Enlace Judío México e Israel – Cuando empecé a leer libros sobre relaciones amorosas y maritales me sorprendió descubrir que la gran mayoría de psicólogos y autores tenían apellidos judíos; varios de ellos incluso eran practicantes. Hoy no me parece raro pues entre más se relaciona uno con la filosofía judía más descubre que la pareja, el compromiso y el matrimonio son ejes esenciales de lo que toda familia y perspectiva judía defienden. Comprometerse a pasar la vida a lado de otra persona es uno de los retos más grandes e importantes que realizamos. En muchos sentidos la pareja se encuentra en el corazón de la espiritualidad. Los siguientes aprendizajes judíos son básicos para entender cómo se percibe a la pareja en la doctrina judía.

I) El mundo fue creado por la pareja

Una de las afirmaciones más especiales y fuertes del judaísmo es declarar que D-os creó el Universo por el amor que el hombre y la mujer se tienen cuando entran en una relación de matrimonio. De entre todas las faltas, las sexuales son las más graves porque implican una traición a esa unión. Y tan importante es el matrimonio en la filosofía judía que el móvil de la historia humana, el pacto entre D-os y el pueblo judío, es expresado en términos de un matrimonio y en términos amorosos. Porque el amor y la intimidad resaltan las características más esenciales de la persona, cómo nos comportamos frente a quienes amamos muestra la esencia de quienes somos.

Decir que el Universo entero fue creado gracias a la relación amorosa del hombre y la mujer y que se mantiene por esa unión, muestra al individuo la importancia de las relaciones amorosas. Nos muestra que es un aspecto de la vida que no podemos ignorar y que conforma una parte importante de la plenitud que podemos alcanzar como personas. A quien está solo y sin pareja le da una esperanza de encontrar a la persona indicada y lo impulsa a mejorarse y pensar en las cosas que lo arrojan a esa soledad; mientras que a la persona que está con alguien le recuerda la importancia de las relaciones y lo impulsa a mejorarse cada día para tratar mejor a su pareja. También tanto en la halajá como en los escritos se recuerda la importancia de la paz en el hogar, pues ésta toma precedencia sobre cualquier ritual o ley de otro estilo.

Es importante mencionar que aunque se resalta la importancia de la pareja en la filosofía judía, también se nos recuerda que uno tiene responsabilidades consigo mismo y con D-os. Por lo cual si bien uno debe luchar por tener una buena relación con su pareja es igualmente importante luchar por el bienestar propio, por el desarrollo personal y por no caer en una relación de codependencia.

II) El amor nace del dar

Una de las enseñanzas judías más grandes que rab Abraham Twerski fomentaba es la idea de que el amor surge del dar. Estamos acostumbrados a pensar en el amor como un sentimiento espontaneo independiente de las acciones que realizamos o creemos que surge del beneficio y atención que recibimos de las personas que nos rodean. Sin embargo no es así, el amor y el cariño nacen primordialmente de nuestro deseo de dar a los demás, de pensar en su bienestar, de hacer cosas por convivir con ellos. Amamos más a quienes damos que incluso a veces quienes nos dan.

Por eso es importante no descuidar los detalles en las relaciones amorosas, preocuparse por dar a la pareja diariamente. Cada día pensar qué puede hacer uno por la persona amada en ese momento. John Gottman, psicólogo especialista en relaciones maritales, de los primeros en hacer estudios serios sobre las interacciones en la pareja, dedicó toda su vida a demostrar la importancia de este punto. En un fin de semana el tenía la habilidad de predecir el divorcio o la estabilidad de una relación analizando las interacciones en la pareja. Desarrollo su teoría de “mapas amorosos” las parejas que respondían a los llamados de conexión que la otra persona hacía son las que duraban en el tiempo, aquellas que se ignoraban mutuamente terminaban en divorcios.

III) El matrimonio lleva a la educación mutua de las partes

Una de las frases más cuestionada y discutida de la Torá es la de “ezer k’negdo” (“una ayuda en tu contra”) la dice D-os cuando le presenta Eva a Abraham. La forma tradicional de entender esta frase “una ayuda en tu contra” es que en el matrimonio y las relaciones amorosas en la pareja no necesariamente son cómodas. La mujer y el hombre se complementan también a través de la confrontación, el matrimonio es una institución que lleva a sus partes a la virtud a través de la educación mutua. Sólo alguien que verdaderamente nos ama puede mostrarnos el camino para enmendar y perfeccionar nuestros defectos. Decidir estar con otra persona por el resto de nuestras vidas es un compromiso que necesariamente nos empuja al perfeccionamiento continuo, nos obligamos a abrir un espacio en nuestra vida, en nuestro corazón y moldeamos nuestra forma de ser para darle cabida. Ese proceso de perfeccionamiento es un apoyo mutuo que cada uno de los integrantes de la pareja le da al otro.

Otro de los descubrimientos que ha habido en la psicología marital remarca la importancia de las discusiones en la pareja. Las parejas que nunca discuten no suelen permanecer mucho tiempo juntas, porque en lugar de resolver los conflictos en equipo los entierran y acumulan resentimiento hasta que su relación se termina. Uno tiene la obligación de expresar sus propias necesidades y hacer que se satisfagan en la interacción diaria.

IV) Lo más importante en una relación es el compromiso

Cuando uno se casa está haciendo un compromiso por el resto de su vida, eso implica que está dispuesto a luchar por la relación. Eso implica considerar las necesidades del otro y estar dispuesto a discutir y llegar a acuerdos cuando las necesidades propias no se están satisfaciendo al interior de la relación. Para que una relación dure las dos partes tienen que aprender a hacer que los tiempos difíciles se conviertan en tiempos de unión en vez de tiempos de separación.

Para que esto sea posible las dos partes tienen que aprender a dirigirse hacia el otro en vez de afuera de la relación cuando hay conflicto y tomar la decisión de arreglar los problemas en vez de abortarlos. El experto en relaciones Matthew Hussey constantemente recuerda la importancia de no valorar la compatibilidad en una relación como más importante que el compromiso. Porque finalmente es el compromiso lo que hace que una relación funcione más que los gustos o intereses compartidos. Es la decisión de estar juntos y hacer todo lo necesario para tener una vida bella en conjunto.

Ésta también es la postura judía, cuando uno hace “shidujim” (citas en miras del matrimonio) uno debe darle más importancia al camino compartido, al tiempo juntos a los objetivos mutuos que a los primeros sentimientos de enamoramiento.

V) El respeto y la admiración es la base del amor

Uno no puede amar a su esposa si primero no la respeta. El judaísmo considera que para que nazca amor y éste sea sincero y genuino primero debe existir en la persona un sentimiento de respeto y admiración, sin él, el amor como tal es imposible.

VI) El destino de la pareja es compartido; dentro de las relaciones uno debe verse como una unidad

Hay un midrash (relato de la tradición oral) en el que se nos cuenta que Abraham rezó por tener un hijo y se olvidó de incluir a Sara en su rezo. Olvidarse de la pareja es una de las faltas más grandes que se pueden cometer, porque al hacerlos el individuo activamente se separa de la persona amada. Concibe su futuro como ajeno al futuro de ella. Para el judaísmo cuando uno se casa se convierte en una unidad con su cónyuge, es decir sus caminos y destinos están unidos por el resto de su existencia, incluso su alma. Concebirse como separado de la pareja es entonces un error.

Se ha demostrado que las parejas que trabajan en conjunto y que se ven como una unidad tienen mayor éxito a lo largo del matrimonio que aquellas en donde cada uno de los integrantes busca un futuro separado al de su compañero.