Enlace Judío México e Israel – Este tema ha sido tratado desde diferentes enfoques y puntos de vista, pero según mi parecer, han dejado de lado un factor determinante para la solución de este problema, que lleva casi un siglo de existir. Este factor es económico, es un factor financiero.

Haciendo un poco de historia, me referiré a varios acontecimientos que en la actualidad ya no se mencionan.

Empezaré por recordar que, como consecuencia de la Primera Guerra Mundial, en 1919 se creó la Sociedad de Naciones, con el objetivo principal de mantener la paz internacional.

Una de las primeras resoluciones adoptadas por este organismo, fue el darle a Gran Bretaña el Mandato sobre los territorios de Palestina, en 1922. Así nace el Mandato Británico en la zona, cuyo primer acto es la división de ese territorio, Palestina, creando a Transjordania, bajo el reinado de Abdala I.

También en el marco de la Sociedad de Naciones, Lord Balfour, representante de la Gran Bretaña en el organismo, presenta la iniciativa de la creación de un hogar para el pueblo judío en Palestina, iniciativa que se conoce como Declaración Balfour, que lamentablemente no llegó a ratificarse, por los acontecimientos que tuvieron lugar en Europa, tanto políticos como económicos, que, como sabemos, llevaron a Adolfo Hitler al poder, al Holocausto y a la Segunda Guerra Mundial.

Como consecuencia de esta terrible guerra, obviamente se demostró que la Sociedad de Naciones no había cumplido con su razón de existir, por lo cual fue desaparecida y en su lugar, el 24 de octubre de 1945 nace la Organización de las Naciones Unidas (ONU), también con el objetivo de mantener la paz y la seguridad entre las naciones, así como respetar la soberanía de sus Estados Miembros y favorecer la cooperación internacional para mejorar las condiciones de aquellos países de menor desarrollo.

El 29 de noviembre de 1947, el Consejo de Seguridad de la ONU, decide, a través de su Resolución 181, que se creen dos Estados – uno judío y otro árabe- y Jerusalén quedara como zona internacional administrada por las Naciones Unidas. Los judíos aceptaron y los árabes no aceptaron tal resolución. Aclaro que todos los habitantes de ese territorio eran palestinos, tanto los árabes como los judíos, los cristianos, los drusos, todos.

En el momento en que termina el Mandato Británico en Palestina, el 14 de mayo de 1948, David Ben Gurión declara la Independencia del Estado de Israel, de Eretz Israel.

Dos días después, varios países árabes circunvecinos (el número difiere entre 10, 8 y 6) atacan al recién nacido Estado judío, pues se niegan rotundamente a que Israel exista.

En este momento, cerca de 550,000 árabes habitantes del nuevo Estado, deciden unirse a las tropas árabes, abandonando sus propiedades en Israel.

La prensa internacional asegura, sin pruebas, que estos palestinos fueron expulsados de sus tierras, y suponiendo que así fuera, al ganar Israel esta guerra, los árabes palestinos fueron concentrados en la Franja de Gaza, en lugar de ser aceptados por los países árabes involucrados en el conflicto bélico.

Es interesante recordar que, estos países árabes perdedores, expulsaron de sus tierras a más de 830,000 judíos que habían vivido allí por muchas décadas. La gran mayoría de estos judíos, más de 500,000 fueron asimilados por Israel.

El resto decidió emigrar al continente americano, sobre todo a Canadá, Estados Unidos, México, Chile, y Argentina.

La respuesta inmediata de la ONU, ante esta situación, fue crear la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Medio Oriente (UNRWA), el 8 de diciembre de 1949, que se ha encargado desde entonces de brindar recursos financieros, supuestamente para garantizar el acceso a la educación sanidad, ayuda humanitaria y servicios sociales a los refugiados palestinos.

Si bien este organismo estaba destinado a ser temporal, debido a la ausencia de una solución definitiva, siguen apoyando a 5.4 millones de refugiados, renovando periódicamente su mandato, que recientemente se ha prorrogado hasta el 2023. Actualmente atiende a 58 campos de refugiados palestinos que viven en Jordania, Líbano, Siria, Cisjordania y la Franja de Gaza.

Dos años después, el 1 de enero de 1951, inicia sus funciones el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), organismo encargado de proteger a los refugiados y desplazados por persecuciones o conflictos y promover soluciones duraderas a su situación, mediante el reasentamiento voluntario en su país de origen o en el de acogida. Tiene su sede en Ginebra, Suiza y tiene más de 250 oficinas repartidas en todo el mundo.

Tiempo después, fueron surgiendo organizaciones supuestamente para apoyar a los refugiados palestinos como la Organización para la Liberación Palestina (OLP) que se fundó el 28 de mayo de 1964 y que fue reconocida por la ONU como representante del pueblo palestino otorgándosele la condición de observadora. Lo interesante es que en el acta constitutiva de esta organización, el objetivo principal es la destrucción del Estado de Israel, y no el apoyar al pueblo palestino.

No voy a entrar en mayores menciones sobre el acontecer de las confrontaciones que han tenido lugar desde esa primera acción bélica, en 1948, conocida como la Guerra de Independencia, y que fue seguida por otras guerras como la del Sinaí en 1957, la determinante Guerra de los Seis Días, en 1967, la Guerra de YomKippur en 1973.

Lo que sí mencionaré es que, desde la Guerra de los Seis Días, se ha acusado a Israel de ocupar “territorios palestinos”, lo que es falso porque no existe un Estado Palestino. Los territorios ocupados pertenecían a Egipto, Jordania y Siria. Y haciendo una pregunta al margen: ¿por qué no se acusa a Turquía de ocupar Chipre? ¿Por qué no se acusa a China de ocupar el Tibet?

En 1994, Jordania e Israel firmaron un Acuerdo de Paz, quedando el territorio conocido como Cisjordania en manos de Israel.

En 2005, en forma unilateral, Israel decide conceder tanto Cisjordania como la Franja de Gaza a los palestinos, como muestra de deseos de alcanzar la paz, para que los palestinos sean autónomos.

Y en 2007, Hamás gana en las elecciones, la dirigencia de la Franja de Gaza, recrudeciéndose el pleito entre los palestinos de Gaza, bajo Hamás y los de Cisjordania – la Autoridad Palestina- bajo Al Fatah, que es la heredera de la OLP.

En ningún momento, desde 1948, los dirigentes palestinos han aceptado el derecho de Israel a existir. Y lo han demostrado en toda oportunidad que se les presenta.

En los foros de las Naciones Unidas, en reuniones de la Unión Europea, la constante es que el pueblo palestino es una víctima del Estado de Israel y así lo han asumido también los medios internacionales de comunicación y más del 75% de los países del planeta, que actualmente son 195.

Mientras tanto, y precisamente como consecuencia de que la voz internacional general es que los palestinos son víctimas, sus dirigentes han estado recibiendo por más de 70 años miles de dólares, incluyendo también a la Unión Europea, para ayudar al pueblo palestino a vivir mejor.

Aquí está, precisamente, el quid del asunto. En varias ocasiones, Israel ha ofrecido a los dirigentes palestinos sentarse a negociar para que se logre la paz, mediante la creación de un Estado Palestino. Pero hay dos elementos importantísimos que impiden que tal situación ocurra.

Primero, si los dirigentes palestinos, tanto de Hamás como de la Autoridad Palestina aceptan negociar con Israel, implica que aceptan la existencia de Israel, su derecho a existir.

Esto no les es fácil manejar a las autoridades palestinas. Aceptar la existencia del Estado de Israel, facilitaría la creación de un Estado Palestino, pero también significaría que ese Estado Palestino sería, como cualquier otro país, una nación independiente y entonces, toda la ayuda proveniente de la ONU y de la Unión Europea, entre otros, ya no tendría razón de ser y los dirigentes del pueblo palestino dejarían de recibir las enormes cantidades de dinero que, como mucho sabemos, jamás le llegan a los palestinos y se quedan en las chequeras de Mr. Abbas y los dueños de Hamás.

En el 2018 recibí una publicación donde se definían las empresas y negocios de Abbas y sus hijos. Su capital, entonces, ascendía a más de 400 millones de dólares.

Y lo que para mí es más grave y determinante en el conflicto, sobre todo con Hamás es que cuando quieren lanzan miles de misiles contra la población civil israelí y, ya no digamos que el mundo calla y no hace mención de estos ataques de esta agresión, sino que se indignan cuando Israel decide responder.

Así sucedió en el 2014 y así acaba de suceder hace pocos días. En ningún momento se han preguntado, ni la ONU, ni las grandes potencias, ni ningún país del orbe, ¿de dónde tiene Hamás ese potencial militar? Porque cada misil cuesta muchos dólares y en el último conflicto, Israel recibió un promedio de 1,000 misiles en una semana, ¿cierto?

Entonces, me queda claro que, si verdaderamente hay un deseo internacional porque reine la paz, no sólo en el Medio Oriente, sino en el mundo entero, lo que se debe hacer es cortar el financiamiento a las autoridades palestinas, -que no se sientan tan cómodos-, porque no tienen nada que arriesgar y porque su población no les importa.

Si se crea una instancia donde los recursos lleguen directamente a los palestinos, a los civiles y los terroristas de Hamás que son apoyados por Irán, así como los dirigentes de la autoridad Palestina, ya no obtengan los recursos que les permite darse el lujo de negarse a sentarse a negociar, es muy probable que la situación sea diferente y entonces, tal vez, se den negociaciones, se cree un Estado Palestino e Israel no tenga que gastar el 60% de su PIB en defensa!


Las opiniones, creencias y puntos de vista expresados por el autor o la autora en los artículos de opinión, y los comentarios en los mismos, no reflejan necesariamente la postura o línea editorial de Enlace Judío.