Enlace Judío México e Israel – Cuando hablamos de las mujeres de Prokofiev siempre aparece Lina, su esposa española famosa por haber sido condenada a 20 años en el Gulag. Se olvida y apenas se menciona a su segunda esposa, Mira Mendelson, que tuvo una importancia decisiva en su vida y obra.
Es la coautora de los libretos de sus dos obras maestras, “Bodas en un Monasterio” y “Guerra y paz”. Era judía con un apellido de resonancias hebreas ilustres, el del filósofo Moses Mendelssohn y el compositor Félix Mendelssohn.
Al igual que Prokofiev Mira era ucraniana. Nació en Kiev en 1914. Fue la única hija de Abram Solomonovich (1885-1968) y Vera Natanovna (1886-1951). Su padre era economista. Su madre era miembro destacado del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS). Estudio en Moscú literatura especializándose en poesía y traducción al inglés.
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Según sus memorias, conoció a Prokofiev en agosto de 1938 en un resort en Kislovodsk, donde estaban de vacaciones. Mira lo calificó como «amor a primera vista”. Su diferencia de edad era de 25 años. Cuando le conoció ella tenía 24 años y Prokofiev 49. El compositor estaba casado con la española Lina Codina y tenía dos hijos.
Mira era judía. Es curiosa la afinidad de Prokofiev con las mujeres judías. Sus dos grandes amores anteriores al matrimonio con Lina fueron mujeres judías, la actriz Stella Adler (1901-1982) y la bailarina Ida Rubinstein (1885-1960). Por tanto, de las cuatro mujeres de las que Prokofiev se enamoró, tres eran judías.
Desde el primer día hubo una extraordinaria afinidad entre los dos. Mira poseía una amplia cultura literaria y le encantaba la música. Pasearon muchos días largas horas. Entablaron una relación afectiva. Mira escribió a Prokofiev “Tu Collar de besos, tus tiernas palabras son un regalo más brillante que todos los diamantes del mundo”.
Empezaron a aparecer juntos en público. Acudieron al estreno de la ópera de Prokofiev “Semyon Kotko”. También estaba Lina la esposa de Prokofiev lo que generó una enorme tensión. Los celos de Lina eran crecientes y la convivencia se hizo insoportable.
Prokofiev dejo a su esposa y se fue a vivir a la casa delos padres de Mira. Al invadirlos alemanes Rusia y ante los avances sobre Moscú se trasladaron a la República Soviética de Georgia y después a la de Kazajstán. Lina y sus hijos se quedaron en Moscú.
Prokofiev y Mira no se separaban nunca. Mira le sugirió el tema de una ópera. “Bodas en un Monasterio” basada en “La Dueña” de Sheridan. Prokofiev acepto encantado. Escribieron el libreto entre los dos y ambos aparecen como coautores. Es una de las obras maestras de la historia de la música y la mejor ópera cómica rusa.
Toda la partitura transmite un sentimiento de felicidad que refleja que Prokofiev estaba en una relación profundamente satisfactoria.
A continuación Mira sugirió a Prokofiev escribir una ópera sobre “Guerra y Paz” de Tolstoi. También escribieron juntos el libreto y estamos ante otra de las mejores óperas de historia. Tras “Guerra y Paz” Mira escribió el texto del ballet “La Flor de Piedra”.
Fueron años felices para Prokofiev de intensa creatividad. Escribió tres de las obras más relevantes del repertorio pianístico, las Sonatas números seis, siete y ocho. El “andante dolce” de la Sonata número 8 le dijo a Mira que estaba inspirado en ella. De la misma época son las geniales Quinta y Sexta Sinfonías.
Mira era una mujer muy distinta que Lina. Nació tres años antes de la creación de la Unión Soviética y no había conocido ningún otro régimen político. No le interesaba el lujo ni las cosas materiales. No se arreglaba y no tenía apenas ropa. Sólo vivía para Prokofiev y su música totalmente entregada a él.
A diferencia de Lina no le gustaban las relaciones sociales. Es evidente que hizo feliz a Prokofiev que se sentía intensamente a gusto con ella. La diferencia de edad no fue un obstáculo. Al contrario, a Prokofiev le estimulaba la juventud de Mira y a ella le estimulaba la sabiduría acumulada del compositor.
Tras el final de la Guerra Mundial regresaron a Moscú. En verano se trasladaban una dacha en las afueras de la capital donde disfrutaban de la jardinería y de largos paseos buscando hongos. Estaban siempre juntos.
En Noviembre de 1947 Prokofiev presento demanda de divorcio para poder casarse con Mira. La respuesta del tribunal fue sorprendente. Desestimo la demanda por considerar que no era necesario entrar en el fondo del asunto ya que Prokofiev no estaba casado.
Consideraba la sentencia que como el matrimonio de Prokofiev había tenido lugar en Alemania no era válido en Rusia. Prokofiev recurrió para más seguridad jurídica a un tribunal superior que confirmó el veredicto.
El 15 de Enero de 1948 Prokofiev y Mira se casaron. Al mes siguiente Lina fue detenida y condenada a 20 años en el gulag.
En los últimos años la salud de Prokofiev se deterioró y Mira fue su cuidadora permanente. Murió el 5 de marzo de 1953, el mismo día que Stalin.
Tas su muerte Lina se dedicó como única actividad a promocionar la obra de su marido. Superviso el estreno póstumo del ballet “La Flor de Piedra”. Murió de un ataque al corazón en Moscú en 1968 con 54 años de edad.
Dentro de su bolso se encontró un mensaje fechado en febrero de 1950, firmado tanto por ella como por su esposo: «Deseamos ser enterrados uno al lado del otro».
Sus deseos fueron cumplidos y sus restos están juntos en el cementerio Novodevich de Moscú. Dos años antes de su muerte Mira legó sus pertenencias personales al Museo Serguéi Prokofievde Moscú.
El link de hoy es a la maravillosa ópera escrita por Mira y Prokofiev “Bodas en un Monasterio”.
Fuente original: Artículo para Legal Today de Thomson-Reuters
* El autor es Presidente de la Asociación Europea de Abogados.
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