Enlace Judío México e Israel –  El régimen iraní montó una farsa electoral para que su mulá preferido de entre los candidatos, Ebrahim Raisi, vinculado con ejecuciones masivas, se convirtiera en el nuevo presidente de la República Islámica.

¿Se dignarán la Unión Europea y la Administración Biden siquiera a condenar a Teherán y a poner fin a la política de apaciguamiento hacia los ayatolás?

El régimen instó a la gente a votar, muy posiblemente para demostrar que goza de legitimidad; no obstante, lo que cosechó fue una vasta apatía electoral y una baja participación récord.

Fueron muchos los que boicotearon los comicios y demandaron al presidente de EEUU, Joe Biden, que desista de recuperar el acuerdo nuclear. Anahita, una profesora de Teherán, declaró a Gatestone: “No he ido a votar.

Como muchos otros, no tenía un candidato. Así que ¿por qué habría de votar? Los mulás tenían un candidato: Raisi”.

Tres días antes de las elecciones, Soraya, estudiante de la Universidad de Teherán, declaró a Gatestone:

El Gobierno le dice a la gente que vote. Pero a mí votar me parece un insulto. No vamos a ir a votar para demostrar al mundo que los iraníes estamos frustrados con esta casta clerical.

No apoyamos a un Gobierno que derriba aviones de pasajeros [el vuelo 752 de las aerolíneas ucranianas, en enero de 2020] y tortura y mata a sus propios ciudadanos.

No apoyamos a un Gobierno que roba los recursos de la nación y se los gasta en sus milicias. El viejo juego de paloma o halcón se ha acabado. Son todos lo mismo.

Es importante que el mundo sepa exactamente quién es el nuevo presidente de Irán.

Tras la revolución islámica de 1979, un Raisi de 19 años fue nombrado juez instructor en la Oficina del Fiscal de Karaj, aunque carecía de formación universitaria reglada. Un año después fue designado fiscal de Karaj, la cuarta ciudad del país. En los primeros años de la revolución, Raisi demostró su lealtad a la República Islámica silenciando a disidentes y grupos opositores.

A los 24 años fue nombrado fiscal adjunto en la Corte Revolucionaria. Allí, como miembro de la Comisión de la Muerte, sería conocido por su implicación en una de las mayores ejecuciones de masas, en la que fueron masacradas más de 30.000 personas, entre las que había niños y mujeres embarazadas.

Como detalló una resolución de la Cámara de Representantes de EEUU, … en 1988, en un periodo de cuatro meses, el Gobierno de la República Islámica de Irán llevó a cabo bárbaras ejecuciones masivas de miles de presos políticos y de gente no relacionada con grupos políticos (…) Según un informe del Centro de Documentación sobre los Derechos Humanos en Irán, la masacre fue perpetrada en cumplimiento de una fetua, o mandato religioso, emitida por el Líder Supremo, ayatolá Ruholá Jomeini.

El difunto Hosein Alí Montazerí –uno de los padres fundadores de la República Islámica, así como un activista por los derechos humanos, un teólogo islámico y el sucesor designado del Líder Supremo Jomeini hasta los meros últimos días de vida de éste– dijo respecto de la masacre:

Creo que es el mayor crimen cometido en la República Islámica desde la revolución [de 1979] y la Historia nos condenará por ello (…) La Historia os despreciará por criminales.

Montazerí imploró a Raisi y sus colegas que detuvieran las ejecuciones:

Era el primer día del Muharram [mes sagrado islámico]. A los señores Nayeri, Eshraqi, Raisi y Purmohamadi les dije: estamos ya en Muharram, por lo menos interrumpamos la ejecuciones durante el Muharram. Y Nayeri dijo: hasta el momento hemos ejecutado a 750 en Teherán y separado a 200 que siguen en sus trece. Déjanos acabar con ellos y después haremos lo que digas.

Tras supervisar las ejecuciones masivas y reprimir brutalmente a la oposición y los disidentes, Raisi fue ascendido por el Líder Supremo Jamenei y posteriormente designado para cargos más importantes, como los de fiscal de Teherán, presidente del Consejo Supervisor de la Televisión Nacional, jefe de la Oficina de Inspección General y fiscal general de la República Islámica.

Finalmente, Jamenei puso a Raisi al frente del sistema judicial del régimen. Tras ese nombramiento, Raidi manifestó, en un discurso ante la 23ª Asamblea Nacional de Oficiales y Comandantes de la Guardia Revolucionaria, en 2019: “A los corruptos no les cortaremos los dedos; les cortaremos las manos”.

El 5 de noviembre de 2019, el Departamento del Tesoro norteamericano puso a Raisi en su lista de sancionados.

En vez de enriquecer y empoderar a esos tiranos, la Administración Biden ha de alinearse con el pueblo iraní, que lleva décadas sufriendo bajo ese régimen predatorio y brutal.

Fuente: Gatestone Institute.


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