(JTA) — Arizona se ha convertido en el octavo estado en comenzar a revisar si los planes de Ben & Jerry de retirarse de sus negocios en Judea y Samaria (Cisjordania) ameritan sanciones bajo su ley contra el movimiento de boicot a Israel.

En correos electrónicos obtenidos por la Jewish Telegraphic Agency, el tesorero del estado pidió la semana pasada a Unilever, la empresa matriz del fabricante de helados, que cumpliera con su ley de 2016.

Requiere que las entidades estatales, incluidos los fondos de pensiones, se deshagan de las empresas que boicotean a Israel o de las empresas en territorios bajo el control de Israel, incluida explícitamente Judea y Samaria.

La oficina del tesorero le dio a Unilever 90 días para hacerlo. Unilever y Ben & Jerry’s han dicho que no siguen el movimiento para boicotear, desinvertir y sancionar a Israel, o BDS, porque solo buscan retirarse de Judea y Samaria y planean continuar las ventas en Israel.

Hay 34 estados en total que requieren que sus gobiernos dejen de hacer negocios con empresas que boicotean a Israel, y 21 de ellos, como Arizona, incluyen boicots de asentamientos en Judea y Samaria en sus definiciones.

Hasta ahora, se sabe que ocho estados han provocado revisiones similares que podrían resultar en la desinversión de Ben & Jerry’s y Unilever. Además de Arizona, Nueva York, Nueva Jersey, Florida, Texas, Illinois, Maryland y Rhode Island han iniciado procedimientos formales.

“Esto es significativo porque Arizona es un socio comercial importante con Israel”, dijo en un comunicado IAC For Action, el brazo legislativo y de formulación de políticas del Consejo Israelí-Estadounidense, que inició la revisión con una solicitud formal.

De la traducción (c)Enlace Judío México
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