Enlace Judío México e Israel – La palabra jazán, que se traduce al español como “cantor”, designa a aquella persona que tiene la función de entonar las oraciones y guiar la liturgia durante el servicio religioso de la sinagoga.

El cantor ocupa un papel preponderante dentro de la vida religiosa comunitaria judía. De hecho, en tiempos pasados también era responsabilidad del jazán llevar los rollos de la Torá, abrirlos en el lugar específico de la lectura y devolverlos al Aron haKodesh (Arca Sagrada); anunciar en lo más alto del templo el comienzo del sábado y de las fiestas principales; y tocar el shofar, entre otras cosas.

Se sabe que, en comunidades pequeñas, en el pasado se le encomendaban también funciones variadas como las de predicador, juez y maestro.

Sin embargo, ocupar el puesto de baal tefilá (conductor de las oraciones) no es sencillo: el jazán debe tener un amplio conocimiento de la literatura bíblica y litúrgica; poseer una voz privilegiada, majestuosa y hermosa (ya que con su canto y voz individuales guía e inspira el canto colectivo); y tiene que ser elocuente.

No sólo eso: por ejemplo, el insigne Rabino Moisés Minz de Bamberg, en la Bavaria del siglo XVI, comentó que un jazán tenía que ser “humilde, querido por todos, de voz agradable y aptitud afable, y debe aspirar el grado más alto de devoción”.

En la actualidad, las actividades de un jazán varían de acuerdo a las necesidades de la congregación, del rito, tradiciones y costumbres, así como de las particularidades del lugar en que se encuentran.

Un buen ejemplo de ello es Moishe Mendelson, quien lleva cuarenta y nueve años en activo como jazán de la Kehilá Ashkenazí, ya que comenzó con esta labor en mayo de 1972.

Yacob Moshe Mendelson, más conocido como Moishe Mendelson, nació en Jerusalén, en el seno de una familia ortodoxa que se asentó ahí desde hace más de tres siglos, y que cuenta con una tradición de más de 14 generaciones de cantores litúrgicos.

Moishe incursionó en el canto desde la más tierna infancia, al lado de su abuelo, un prominente baal tefilá y compositor litúrgico. Durante una entrevista, comentó que su madre solía decir que, de pequeño, comenzó a cantar antes de hablar.

En su adolescencia formó parte del coro del rabino Zalman Rivlin, y en su periodo de servicio militar fue cantante y jazán en el ejército de Israel. Tiempo después formó parte del grupo Bar Ilán, interpretando cantos jasídicos y música popular judía. Más adelante ingresó en el coro de la sinagoga Eijal Shlomo y después obtuvo el puesto de jazán en la sinagoga Ramá, de Tel Aviv.

Fue ahí donde lo escuchó León Bronstein, miembro de la Kehilá Ashkenazí de México e, impresionado, lo invitó a venir a México. Así, con un contrato por un año de prueba, comenzó el trabajo de Moishe Mendelson en la Kehilá Ashkenazí y su vida en México.

Desde entonces, Moishe Mendelson ha desempeñado un papel muy activo en la educación religiosa: como parte de su función como jazán dentro de la Comunidad, ha sido maestro de música, enseñando a adultos a rezar e instruyendo a las nuevas generaciones para el rito de Bat y Bar Mitzvá; también ha impartido clases a jóvenes de la organización religiosa B´nei Akiva sobre cómo dirigir los rezos y oficios sinagogales.

Además, no se ha limitado a la música judía sacra; de hecho, ha incursionado en géneros musicales ajenos a su formación como jazán, arriesgándose a introducir arreglos y sonidos diferentes, como los instrumentos de
mariachi, con lo que ofrece un estilo sui generis.

Así, cuenta con un vasto repertorio dentro de su novedoso género musical, que refleja la simbiosis cultural judeo-mexicana y que cubre diversos motivos: tiene piezas de tipo religioso y litúrgico, como Ein keloheinu (No hay nadie como nuestro Dios), himno que data del siglo IX y que es cantado por judíos ashkenazíes y sefaradíes al final del servicio matutino del sábado; o como Halelu (Alabanza), integrada por porciones del libro de los Salmos y que forma parte de la liturgia que se canta en las Shelóshet Haregalim (Fiestas del Peregrinaje: Pésaj, Shavout y Sucot), así como la de Janucá.

Del mismo modo, se puede ver su genio y talento en la música tradicional klezmer, tanto como solista, acompañado por un mariachi, como en colaboraciones como la que realizó con el grupo Klezmerson, que mezcla sonidos de la música tradicional klezmer con ritmos y sonidos latinos del sur de México. Con ellos participó en la canción Zuntik (Domingo, en idish), que forma parte del álbum homónimo, distribuido de forma independiente en 2011.

Sin duda alguna, en las interpretaciones de Moishe Mendelson el espectador puede percibir no sólo sus firmes raíces judías, sino también su identidad y pertenencia cultural como judeo-mexicano y su pasión por lo que hace. Como él mismo afirmó en el programa que hicieron sobre él en Canal 14, dentro de la serie “Maestros Olvidados”: “Yo soy afortunado (…), estoy agradecido con D-os que me dio este don y también maneja mi vida. (…) Gracias a D-os que estoy alegre, estoy feliz, me gusta cantar, me gusta que la gente esté feliz. Yo hago mi trabajo con toda mi alma, esa es mi vida.”

Obras consultadas

•Gojman de Backal, A. (1993). Generaciones judías en México: la kehila ashkenazí (1922-1992) (v.4). México: Comunidad Ashkenazí de México.

•Muñoz, S. (2012). Maestros Olvidados. Jazán Cantor Judío. Moishe Mendelson [Video]. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=7PJXp5pV9io&t=708s

•Newman, Y., y Siván, G. (1983). Ein Kélohénu. Judaísmo A-Z. (1ª ed.). Jerusalem: Departamento de Educación y Cultura Religiosa para la Diáspora de la Organización Sionista Mundial, p.56.

•Weinfeld, E., y Babani, I. (1948). Cantor. Enciclopedia Judaica Castellana. (1ª ed.). México: Enciclopedia Judaica Castellana, pp.528-530

Fuente: Vitral, julio 2021. CDIJUM.


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