Enlace Judío – El estado norteamericano de Arizona ha desinvertido todos sus fondos públicos de Unilever, la corporación matriz de Ben & Jerry’s, a la luz de la decisión de la empresa de helados de detener sus ventas en los asentamientos israelíes de Judea y Samaria (Cisjordania). Esto marca la acción más significativa tomada hasta la fecha a nivel estatal, de acuerdo con el periódico Haaretz.

La tesorera de Arizona, Kimberly Yee, anunció el martes que venderán todos los pagarés que el estado tiene en préstamos a Unilever, luego de que su oficina informara a la compañía el mes pasado que la decisión de Ben & Jerry’s viola directamente la ley de Arizona.

La legislación estatal anti-BDS, aprobada en 2016, estipula que las entidades estatales públicas no pueden invertir dinero en una entidad que boicotea a Israel o territorios bajo control israelí.

Yee dijo que le dio un ultimátum a Unilever: revertir la decisión de Ben & Jerry’s o irían adelante con la desinversión.

Arizona no hará negocios con empresas que estén intentando socavar la economía de Israel y haciendo caso omiso de la ley de Arizona“, dijo Yee. Agregó que como directora de banca e inversiones de Arizona, “estoy con Israel y no permitiré que los dólares de los contribuyentes se destinen a esfuerzos antisemitas y discriminatorios contra Israel“.

Las inversiones del estado en Unilever están en bonos y papel comercial, según el Arizona Daily Star. Un comunicado de prensa de la oficina de Yee dijo que se han reducido de 143 millones de dólares en junio de 2021 a un nivel actual de 50 millones, y bajarán a cero el 21 de septiembre después de que venza su última inversión.

Arizona es uno de los 8 estados que se sabe que han investigado si las leyes anti-BDS a nivel estatal son aplicables a la decisión de la compañía de helados, luego de que el gobierno israelí pidiera abiertamente que los más de 30 estados de EE. UU. con tales leyes tomen medidas punitivas contra Unilever y Ben & Jerry’s.

Arizona es uno de los 21 estados que incluyen explícitamente los boicots a los asentamientos como parte de sus respectivas definiciones de lo que constituye un boicot a Israel.

Los expertos han previsto las inversiones como una de las dos áreas en las que estas leyes de BDS podrían afectar a Ben & Jerry’s, la otra relacionada con los contratos estatales. Unilever, por su parte, permite a Ben & Jerry’s mantener una junta independiente para tomar tales decisiones sin su aprobación, y ha respetado este acuerdo tras la decisión.

Ben & Jerry’s ha sostenido que su decisión no constituye un boicot a Israel, argumentando que “la venta de helados en el territorio palestino ocupado es inconsistente con nuestros valores”, y su alto liderazgo ha dicho además que la compañía nunca discutió una retirada completa, desinversión o boicot de Israel.

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