Enlace Judío –  La Policía de Israel abrió una indagación preliminar sobre las sospechas de que se instaló un jacuzzi en el domicilio particular de Cesarea del ex primer ministro Benjamín Netanyahu por 50,000 shekels (15,000 dólares) a expensas del erario público israelí, reportó este jueves el Canal 12 israelí.

La instalación supuestamente se realizó al amparo de una mejora de seguridad para la propiedad del exmandatario.

El reporte dijo que los propios Netanyahu no son sospechosos de irregularidades hasta este momento, aunque los hallazgos iniciales destacan un patrón denunciado en el pasado de presunto mal uso de fondos públicos por parte de la familia.

La Policía tomó el testimonio de los contralores de la Oficina del Primer Ministro, y el Fiscal General Avichai Mandelblit participó en largas deliberaciones sobre el asunto, antes de que se tomara la decisión de abrir la investigación en la Unidad Nacional de Investigación de Fraudes, detalló el Canal 12.

La familia Netanyahu negó rotundamente el reporte y dijo en un comunicado que desde que compraron la casa hace 20 años nunca se ha instalado un jacuzzi en esta.

“Y por supuesto: el Estado no ha invertido ni un centavo en lo que no se instaló. Esto es una completa mentira”, dijo la familia.

El líder de la oposición política israelí emitió una publicación posterior en Facebook especulando que la Fiscalía Estatal había inventado la historia. También amenazó con demandar por difamación al Canal 12 y a su reportero Guy Peleg.

Netanyahu y su esposa, Sara, han sido objeto de varias investigaciones a lo largo de los años por sospecha de utilizar fondos públicos ilícitamente para sus propias necesidades.

En 2019, Sara Netanyahu fue declarada culpable de un acuerdo de culpabilidad en el que confesó haber “aprovechado injustamente un error” y haber adquirido ilegalmente servicios de catering en la residencia del primer ministro.

Su caso fue algo ajeno a los problemas legales de su esposo que lo mantienen en un proceso penal en curso, en los que el ex primer ministro está acusado de aceptar obsequios ilícitos, aceptar sobornos e intentar organizar favores a cambio de una cobertura positiva en medios de comunicación.

Sara Netanyahu era sospechosa en uno de esos casos, pero los fiscales finalmente no recomendaron que enfrentara cargos.

Benjamín Netanyahu ha negado las acusaciones en su contra y afirma que son parte de un esfuerzo de los rivales políticos, los medios de comunicación, la Policía y los fiscales para sacarlo del poder.

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