Enlace Judío – El primer ministro Naftali Bennett y el líder de la oposición Benjamin Netanyahu se enfrascaron en acusaciones mutuas sobre quién es el culpable de los avances en el programa nuclear de Irán.
En una columna publicada este miércoles en el periódico israelí Israel Hayom, Netanyahu reiteró sus críticas al canciller Yair Lapid por aceptar una política “sin sorpresas” con EE. UU. cuando se trate de contrarrestar la amenaza nuclear iraní.
“¿Qué pasará si EE. UU. regresa al acuerdo nuclear y cuándo? ¿Alguien cree que estará de acuerdo con las acciones militares israelíes que pondrán en peligro el acuerdo?”, escribió Netanyahu en el texto titulado Irán galopa hacia la bomba [nuclear] y el gobierno Bennett-Lapid es sumiso y calla.
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El líder de la oposición dijo que sus “amigos en EE. UU.” expresaron su preocupación de que la voz de Israel no se escuche en la nación americana en oposición al acuerdo nuclear con Irán.
“La respuesta es simple. El gobierno de la capitulación dice claramente: ‘Resolveremos los problemas con EE. UU. a puerta cerrada’”, escribió Netanyahu. “En lugar de hablar en voz alta y clara para alistar a la opinión pública estadounidense a favor de Israel y en contra de un regreso al acuerdo nuclear, el gobierno actual no está haciendo nada”.
Luego de circularse la opinión de Netanyahu en el rotativo, que ha sostenido a lo largo del último mes tras dejar el poder, una reacción llegó desde el propio Bennett.
Una fuente de la Oficina del Primer Ministro dijo que Netanyahu fue “primer ministro durante 12 años, hasta hace un mes, y su negligencia fue lo que permitió a Irán alcanzar el punto más avanzado de su programa nuclear”, de acuerdo con The Jerusalem Post.
La semana pasada, Irán dijo al Organismo Internacional de Energía Atómica que ha tomado medidas para producir uranio metálico enriquecido al 20%, para ser utilizado como combustible de reactores.
Esto lleva el proyecto nuclear de Irán a una etapa más avanzada que la que se sabe que ha alcanzado cualquier país sin armas nucleares.
La fuente cercana a Bennett dijo que “esta es la herencia que recibió Bennett, y desde aquí, lo navegará y lo arreglará con todas las herramientas que tiene.
“Este es un fracaso severo”, agregó. Netanyahu “lo sabe y está tratando de responsabilizar a otros”.
La fuente acusó a Netanyahu de preferir dar discursos con accesorios como parte de su campaña electoral israelí, en lugar de tomar medidas críticas.
“La brecha entre la retórica y la acción nunca ha sido mayor”, dijo la fuente, haciéndose eco de los comentarios de Bennett en la Knéset a principios de esta semana, donde acusó a Netanyahu de hablar mucho y hacer poco frente a Irán.
EE. UU. e Irán han estado involucrados en negociaciones indirectas para revitalizar el acuerdo nuclear de 2015.
El acuerdo, que restringió el enriquecimiento de uranio de Irán y levantó gradualmente las sanciones de EE. UU. a Irán, expirará en 2030 y permitirá que Irán se acerque a obtener un arma nuclear.
La administración Trump sacó a EE. UU. del acuerdo nuclear en 2018, optando en cambio por fuertes sanciones para presionar a Irán, pero la administración Biden inició conversaciones con Irán en Viena en abril para volver.
La sexta ronda de negociaciones indirectas entre EE. UU. e Irán terminó a principios de junio, antes de las elecciones presidenciales en Irán.
Ebrahim Raisi, juez responsable de miles de ejecuciones y sancionado por EE. UU. por violaciones de derechos humanos, ganó las elecciones.
La fecha para la reanudación de las negociaciones y si Raisi optará por continuar, sigue sin estar clara.
El partido Likud de Netanyahu respondió a Bennett citando comentarios que hizo hace 3 años de que “el futuro de nuestros hijos y nietos es mucho más seguro hoy que ayer, y creo que aquellos que se burlaron y criticaron a Netanyahu sobre el asunto iraní deberían agradecerle”.
El portavoz del Likud agregó: “En lugar de mentir y quejarse, Bennett estaría mejor si cancelara hoy la política ‘sin sorpresas’, a la que se comprometió el primer ministro alterno Yair Lapid, y comenzará una campaña para la opinión pública estadounidense contra el regreso de EE. UU. al peligroso acuerdo con Irán“.
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