Enlace Judío – El Ministerio de Salud de Israel esperaría que los diagnósticos diarios de coronavirus, actualmente cercanos a los 300, salten a entre 500 y 600 la próxima semana.

Según Haaretz, los funcionarios están considerando recuperar el sistema de Pase Verde que diferencia entre ciudadanos vacunados y no vacunados en el acceso a ciertos lugares y actividades, recogió The Times of Israel.

El plan, que se eliminó el 1 de junio, permitía que solo los vacunados pudieran cenar en el interior de los restaurantes y asistir a la mayoría de los eventos culturales.

Según el rotativo, los funcionarios de salud también están considerando traer de vuelta el sistema de Estándar Púrpura que establece ciertos requisitos sanitarios para que las empresas puedan operar.

En los últimos días, Israel ha visto cómo los niveles de casos diarios aumentaron a niveles no vistos desde abril. Casi 300 casos fueron confirmados el martes y otros 224 el miércoles por la noche. Sin embargo, la tasa de hospitalización se ha mantenido baja, con solo 26 personas hospitalizadas en estado grave para este día.

La variante Delta de coronavirus, identificada por primera vez en India, es más contagiosa que otras variantes.

El Canal 12 reportó que, a pesar del plan anunciado por el Ministerio de Salud de separar a los viajeros que llegan de países “rojos” por COVID-19 de otros viajeros, el aeropuerto ya está enfrentando problemas.

Según la red, un vuelo desde Moscú, siendo Rusia uno de los países donde está prohibido viajar para los israelíes, estaba programado para llegar el miércoles por la noche a la Terminal 1, después de ser desviado allí desde la Terminal 3 con el fin de evitar que los que lleguen entren en contacto con otros viajeros.

Pero también estaba programado que dos vuelos de Eilat a Tel Aviv llegaran a la Terminal 1 al mismo tiempo. El informe de televisión señaló que no había nada que impidiera a los viajeros de Rusia abordar el tren en el Aeropuerto Ben-Gurión con otros viajeros.

Con el aumento del número de casos, Israel ha reimpuesto el uso obligatorio de cubrebocas y ha tomado medidas enérgicas contra los viajeros que llegan de países prohibidos o que rompen la cuarentena, pero ha tratado de evitar un retorno a las restricciones de congregaciones y cierres previos.

El primer ministro Naftali Bennett ha hecho expresos llamado a los más jóvenes para que se vacunen a fin de evitar nuevas restricciones y declaró: “No queremos imponer ningún límite, ni en las fiestas, ni en los viajes ni en nada”.

Desde que las autoridades lanzaron una nueva campaña para vacunar a los adolescentes de 12 a 15 años la semana pasada, la cantidad de inyecciones distribuidas diariamente ha aumentado a más de 10,000 por primera vez desde principios de abril.

Fue entonces cuando la campaña de vacunación líder en el mundo de Israel se estancó después de aplicar la vacuna a casi 5 millones de personas, la mayoría de su población elegible en ese momento.

El lunes, más de 14,314 personas recibieron la primera dosis de la vacuna, frente a las 13,513 personas que recibieron la primera dosis un día antes, según datos del Ministerio de Salud. Se distribuyeron más de 11,000 primeras dosis hasta el mediodía del martes.

Y hasta el martes por la mañana, casi el 32% de los israelíes en el grupo de edad de 10 a 19 habían recibido al menos una dosis de la vacuna, frente al 23 por ciento de la semana anterior, mostraron los datos del Ministerio de Salud.

Israel cuenta con 1.4 millones de dosis que expirarán a fines del próximo mes y Bennett espera usar la mayor cantidad posible para vacunar a 300,000 menores antes del 9 de julio.

Israel compró millones de vacunas de Pfizer y fue uno de los primeros países en recibirlas, por una cantidad no revelada. A pesar de tener millones de dosis sin usar, firmó un acuerdo en abril bajo el ex primer ministro Benjamín Netanyahu por 18 millones de dosis más, en caso de que sean necesarias para refuerzos.

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