Enlace Judío México e Israel – Menos de 24 horas después de hacerse con una histórica medalla de oro para Israel, el gimnasta Artem Dolgopyat tiene un nuevo objetivo: los Juegos Olímpicos de Verano de París 2024.
“No vamos a detenernos, vamos a seguir adelante con nuestro enfoque en París y prepararnos para eso y traer honor al país”, dijo Dolgopyat en una conferencia de prensa en video para periodistas israelíes este lunes de acuerdo al reporte de The Times of Israel.
“Necesitamos comenzar a pensar en una nueva rutina y verificar todas las nuevas reglas y comenzaremos a trabajar y veremos qué puntajes obtenemos”, agregó.
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Sergey Weissburg, entrenador de Dolgopyat desde hace mucho tiempo, se hizo eco de ese sentimiento.
“Tomaremos una semana o un mes, y luego comenzaremos a trabajar de nuevo.Tenemos un plan para continuar con los próximos Juegos Olímpicos, todo el equipo de gimnasia y Artem”, resaltó.
El modesto atleta de 24 años todavía parecía estar adaptándose a la realidad de ganar una medalla de oro para Israel, habiéndose convertido instantáneamente en una celebridad israelí cuando llegaron las llamadas del primer ministro y el presidente y las felicitaciones de casi todos en Israel, incluso Gal Gadot.
Pero Dolgopyat dijo que no busca fama, acuerdos de patrocinio o incluso más seguidores en Instagram.
“No sé cómo será cuando regrese a Israel, hasta ahora definitivamente no era muy conocido o reconocido. Quiero seguir siendo modesto como soy, y no pensar en las cosas que me rodean y simplemente hacer mi trabajo”, resaltó.
El gimnasta dijo que cuando regrese a Israel quiere concentrarse en el deporte, no en la celebridad.
“Realmente no quiero todas esas otras cosas. Creo que solo me presionará más. Creo que traer honor al país y obtener medallas … es mucho más importante que todo lo demás”, enfatizó.
Dolgopyat dijo que se sintió emocionado al recordar su viaje de toda la vida hacia este momento y todas las personas que lo apoyaron en el camino.
“Entré por primera vez a una sala de gimnasia a los seis años, y vi a niños más grandes haciendo volteretas y saltos mortales e inmediatamente me enamoré del deporte. Mis padres siempre me fijaron metas … ya a los seis años vieron que tenía talento y desde el primer día creyeron en mí y me dijeron que llegaría a los Juegos Olímpicos”, relató.
Pero dijo que él mismo no creía necesariamente en ello.
“Cuando lo pienso ahora, quiero llorar. No creía totalmente que sucedería … pero todas las personas a mi alrededor me apoyaron, y estoy muy feliz de estar rodeada de ellos y siempre me empujaron más y creyeron en mí”, detalló.
Una de esas personas fue el también gimnasta Alexander Shatilov, quien ha representado a Israel en cuatro Juegos Olímpicos consecutivos, incluido Tokio, pero nunca logró llevarse una medalla a casa. Shatilov, de 34 años, fue mentor de Dolgopyat a lo largo de los años.
“Todavía estamos en euforia. Es un logro increíble. Todavía me pellizco para comprobar si estamos soñando”, dijo Shatilov.
Dolgopyat le dijo a Shatilov que estaba “un poco desanimado” porque ambos no llegaron a las rondas finales de la gimnasia artística, pero “fue un mes divertido para trabajar con ustedes juntos, uno al lado del otro, y estoy feliz de que estaban los dos aquí “.
Shatilov también compitió en el ejercicio de piso en los Juegos de Tokio, pero no avanzó a la final. Además del ejercicio de piso, donde ganó el oro, Dolgopyat compitió en el caballo con arcos, pero no llegó a las rondas finales.
Y con los Juegos de 2020 a sus espaldas, Dolgopyat ya está planeando sus movimientos futuros.
“Espero poder continuar de esta manera y tener éxito y ganar aún más logros, múltiples medallas”, dijo, y señaló que tiene mucho espacio para mejorar en los otros eventos de aparatos, incluido el caballo con arcos, salto, anillos fijos y barras horizontales.
Y en línea con su enfoque tranquilo y modesto, Dolgopyat se negó a abordar su vida personal, luego de que su madre revelara el domingo que no puede casarse con su novia de tres años en Israel debido a su estatus religioso.
Dolgopyat, que nació en Ucrania y se mudó a Israel a los 12 años con su familia, es judío por parte de su padre pero no por parte de su madre, lo que le otorga el estatus de “sin religión” en Israel y le impide casarse en el país, junto con cientos de miles de otros israelíes.
“Es mi vida personal y creo que no es tan apropiado hablar de ello frente a todo el país”, dijo a los periodistas este lunes cuando se le preguntó. “Estas son cosas que están en mi corazón y mis propios problemas personales, así que prefiero no responder eso”.
La prometida de Dolgopyat, Maria Seikovitch, le dijo al Canal 12 el lunes que le propuso matrimonio el año pasado, mostró su anillo a las cámaras y dijo que “entendía las reglas del juego” con respecto a las leyes matrimoniales israelíes.
También decidió no opinar sobre la subvención de más de 155 mil dólares que recibirá del Comité Olímpico de Israel por su medalla de oro. Recibirá otros 55 mil 814 dólares de su patrocinador, Bank Hapoalim, y 18 mil 604 dólares de Maccabi Israel.
“Mi sueño era conseguir la medalla, no cuánto dinero ganaré. Todo lo demás es solo una ventaja”, concluyó.
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