Enlace Judío.- La vacuna contra el coronavirus de Pfizer se ha relacionado con una mayor probabilidad de desarrollar púrpura trombocitopénica trombótica (PTT), un trastorno sanguíneo poco común, dijeron investigadores israelíes el lunes.

La PTT es una enfermedad autoinmune que hace que se formen coágulos de sangre en varios órganos del cuerpo. Según los Institutos Nacionales de Salud, estos coágulos pueden limitar o bloquear el flujo de sangre rica en oxígeno a órganos clave como el cerebro, los riñones y el corazón, lo que resulta en problemas de salud graves.

Investigadores del Instituto de Hematología del Centro Médico Shamir dijeron que fueron alertados sobre el problema después de ver un aumento repentino de PTT en el país: cuatro casos detectados en un mes en comparación con dos o tres casos por año, informó The Jerusalem Post.

El equipo médico dijo que encontraron una “conexión cronológica” entre la vacunación del paciente y la aparición de los síntomas de la enfermedad. Hicieron hincapié en que se trata tanto de pacientes nuevos como de pacientes cuya enfermedad estalló después de un largo período de remisión.

Como resultado, el equipo médico, dirigido por la Dra. Maya Koren-Michowitz, directora del Laboratorio de Hematología y Hemato-Oncología Traslacional, recomendó que a las personas que hayan tenido PTT solo se les suministre la vacuna con un permiso especial de su médico, y cuando lo hagan, que realicen una evaluación clínica de seguimiento.

“Los médicos y los pacientes deben estar alerta a los síntomas clínicos: debilidad, fatiga, trastornos neurológicos, hemorragia y dolor en el pecho“, dijo el equipo en un comunicado.

También pidieron a las “personas sanas” que están vacunadas que estén atentas y busquen ayuda médica de inmediato si aparecen los síntomas. El diagnóstico temprano y los tratamientos modernos han aumentado la tasa de supervivencia de los pacientes con PTT del 10% en el pasado al 80% en la actualidad.

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