Enlace Judío México e Israel – La primera vez que leí el Génesis (Bereshit) iba en la universidad, nunca había tenido la oportunidad de ahondar o desarrollar plenamente en mis creencias y apenas empezaba asistir a clases sobre judaísmo. Irónicamente no leí los primeros pasajes en mi templo sino en el salón de clases. Recuerdo la fascinación que sentí por la belleza del lenguaje y la sabiduría de las historias. Muchos de mis compañeros que no creían en D-os compartían el mismo sentimiento de admiración por el texto. Para mí, eso un símbolo de la universalidad de la Torá, habla tan de cerca sobre la realidad humana y con tal profundidad que incluso uno puede no creer en D-os y enriquecerse de su sabiduría; pues como menciona rab Hirsch “la Torá no pretende decirnos cómo son las cosas en el Cielo, sino cómo deberían serlo en nuestras casas y nuestros corazones” (Hirsch, Horeb).

sefer Torá con mitzvotFinalmente la historia de la Torá es la historia de la relación entre D-os y el hombre desde la Creación del mundo hasta el final de los tiempos, su objetivo según lo ve este gran rabino es enseñarnos a perfeccionar nuestras relaciones tanto en el ámbito físico como en el emocional, intelectual y espiritual de tal forma que “santifiquemos nuestra existencia y nuestras acciones en la tierra y la Gloria Divina more entre nosotros” (Horeb). Es decir la Torá nos fue dada a los hombres para que aprendamos a convivir con el mundo que se presenta frente a nosotros. De ella, podemos destacar dos elementos principales: las historias que nos cuenta y los mandatos que nos da.

A los mandatos les llamamos “mitzvot” y son la forma que tenemos de poner en práctica nuestro judaísmo; es a través de ellas que realmente adquirimos la sabiduría trasmitida a nosotros por el texto sagrado. En mucho sentidos son el corazón de la enseñanza y la práctica judía. El siguiente artículo pretende ser una introducción pequeña a los temas filosóficos que el concepto de “mandato divino” abre en el judaísmo y algunas de las formas que ha sido abordado por la tradición judía.

Naturaleza de las mitzvot

Las mitzvot y D-os

El primer cuestionamiento que surge cuando hablamos de un mandato divino es en qué radica la divinidad de ese mandato, qué quiere decir que D-os nos dé ordenes y cuál es la naturaleza del mismo. Esta discusión está directamente ligada a la forma en que D-os se presenta dentro de la Torá. D-os toma muchos nombres en el texto sagrado cada uno de ellos muestra caras distintas de cómo se presenta frente al hombre y las exigencias que tiene sobre él. La naturaleza de las mitzvot y la exigencia sobre su cumplimiento será definida en base a la cara de D-os que se vea.

D-os como Creador del Universo

Cuando pensamos en D-os como el Creador del Universo, el Ser que mantiene con vida todo lo que existe. Las ordenes que da son entonces la prolongación de la vida, la forma de mantener en balance el mundo en que vivimos. Obedecer las mitzvot en ese sentido implica no lastimar el movimiento que el mundo naturalmente tiene y ser participe de él. Más aún las mitzvot y la Torá se convierten en la base del mundo y el sustento del mismo.

D-os como Soberano

En la Torá también se habla de D-os como Rey y Soberano y se menciona un plan divino para el mundo. Esta percepción de D-os implica que la Creación tiene una dirección específica hacia la cual se dirige, pues esta sujeta a la voluntad divina. Las mitzvot en este caso son vistas como el medio bajo cual el hombre cumple con esa voluntad y ayuda a D-os en la dirección del mundo.

D-os como Maestro del hombre

Otra perspectiva presente en los textos judíos es que D-os se le revela al hombre para trasmitirle un conocimiento moral. La Torá en esta forma nos narra la interacción de D-os con el hombre a través de la historia. Bajo esta perspectiva las mitzvot son la forma en que el hombre adquiere sabiduría y el aprendizaje que D-os le trasmite. Bajo esta luz fueron dadas para el perfeccionamiento del carácter y hacerlas lleva a la persona a un proceso de superación continua.

¿Las mitzvot tienen razones o motivos?

niños estudiando mitzvotLa segunda discusión que surge cuando se habla de mandatos divinos es si uno debe obedecer los mandatos de D-os porque encuentra razones en ellos o porque D-os los ordena. Es decir, los rabinos discuten cómo debe uno acercarse a D-os ¿podemos realmente entender sus motivos? Aquí la discusión se divide nuevamente en tres: hay rabinos racionalistas como Rab Saadia Gaón y el Rambam que piensan que hay un orden perfecto en el mundo, la Torá y las mitzvot; ven en los mandamientos una forma de acceder al pensamiento divino. Para ellos cada mitzvá tiene una explicación lógica y perfecta de porque se hace y el hombre debe aspirar a entenderla.

Por otro lado existen rabinos como Rashi que remarcan el contraste entre el misterio de la Divinidad y el razonamiento humano. El hombre al ser limitado jamás entenderá a la perfección a D-os y por ende cada explicación racional que busque para explicar tanto las acciones divinas como las mitzvot son respuestas personales sin existencia más que para el que las busca. Bajo esta luz uno debe aceptar y obedecer las mitzvot porque fueron dadas por D-os, no por los motivos personales que encuentre en ellas, pues esos motivos cambian con el tiempo. A veces incluso proponen no buscarle razones a las mitzvot.

Un tercer grupo propone que las mitzvot fueron dadas al hombre y a cada individuo para el perfeccionamiento del carácter. Estos rabinos defienden que cada mitzvá trae un aprendizaje a quien la pone en práctica y que en efecto ese es el motivo de las mitzvot. Incluso hay rabinos que mantienen que el que cumple con la mitzvá sin cumplir con el objetivo de la misma, es decir sin cambiar internamente y sin hacerlo con la intención que debería no cumplió con el mandato en absoluto.

Elaboración rabínica de las mitzvot

Las mitzvot se encuentran dentro de la Torá, para poder ser puestas en practica han sido estudiadas y catalogadas por la tradición judía a lo largo de los milenios. La tradición oral que hoy se encuentra primordialmente recopilada en el Talmud nos explica como llevar a cabo los mandatos. Por ejemplo, cuando la Torá ordena usar tefilin, es la tradición oral (el Talmud) la que nos explica qué es un tefilin, como se fabrica y cómo debe tratarse. En base a ese dialogo que existe entre la tradición oral y las mitzvot de la Torá surge la halajá la ley judía. Éste es un sistema que ordena los dictamenes legales de los grandes rabinos.

Las 613 mitzvot

Para facilitar el estudio de las mitzvot a lo largo de los siglos han surgido formas de explorarlas, cuantificarlas y clasificarlas. Una de las cuentas más famosas es la afirmación de que en total existen 613 mitzvot, esta cuenta se encuentra en el Talmud y es apoyada por varios de los sabios de ese momento. Sin embargo, hay rabinos que la han cuestionado y no es una premisa que uno esté obligado a creer. Aún así muchos libros de halajá en la Edad Media surgieron buscando explicar cada una de las mitzvot de la Torá y usaron esta cuenta para enumerar uno por uno los mandatos. El número también ha servido para hacer ciertas clasificaciones como las de Rambam que divide las mitzvot en 248 miztvot positivas (que requieren una acción activa de la persona) y 365 mitzvot negativas (prohibiciones).

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