Enlace Judío – El ministro de Asuntos Religiosos de Israel, Matan Kahana, estaría trabajando en un plan para liberalizar las conversiones al judaísmo, según un reporte publicado este miércoles por la cadena Kan, recogió The Times of Israel.

La propuesta de Kahana permitiría conversiones fuera de los auspicios del Gran Rabinato, autorizando a los rabinos municipales a realizar el rito religioso.

El trabajo en el plan estaría avanzado y podría darse a conocer al público dentro de 2 semanas, según la cadena.

“Esto está en la agenda. Según el acuerdo de coalición, los rabinos municipales volverán a convertir”, dijo el asistente de Kahana, el rabino Shay Weissman, en una entrevista con la emisora.

Actualmente, solo hay varias docenas de rabinos y 4 tribunales de conversión que pueden realizar legalmente conversiones al judaísmo en todo Israel.

En 2015, el gobierno derogó una iniciativa aprobada un año antes por el partido Yesh Atid del ahora canciller Yair Lapid que buscaba hasta 30 tribunales compuestos por rabinos municipales que habrían sido aprobados para realizar conversiones. También canceló una medida que permitía a los posibles conversos elegir su tribunal de conversión.

Se espera que la nueva legislación de Kahana siga los mismos principios de crear procedimientos de conversión más amigables y simplificados.

Probablemente permitiría a los conversos potenciales, especialmente entre los parientes de habla rusa de judíos que inmigraron de la ex Unión Soviética, pasar por alto a cualquier rabino estatal que se negara a convertirlos y encontrar un rabino que lo haga.

El reporte sale a luz después de que Kahana revelara el martes un plan para reformar la industria de certificación Kosher de Israel, lo que provocó una reacción negativa del Gran Rabinato y políticos ultraortodoxos.

“El sistema de Kashrut del Estado de Israel debe simplificarse significativamente”, dijo Kahana en un video en el que anunció las reformas propuestas. “La revolución que estoy liderando fortalecerá al Gran Rabinato y creará una competencia que mejorará el Kashrut, así como también reducirá el precio de la certificación Kosher para las empresas”.

El plan publicado por Kahana establecería una serie de agencias de certificación Kosher privadas que deberán mantener los estándares religiosos establecidos por el Gran Rabinato.

Las agencias privadas estarán autorizadas a emitir certificaciones que indiquen que están “bajo la supervisión del Rabinato“.

Se espera que cada agencia esté dirigida por un rabino certificado por el rabinato local de cada ciudad. Las agencias, que también deberán demostrar su viabilidad financiera, harán públicos los estándares religiosos que mantienen en su certificación.

El plan propuesto también vería la creación de un cuerpo supervisor general del Gran Rabinato para monitorear a las agencias privadas y asegurar que mantengan los estándares que han prometido cumplir.

Sin embargo, de acuerdo con el plan, si una agencia deseara emitir un certificado con un nivel de Kashrut más bajo que el del Gran Rabinato, puede hacerlo con la aprobación de 3 rabinos aprobados por el rabinato de la ciudad y emitir una certificación diferente, incluida una que se puede dar a los restaurantes abiertos en Shabat.

El Gran Rabinato se ha resistido durante mucho tiempo a cualquier reforma de su monopolio sobre la certificación Kosher en Israel y el proceso de conversión.

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