproximadamente cuatro horas. Dados mis antecedentes básicos de salud la operación fue exitosa, básicamente salí con vida. Por ello pienso que sigo inscrito en el libro de la vida, ayudado por manos expertas médicas y la existencia de la extraordinaria tecnología de hoy día. Por lo demás, el Centro Médico ABC de Observatorio, donde fui internado, cuenta con instalaciones de primer mundo y personal médico residente y de enfermería altamente calificado.

Es de destacar que el piso donde fui operado tiene 13 quirófanos, ocupados al 100% en el día de mi operación, incluso tuve que esperar media hora frente al quirófano que me correspondía por estar todos saturados al igual que las habitaciones para pacientes. Después de la operación, inicialmente me instalaron en una habitación para pacientes ambulatorios.

Aparentemente la saturación del hospital se debió a que un número de pacientes que requerían operaciones hace 2 meses pero que las pospusieron por no estar vacunados u otras circunstancias. Es de destacar que en el primer día de mi estancia el personal de enfermería fue enviado a instalaciones gubernamentales para ser vacunados. Me imagino que llegaron a una negociación con las autoridades sanitarias para este propósito. Las enfermeras del turno de la mañana sumaron alrededor de 700.

Platicando con varias enfermeras que me atendieron me di cuenta de su elevada vocación humana por su labor. La mayoría viven distantes del hospital, hacen recorridos diarios de ida y vuelta a sus hogares por 4 horas diarias y están de buen humor y con muy buena disposición para ayudar a los pacientes. Quedé sorprendido de su actitud humana para estos últimos. Ojalá así fuera en los hospitales públicos donde el personal enfrenta condiciones muy adversas para atender a los pacientes.

Una de las enfermeras que me atendió me platicó que hace 2 meses trabajó en el ABC en la unidad de niños con cáncer. Para ella fue una experiencia humana extraordinaria por la relación que estableció con los niños y sus padres, tuvo una gran relación de empatía con ambos. Lo cierto es que los mexicanos debemos estar orgullosos de estas personas que arriesgan sus vidas por salvar a un sinnúmero de pacientes. Están en un mundo humanitario por encima de los médicos que frecuentemente buscan lucrar con sus conocimientos.

El ejercicio de la medicina es una actividad muy exigente y noble, que requiere de características personales muy especiales para ejercerla cabalmente, pues no basta con tener capacidad intelectual para adquirir los conocimientos y las destrezas, sino también es necesario una fuerte dosis de generosidad para compartirlos, solidarizándose con el paciente que experimenta los estragos físicos y emocionales de la enfermedad y no siempre es suficiente la sola prescripción de un medicamento. La actitud consoladora del médico puede muchas veces completar el proceso de curación y la buena relación médico–paciente, que se traduce en confianza. El médico tiene que tener bases éticas profundas.

La adquisición de conocimientos no es garantía de humanismo; la naturaleza humana es modificable por el entorno social y este actualmente demanda una imagen de éxito, que se exprese en recursos económicos y casi siempre en vanidad y soberbia. En mi caso, agradezco haber estado en manos de personal médico y enfermeras con un alto sentido ético y humanitario.

Ahora tengo que “echarle ganas” para mi recuperación, el proceso lleva tiempo y deseos de salir adelante.

Desplome de trabe de la línea dorada del Metro

El colapso de una trabe que sostenía estructuras de la Línea 12 del Metro colapsó el 4 de mayo pasado en el momento que un convoy circulaba con pasajeros en avenida Tláhuac. Dos vagones cayeron entre las estaciones Tezonco y Olivos. El saldo ha sido de 26 personas muertas y 79 heridos. 

La jefa del gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, al llegar al sitio de la tragedia, verdaderamente una tragedia esperada, indicó que “se van hacer todas las investigaciones hasta saber cuáles son las causas de la misma”. Las autoridades han prometido una investigación y dos peritajes, uno de la fiscalía y otro que realizará una empresa extranjera. En la práctica la respuesta al colapso es errores de diseño, negligencia, corrupción y falta de mantenimiento, por decir lo menos.

La inmensa estructura que se inauguró hace 9 años costo 26,000 millones de pesos,  más de lo previsto inicialmente. Es de destacar que Mario Delgado, actual presidente de Morena, como secretario de Finanzas capitalino, estuvo involucrado en el manejo de los recursos financieros para la construcción de la Línea 12. Delgado tiene una imagen pública de ser una persona corrupta.

La Línea 12 se inauguró en octubre del 2012 antes de que terminara el gobierno de Marcelo Ebrard, quien es la primera cara visible de la tragedia. Después de la apertura de la Línea 12 se tuvo que cerrar porque un estudio que evaluó la obra recomendó “correcciones urgentes” y detectó fallas en las vías, los rieles, ruedas y curvas, así como un riesgo de descarrilamiento.

En marzo de 2014 se cerraron 13 kilómetros de la línea que corre en el viaducto elevado, justo la parte donde se produjo el colapso y volvieron abrir a finales del 2015. En el sismo de 2017, resultó ser la línea del Metro más dañada, según un informe del Senado. “La línea nació con problemas endémicos que no se van a solucionar nunca en la vida”, dijo Jorge Gaviño, el entonces director del Metro en 2017.

Por su parte, la directora del Metro, Florencia Serranía, una “tránsfuga del metate”, que desde incidentes previos en el Metro se defendió ingenuamente diciendo que “ella era solo la directora del mismo” y que en junio de 2020, cuando se hizo la última revisión de daños por el terremoto “no encontró afectaciones en el tramo que se cayó”. El ingeniero estructuralista, Uriel Perret, asegura que los problemas que ya había en tramos cercanos al siniestro sí pudieron repercutir en otras partes del puente.   

La cuestión de insuficiente mantenimiento en las líneas del Metro también es parte de los problemas de su funcionamiento; a partir de cifras oficiales, el presupuesto asignado al Metro para 2021 es el más bajo en 9 años, con una reducción en términos reales de 25% comparado con 2018. “Esto deja muy claro que hay otras prioridades para el gobierno, pese a que este dice que no ha habido recortes los recortes sistemáticos no son causa directa de lo que pasó, empero, son relevantes porque desde hace años ya había denuncias sobre este tramo de la Línea 12”.

Todos los personajes importantes involucrados en la tragedia de la Línea 12 del Metro, incluyendo a AMLO, serán afectados políticamente, quizá se culpe y encarcele a funcionarios menores. Así funciona la justicia y la impunidad en México.

La descalificación simplista de AMLO 

Ignacio Zavala en su columna del 7 de mayo pasado en El Financiero señala que descalificar a AMLO de manera simplista es un error en el que han caído la mayoría de sus adversarios durante años. “El discurso político no siempre descubre a quien lo dice”. En este sentido, Luis Espino, uno de los más agudos analistas del discurso público que hay en México, “suele poner la lupa en nuestros personajes en su estilo y en la manera en que van de la mano con sus acciones”. Espino acaba de sacar a la venta un libro más que pertinente: López Obrador: El poder del discurso populista, “que lejos de ser un pesado estudio sobre el lenguaje, es un accesible y sorprendente recorrido por el mundo verbal en el que se mueve con soltura AMLO”.

El contenido principal del libro de Espino se presenta a continuación:

  • Creer que descalificar a AMLO de una manera simplista puede ayudar a ser una oposición es un error en el que ha caído la mayoría de sus adversarios durante años.
  • Creer que decirle populista le ofende es otro error. Las cosas que dice AMLO parecen simples y en muchas ocasiones, hasta tontas para quienes gustan de la política de altura, sin embargo, es de altísima efectividad. Querer ver esta presidencia y, más aún, a este presidente con los ojos de antes es un gran error. El liderazgo de AMLO es una mezcla de demagogia, sencillez, ramplonería, mentiras, distorsiones, franqueza, negación, necedad y precisión que logra ser el discurso presidencial presente en millones de hogares y en todos los medios a través de las famosas mañaneras.
  • El insulto caracteriza la presencia presidencial. Nunca antes un mandatario había convertido el insulto en eje de su discurso público de la forma como lo hace AMLO. Sus discursos no son los términos más soeces que los mexicanos usan para maldecir. Se tratan en su mayoría de palabras anticuadas (¡vaya vejestorio!) y en desuso, que muchas veces obligan a quienes las escuchan a buscarlas en el diccionario. AMLO oculta muy bien su verdadera naturaleza como armas para destruir a personas e instituciones, comenzando por la destrucción de su imagen pública.
  • La lectura del trabajo de Espino arroja luz sobre la complejidad de un personaje aparentemente plano, pero que denomina con estrategia discursiva al país, y de la misma manera tiene condenados a sus adversarios a moverse entre las ruinas.

La verdad es que AMLO es un psicópata con un marcado comportamiento antisocial con limitados remordimientos. Su carácter desinhibido es más que irritante, verdaderamente destructivo, los mexicanos no merecemos tenerlo como mandatario que ha destruido al país y el alma de los mexicanos. Con sus propias palabras: al carajo con AMLO y su destructiva 4T.

 


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