Enlace Judío – El presidente de la Knéset, Yariv Levin, anunció hoy que el trigésimo sexto gobierno de Israel, encabezado por el líder de Yamina, Naftali Bennett y el presidente de Yesh Atid, Yair Lapid se someterá a un voto de confianza para su investidura durante una sesión parlamentaria especial que se celebrará el domingo 13 de junio a las 16 horas, tiempo local.

Levin especificó que durante la misma sesión se elegirá un nuevo presidente de la Knéset, recogió The Jerusalem Post.

Los acuerdos de la nueva coalición deberán entregarse formalmente a la Knéset y hacerse públicos antes del viernes. Por lo tanto, el bloque pro-Netanyahu tendrá al menos 48 horas, a diferencia de las 24 que exige la ley, para examinarlos y seguir presionando a diputados de la derecha para abandonar el incipiente gobierno antes del voto de confianza.

La coalición de ocho partidos que busca reemplazar al actual gobierno de transición de Benjamín Netanyahu cuenta con una mayoría ajustada de 61 legisladores, lo que significa que la deserción de un solo legislador podría frustrar el nuevo gobierno.

Lapid, celebró el anuncio en un mensaje de Twitter. “¡Está sucediendo! Agradezco al presidente de la Knéset, Yariv Levin, por haber fijado la fecha de la toma de posesión el domingo. La legisladora Karin Elharar convocará al Comité de Disposiciones para determinar el orden del día. Los acuerdos de la coalición se presentarán como exige la ley”, escribió.

El líder de Israel Beitenu, Avigdor Lieberman tuiteó: “Un poco más y sucederá. Un gobierno que viene a reconstruir la economía, viene a trabajar, viene a poner orden aquí”.

“El domingo Israel emprenderá un nuevo camino”, agregó el ministro de Defensa, Benny Gantz.

Anteriormente, el diputado Nir Orbach de Yamina, anunció que votará a favor del nuevo gobierno, asegurando el apoyo necesario para su investidura el domingo.

En respuesta, el diputado Miki Zohar del Likud, cercano a Netanyahu atacó al primer ministro entrante: “El oportunismo de Bennett derrotó a la ideología”, escribió en Twitter.

El presidente de Hatzionut Hadatit, Bezalel Smotrich arremetió contra Orbach: “Quería escribir que es un cero a la izquierda. Pero es un grosero, arrogante y mentiroso, un perseguidor del honor y de los cargos que si se le hubiera dado un blindaje con nosotros habría venido inmediatamente”, escribió en Twitter.

“La mayoría de los rabinos, los líderes y los votantes de Hatzionut Hadatit se oponen firmemente a la traición de los valores y los votantes de un gobierno de izquierda que apoya el terrorismo, no son el sionismo religioso de Nir Orbach. Solo él, obviamente”, acusó.

El diputado Amijai Shikli de Yamina respondió a ambos legisladores: “Lamento y respeto a la vez la decisión de Orbach y, en mi opinión, los insultos (a diferencia de las críticas ) hacia él y los demás miembros de Yamina no sirven de nada”.

“Un cambio de gobierno es uno de los momentos de verdad más importantes en cualquier régimen democrático, tanto para el gobierno como para la opinión pública”, destacó.

Levin, notificó ayer a la Knéset que el líder del partido Yesh Atid, Yair Lapid, logró formar una nueva coalición de gobierno, pero no fijó una fecha para la investidura del mismo.

La medida fue vista como un intento de Levin, también cercano a Netanyahu, de demorar la toma de posesión para dar más tiempo a los esfuerzos del Likud de impedir el nuevo gobierno.

El primer ministro entrante, Naftali Bennett, pidió que la votación se celebrara tan pronto como el miércoles. Lapid añadió que retrasar la votación a la próxima semana sería un error.

“No hay ninguna razón en el mundo, legal o de otro tipo, para que un gobierno no preste juramento en dos días, excepto para ejercer presión. Eso no es correcto”, apuntó.

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