Enlace Judío – La presidenta de la Cámara de Diputados de México, Dulce María Sauri, participó este jueves en el Foro de Parlamentarios Latinoamericanos contra el Terrorismo, organizado por el Congreso Judío Latinoamericano y la Cámara de Diputados de Argentina, en el que parlamentarios de América Latina se reunieron con motivo del 27 aniversario del atentado contra la AMIA y con el objetivo de abrir el debate para enfrentar los actos de terrorismo internacional.

“Recordar el pasado es reconciliar la memoria de nuestros principios. A 27 años del gravísimo atentado terrorista del 18 de julio de 1994, quiero extender mi respeto y mi solidaridad con toda la comunidad judía, con el pueblo argentino y con todas las víctimas directas o indirectas de este lamentable hecho.

“Cuando recordamos un suceso como este, la solemnidad y la conmemoración nos sirve para alcanzar 2 propósitos: el primero es tomar conciencia de nuestro pasado para que lo ocurrido no se pierda en la liquidez del olvido y se rinda honor y justicia a los afectados. El segundo es reflexionar y condenar los hechos para que en ningún lugar y en ningún momento puedan volver a repetirse.

“La preparación de mi participación en este acto trajo a mi memoria el libro de mi paisana Sara Sefchovich, Demasiado odio, que a través de sus personajes nos lleva a conocer el vértigo de la violencia en alguna de sus formas más descarnadas y nos lleva a la búsqueda del sentido de la vida en medio de las circunstancias más oscuras. Entre sus páginas y fragmentos se pregunta, convocando al despertar de la conciencia: ¿por qué y cómo se convierte una persona en terrorista? ¿Por qué son tan crueles? ¿Por qué los gobiernos no hemos podido acabar con ellos a pesar de todos nuestros intentos? Dichos cuestionamientos guían mis palabras.

El terrorismo es uno de los fenómenos más complejos que enfrentamos en la actualidad. Sus causas, formas, objetivos y perpetradores atienden una infinidad de contextos históricos, culturales, económicos y sociales. Sin lugar a dudas, esta es una de las principales amenazas a la paz y a la seguridad internacional, que no distingue de religión, nacionalidad, etnicidad o región.

“A diferencia de otros crímenes en los que las víctimas y el daño son fácilmente identificables, este extiende sus efectos a un punto en que esta distinción se diluye. En el primer plano, esto se concentran en las víctimas que pierden la vida o que reciben alguna lesión material. Pero en un plano más profundo, nos damos cuenta de que su intención es atacar, mediante el esparcimiento del miedo, lo más profundo del espíritu humano y destrozar los cimientos del orden democrático, de la paz y de la justicia.

“¿Qué hacer para dar respuesta a este flagelo? Cito: “¿Qué puede el hombre contra la locura de todo?”, interpela Luis Cernuda en su prosa poética. La comunidad global, de forma consciente y contundente ha buscado respuesta y ha exhortado a los países a luchar contra el terrorismo, trabajando de común acuerdo, con un sentido de urgencia, para prevenir y reprimir sus expresiones, acrecentando la cooperación y convocando al cumplimiento pleno de las convenciones internacionales.

La lucha ha de hacerse, sin lugar a dudas, por la vía legal y con el apego pleno al derecho internacional y respetando los derechos humanos, además, ha de reconocerse la necesidad de que los Estados fortalezcan la cooperación internacional, adoptando nuevas medidas para prevenir y reprimir en su territorio por todos los medios legales, la financiación y preparación de todo acto terrorista.

El llamado global conmina a usar eficazmente los instrumentos y mecanismos multilaterales disponibles para hacer frente a la cambiante amenaza transnacional que plantea el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones.

“Señoras y señores, debo decir que el espíritu de México siempre ha estado y estará en favor de la paz y la justicia. México es y seguirá siendo un Estado soberano que cree profundamente en la acción efectiva del multilateralismo y más cuando existen flagelos como los que hoy tratamos a los cuales ningún país, por más poderoso que sea, es capaz de responder por sí solo.

“Es por ello que México el pasado 6 de julio ha reiterado en Nueva York, en la Séptima Revisión de la Estrategia Global contra el Terrorismo, su compromiso con la plena realización de este esfuerzo, la cual, se dijo, debe venir acompañada de la conclusión del convenio general sobre el terrorismo, y condenó nuevamente al terrorismo en todas sus formas y manifestaciones, reiterando que los perpetradores de estos crímenes no pueden quedar impunes, sino que deben ser detenido y procesados con pleno apego a la ley y el Estado de derecho.

“Presidentas y presidentes de los parlamentos latinoamericanos, nuestro compromiso y el de nuestros pueblos no es menor. Debemos trabajar desde nuestras funciones sustantivas para lograr la paz, la cual se basa en la política como medio, y no en el ejercicio de la fuerza. Debemos comprometernos con la defensa y expansión de los valores de la libertad y de los derechos humanos para hacer frente a esta amenaza a la convivencia humana y a la existencia misma de las democracias.

Hay que luchar por recordar. A través de la diplomacia parlamentaria a nuestros gobiernos y a todos los del mundo entero que existe una correlación directa entre la agenda de prevención del terrorismo y la de reconstrucción y fortalecimiento del tejido social, a partir de la plena realización de los derechos de todos y todas.

“Nuestros esfuerzos han de dirigirse al logro de la prevención que depende en gran medida de que logremos consolidar el desarrollo sostenible de todas las naciones y mediante la inclusión de una verdadera perspectiva de género. Es fundamental poner a las mujeres en el centro de la lucha contra el terrorismo y en la creación de la resiliencia comunitaria.

“Muchas gracias por esta iniciativa del parlamento de Argentina y de la comunidad judía latinoamericana para que nunca caiga en el olvido un lamentable hecho y que continuemos persistiendo en combatir en todo lugar y en todas sus formas el terrorismo que atenta contra la democracia y la convivencia entre las personas”.

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