Enlace Judío – Israel registró hoy un nuevo aumento de casos graves de COVID-19, conforme avanza la aplicación de la tercera vacuna a personas de 60 años en adelante, informó Haaretz.
El número de casos graves ascendió a 212, el más alto desde abril, con 37 pacientes en estado crítico y 37 intubados.
Según los datos del Ministerio de Salud, el sábado se diagnosticaron 2,080 nuevos casos de COVID-19 con un índice del 3.17% de pruebas positivas, un fuerte aumento con respecto a la semana anterior y el más alto desde que la variante Delta comenzó a extenderse en Israel.
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Decenas de miles de israelíes de 60 años en adelante ya han reservado citas con los distintos servicios de salud para recibir la tercera vacuna contra COVID-19.
El director general del Ministerio de Salud, Najman Ash, instó este sábado a mayores de 60 años a vacunarse. Subrayó que no es necesario realizar una prueba de anticuerpos antes de recibir la vacuna de refuerzo.
Los expertos que asesoran a la dependencia sanitaria recomendaron la semana pasada aplicar una tercera dosis de la vacuna, a pesar de que aún no existen suficientes datos sobre la eficacia y seguridad de este refuerzo.
Un estudio de la Universidad Hebrea de Jerusalén publicado el martes sugiere que la eficacia de la vacuna para prevenir síntomas graves entre mayores de 60 años ha descendido del 97 al 81 por ciento con la variante Delta, recogió The Times of Israel.
De acuerdo al estudio presentado al gobierno, en menos de tres semanas podrían registrarse 400 casos graves en Israel si no se toman medidas para frenar el contagio. Los investigadores advirtieron que la cifra de casos graves y de pacientes intubados ha aumentado a un ritmo similar al observado en julio de 2020. Al mismo tiempo, indicaron que las vacunas tienen una eficacia del 90 por ciento para prevenir muertes.
Hasta el momento, más de 5.7 millones de israelíes han recibido la primera vacuna y más de 5.3 millones fueron vacunados con dos dosis. La tercera vacuna aún no ha sido aprobada en Estados Unidos o en la Unión Europea. Mientras tanto, Noruega ha iniciado el primer estudio a gran escala sobre la estrategia con la participación de miles de pacientes.
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