Enlace Judío México e Israel – La artritis severa en las deterioradas articulaciones puede causar tanto dolor y discapacidad como una fractura de cadera o rodilla, reporta el cirujano ortopédico de Cedars-Sinai, Dr. Brad Penenberg.
Penenberg, especialista en reemplazo de articulaciones, posee numerosas patentes sobre técnicas mínimamente invasivas para mejorar la cirugía de reemplazo de cadera y rodilla, está realizando un número cada vez mayor de estos procedimientos en pacientes de entre 80 y 90 años, muchos de los cuales tienen una “mentalidad ” a pesar de su dolor en articulaciones y edad avanzada.
A continuación algunos de los avances más importantes en cirugía de reemplazo de cadera y rodilla que están ayudando a los pacientes de edad avanzada a someterse a una cirugía con un riesgo reducido y a llevar una vida más activa:
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El uso de anestesia regional dirigida durante la cirugía puede reducir el riesgo de efectos secundarios asociados con técnicas de anestesia más antiguas. Esto es de particular valor en pacientes de edad avanzada, especialmente aquellos con afecciones subyacentes, como enfermedades cardíacas y pulmonares.
La anestesia local selectiva y cuidadosamente administrada también alivia el dolor y reduce la necesidad de opiáceos después de la cirugía.
Un medicamento llamado ácido tranexámico reduce el sangrado durante y después de la cirugía, lo que significa menos inflamación y dolor posoperatorios, menor riesgo de anemia y de repentina baja presión arterial, así como una recuperación más rápida y segura.
El mapeo vascular, especialmente en las rodillas, también se usa para identificar dónde es probable que ocurra el sangrado, de modo que pueda controlarse mejor durante la cirugía.
La tecnología robótica guiada por computadora mejora la precisión en el posicionamiento y alineación de los implantes para restaurar de manera más confiable la función de la articulación.
Las incisiones más pequeñas y la reducción del trauma quirúrgico en los tejidos circundantes minimizan el impacto de los procedimientos en los músculos y tendones.
Esto puede reducir el dolor, preservar la función y ayudar a reducir la necesidad de analgésicos mientras acelera la recuperación.
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