Enlace Judío México e Israel – Científicos descubrieron una colección inexplicable de dientes de tiburón en la Ciudad de David en Jerusalén. Los dientes fueron descubiertos al menos a 50 millas de donde los paleontólogos podrían desenterrar fósiles similares.

Los investigadores detallaron el descubrimiento de la colección de fósiles inexplicables este fin de semana en la Conferencia de Geoquímica Goldschmidt de acuerdo al reporte de UPI.

Los dientes se encontraron enterrados en un material utilizado para llenar el sótano de una casa de la Edad del Hierro para convertirla en una vivienda más grande.

“Estos fósiles no están en su entorno original, por lo que se han movido”, dijo el investigador principal Thomas Tuetken en un comunicado de prensa.

“Probablemente fueron valiosos para alguien; simplemente no sabemos por qué, o por qué se han encontrado artículos similares en más de un lugar en Israel”, dijo Tuetken, geocientífico y paleontólogo de la Universidad de Mainz.

Los científicos encontraron desperdicios de comida antiguos, incluidas espinas de pescado y fragmentos de cerámica cerca del escondite de dientes de tiburón.

Los investigadores también recuperaron cientos de bullas, sellos de arcilla utilizados en cartas y paquetes confidenciales. Se determinó que esos materiales tenían 2 mil 900 años de antigüedad.

Al principio, los investigadores asumieron que los dientes de tiburón eran contemporáneos de los otros artefactos, pero un arqueólogo que trabajaba en la excavación sugirió que los dientes fósiles podrían pertenecer a un tiburón del Cretácico Superior.

Los investigadores analizaron la materia orgánica, la composición elemental y la cristalinidad dentro de los dientes de tiburón y determinaron que de hecho eran fósiles antiguos, no restos de comida de la Edad del Hierro.

“Su composición de isótopos de estroncio indica una edad de unos 80 millones de años”, dijo Tuetken. “Esto confirmó que los 29 dientes de tiburón encontrados en la Ciudad de David eran fósiles del Cretácico Superior, contemporáneos a los dinosaurios”, resaltó Tuetken.

“Más que eso, no fueron simplemente erosionados del lecho rocoso debajo del sitio, sino que probablemente fueron transportados desde lejos, posiblemente desde el Negev, al menos [49,7 millas] de distancia, donde se encuentran fósiles similares”, agregó.

Desde el descubrimiento, excavaciones arqueológicas separadas han producido depósitos de dientes de tiburón desplazados de manera similar en Maresha y Miqne.

“Nuestra hipótesis de trabajo es que los recolectores juntaron los dientes, pero no tenemos nada que lo confirme”, comentó Tuetken.

“No hay marcas de desgaste que puedan mostrar que se usaron como herramientas, ni perforaciones que indiquen que pueden haber sido joyas. Sabemos que existe un mercado para los dientes de tiburón incluso hoy en día, por lo que puede ser que haya un Tendencia de la Edad del Hierro para recolectar tales artículos”, detalló Tuetken.

Los paleontólogos determinaron que los dientes de tiburón pertenecían a Squalicorax, o tiburón cuervo, un género extinto de la familia del tiburón caballa que vivió durante el período Cretácico.

Un artículo que describe el descubrimiento fue publicado en la revista Frontiers in Ecology and Evolution.

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