Enlace Judío México e Israel – Alberto Michán, único mexicano del equipo israelí, compitió por México antes y ahora va por una medalla en Tokyo 2021, con el equipo de Israel. Es un atleta de talla mundial y un orgullo para la comunidad judía de México. Conversamos con él en exclusiva. 

Enlace Judío: ¿Cuál es tu sentimiento como judío nacido en México el representar al Estado de Israel en estos Juegos Olímpicos?
Alberto Michán: La verdad es que es muy especial. Se formó un grupo de judíos a nivel mundial que teníamos ganas de hacer un equipo israelí. Yo representé a México muchos, muchos años. Tuve dos Juegos Olímpicos con México; en Londres quedé en quinto lugar en individual, y después de esto se hizo un grupo fuerte, encabezado por un muy amigo mío, Daniel Bluman, colombiano. Habían también personas de Estados Unidos, de Francia, de Israel, por supuesto, y queríamos ser un equipo fuerte, el cual pueda representar a Israel, que la bandera Israel y que su himno sonaran por todo el mundo y tratar de darle satisfacción y alegría a este país en el que tanto creemos.
Así se da el primer intento que hacemos como equipo para estar en unos Juegos Olímpicos. Y se consiguió. Se consiguió en Moscú, hace dos años, la calificación; ahora tenemos la fortuna de ir y de representar a Israel en un deporte que es nuevo para Israel, que mucha gente está muy interesada. Sabemos que la televisión ya compró todos los derechos para vernos y también esperando que el deporte allá con nosotros lo podamos hacer crecer. Que nuevas generaciones también vean este deporte como algo alcanzable.
EJ: ¿A qué se debe que en esta ocasión te integraste al equipo de Israel y no al de México como en 2012?
Porque me cambié ya a representar a Israel desde 2016, te digo, con este grupo que hicimos ,que queríamos hacer un equipo israelí y desde 2016 hicimos aliyá para poder tener nuestro pasaporte israelí. Desde aquel entonces he estado representando siempre a Israel en competencias internacionales a través de todo el mundo y nuestra meta era poder hacer esta olimpiada que se consiguió. Y bueno, ojalá ahora que podamos traer una medalla también para Israel.
EJ: Ahorita estás en Alemania  preparándote para ir a Tokio. Cuéntanos un poco qué haces.
Sí, mi yegua, que se llama Cosa Nostra voló hace tres meses a Europa. Hicimos unos entrenamientos aquí, unas competencias de nivel cinco estrellas. Es el nivel más alto para entrenarnos para ir a los Juegos Olímpicos. Por regulaciones sanitarias de Japón, todos los caballos del mundo se tenían que ver en Alemania. Aquí en un lugar se Aachen, que es un lugar muy famoso de caballos, en el cual nos tienen concentrados y han estado checando temperaturas, haciendo exámenes de sangre y también swaps en la nariz para ver también que no tengan ningún tipo de infección y que no vayan a contaminar a caballos o a otros animales en Japón. Entonces tienen que estar bajo ciertas regulaciones. Aquí en Aachem hicimos casi dos semanas y ya estamos en la parte final. Los caballos ya tuvieron todos sus exámenes. Nosotros tuvimos que hacer dos pruebas covid, que una fue hoy en la mañana, mañana tenemos la segunda y si sale negativo, el domingo en la mañana salimos, nosotros y los caballos volamos a Tokio.
EJ: Cuéntanos un poco de tu vida, de tu vida, Alberto. Sabemos que naciste en México, que estudiaste en el Colegio Americano; ¿qué más nos puedes platicar?
A.M. Como dices, nací en México. Desde muy chiquito, mis papás montaban caballo, entonces me metí a ese deporte desde muy chico y fue muy apasionado. En México era muy difícil vivir de los caballos. Entonces, después de que terminé el colegio y la universidad en el Tec de Monterrey, montaba yo y trabajaba en una fábrica de telas allá en México, y después empecé con una persona de Monterrey que tenía un criadero grande de caballos, que se llama Alfonso Romo, y empecé a montar caballos para él y tenía una yegua muy buena que se llamaba Rosalía.
Pude competir por México en el Centroamericano, el Panamericano, que tuve de medalla de bronce y me fui a Europa a entrenar para la Olimpiada de Londres. Quedé quinto lugar individual. Y después de eso me ofreció el señor Romo si me quería quedar en Europa con sus caballos y representar a México a nivel mundial allá. Y lo hice así hasta el 2016. Estuve cuatro o cinco años viviendo en Bélgica y compitiendo en todo el mundo.
Siempre cuento que había muchas noches que me despertaba y me tardaba cinco, diez minutos en acordarme en qué país estaba, porque nos tocaba ir a Noruega, Suecia, a Italia, a Francia, España… por todos lados. Era casi semanal. Pero (fue) una experiencia muy bonita, la verdad. Eso fue algo inolvidable. Conocí todo el mundo. Pude competir para México y y obtuve unos muy buenos triunfos. Y después en el 2016 me ofrecieron un trabajo en Florida, que por razones también de estar más cerca de la familia y todo era más cómodo. Me mudé a Florida, donde sigo viviendo. Estoy casado con Ana. Tengo tres hijos, Elías, Alex y Sofía, y van a una escuela judía en Estados Unidos, cerca de Palm Beach Gardens. Estamos muy contentos ahí. Tengo mi negocio, doy clases de equitación, tengo compra y venta de caballos y hago también un poquito de deporte, increíble.
EJ: ¿Cuántas medallas has ganado?
AM: Centroamericanas tengo ocho de oro. Tengo una medalla de bronce panamericana. Estos van a ser mis terceros Juegos Olímpicos. He hecho tres Juegos Mundiales y tres Copas del Mundo.
Alberto Michán
EJ:  Cuéntanos cómo fue que surgió tu pasión por la equitación desde chiquito.
AM: Mi mamá montaba desde chica en México y mi papá empezó un poquito de rebelde, creo yo. Le gustaron los caballos, se metió a la chatarrería y cuenta que una vez mi papá estaba en un equipo de charros para representar a Argentina y los habían mandado a un hípico allá, en el Estado Mayor Presidencial. Y vio allá a mi mamá y dicen que la lanzó y que le dijo que de tenía que dejarlo invitarla a cenar y ahí se conocieron y siempre estuvieron un poquito en el mundo de los caballos.
Así es que cuando yo nací, mi mamá dijo ‘seguimos en los caballos, pero nos vamos al salto porque la charrería es demasiado rudo para mí. Y así empecé yo en el salto y desde muy, muy chiquito era mi vida y mi pasión. Me encantaba, todos los fines de semana, estar ahí montando los caballos, ir a las competencias y pues ya, ya tenemos muchos años involucrados en esto.
EJ: ¿Cuáles son tus expectativas, Alberto, para estos Juegos Olímpicos?
AM:Bueno, como te digo, creo que no es fácil para un equipo nuevo aspirar a medallas, pero creo que tenemos experiencia. Ya son mis terceros juegos y creo que tengo un caballo muy bueno. Hemos tenido buenos resultados, creo que vamos muy bien preparados y todo puede pasar. Me siento en el nivel, pero como yo, hay países muy fuertes como es Alemania, Francia, Suecia, Irlanda. Siempre es difícil conseguir una medalla, pero bueno, ya estuve muy cerquita la vez pasada y espero que en esta ocasión tenga suerte y podamos regresar con una medalla.
EJ: Cuéntanos un poco de tu caballo de Cosa Nostra.
Es una yegua que nació en Alemania, pero cuando era muy chiquita, la persona que cría, era una persona muy grande en Alemania y cría 1000 caballos al año y hace los caballos que él cree que no van a ser muy buenos o tienen algún defecto o algo,  hace un grupo de caballos y los vende, sobre todo en Europa del Este. Y Cosa Nostra se fue en uno de esos grupos y un amigo mío que es húngaro me llamó y me dijo: ‘oye, creo que hay una yegua muy especial. Tiene cuatro años’ —ya tenía cuatro años en aquel entonces— deberían de verla’, y la vimos yo y mi hermano Daniel y nos gustó muchísimo.
Mi hermano la compró con un amigo suyo en México y se fue para México desde que tenía cuatro años y mi hermano la empezó a montar, le hizo los campeonatos cuando tenía 5, 6 y 7 años de edad la yegua, y después de eso tenían ellos como meta venderla. Entonces, a la edad de 8 la mandaron a Estados Unidos, la iban a vender ahí y mi hermano, por accidente, un día se rompe un dedo y me pide que monte a la yegua y que la compite. Y cuando la monté y la salté me enamoré de ella y dije ‘¡que caballo tan increíble!’ Gracias a un grupo de gente y de amigos pudimos comprar la yegua para que yo me la pudiera quedar y para hacer deporte, y nuestra meta siempre fueron estos Juegos de Tokio. Así que este fue un plan que construimos y hemos trabajado para ello.
programa del equipo de Israel para lTokio 2021
EJ: ¿Ha sido mucho entrenamiento para los Juegos Olímpicos?
AM: Sí, claro, entrenamos mucho. Yo normalmente todos los días estoy montando de siete y media, ocho de la mañana hasta las 4:00 de la tarde. Es un deporte que toma mucho tiempo y que no da muchas vacaciones porque uno se va, el caballo se queda sin trabajar; no es como tal vez otros deportes, como el tenis, que cuando terminas puedes tener un season off y puedes descansar, y pues aquí el caballo tiene que salir de la caballeriza, así que es muy demandante y hay que estar encima de ellos para sacarlos todos los días y que hagan su ejercicio y que estén en forma, llevarlos a competencias. Así que sí se requiere de mucho tiempo y esfuerzo,
EJ: ¿Quiénes son tus tres compañeros del equipo ecuestre israelí y cómo es la dinámica?
AM: Viene Danielle Goldstein, que es una niña que nació en Nueva York y también se cambió al equipo. Ella, de hecho, fue la primera que se cambió al equipo israelí. La segunda es una niña de California que se llama Ashley Bond. Es una jinete también muy buena que, por Estados Unidos, estuvo en los equipos, que ella se cambió creo que hace dos años; y el tercero es un chico nuevo. La verdad es joven, se llama Teddy Vlock, también es de Nueva York. Se cambió hace poco y la verdad tiene uno de los mejores caballos del mundo, es un caballo extraordinario que se llama Amsterdam y han hecho súper resultados y creo que tenemos un buen chance como equipo y estamos muy unidos, muy contentos.
Aparte que el tema judío a través del mundo sabemos cómo es. Nos nos une y nos da fuerza. Y tenemos mucha gente atrás de nosotros, no solo Israel, que ha sido increíble. Pero los judíos del mundo han estado atrás de nosotros y creo que nos dan una fuerza y una energía que se siente solo con este país.

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