Enlace Judío – La madre de Barel Shmueli, el soldado herido de gravedad por un disparo en la cabeza durante los disturbios en la frontera con Gaza este sábado culpó directamente a las autoridades israelíes por el incidente, informó The Times of Israel.

“Mi hijo está luchando por su vida, por su sangre y su alma, por nada”, dijo Nitza Shmueli a la radio 103 FM esta mañana. “El país no lo vale, y no estoy recibiendo ninguna respuesta. Un terrorista de 12 años le dispara a quemarropa, y todo ello sabiendo que nuestros combatientes no están autorizados para disparar y responder. ¿Por qué enviaron a mi hijo? ¿Por qué? Quiero una respuesta”.

Barel Shmueli resultó herido cuando los alborotadores palestinos se dirigieron hacia la valla de seguridad durante los violentos disturbios alentados por Hamás. En un video ampliamente difundido en las redes sociales, se podía ver a los alborotadores intentando destruir y luego arrebatar el arma del soldado que se asomaba por un agujero en el muro de concreto. A continuación, se podía ver a un hombre corriendo hacia el muro, sacando una pistola que llevaba guardada en la cintura y disparando tres veces a quemarropa través del agujero. Uno de los disparos alcanzó a Shmueli en la cabeza.

La madre señaló que su hijo seguía en estado crítico y luchando por su vida.

“No está bien. Necesitamos muchas oraciones, pido y ruego a la gente que rece para que nuestro Barel se recupere, que vuelva a su familia, a la vida”, expresó.

El Centro Médico Soroka de Be’er Sheva informó hoy que Shmueli continúa en estado crítico, inconsciente e intubado, después de haber sido sometido a una serie de cirugías el domingo.

Nitza arremetió contra el primer ministro Naftali Bennett y el jefe del Estado Mayor de las FDI, Aviv Kohavi, por no haber visitado a su hijo en el hospital.

“El Sr. Bennett llamó a las 10:30 de la noche y preguntó al padre de Barel: ‘¿Cómo está Yossi? ¿Cómo se encuentra?[Su padre] le respondió: ‘Se llama Barel'”.

“Oh, lo siento. ¿Cómo está?” preguntó entonces Bennett, según Nitza. “¿El primer ministro tiene que llamar y preguntar cómo está? ¿Dónde está? ¿Dónde? ¿Dónde está el jefe del gabinete?”

Yossi es el nombre del padre.

Nitza enfatizó que se sintió más reconfortada por una llamada que recibió a última hora de la noche del líder de la oposición, Benjamín Netanyahu, exprimer ministro, que actualmente está de vacaciones en Estados Unidos.

“Benjamín Netanyahu llamó a medianoche, con preguntas y buenos deseos. Lloró por teléfono, lloró. Conocía todos los detalles, preguntó por las cirugías. El Sr. Bennett ni siquiera sabía su nombre, preguntó en qué hospital estaba. Qué vergüenza”.

El lunes por la mañana, Bennett escribió en un mensaje de Twitter que había hablado con el padre de Barel y comprendía el dolor y el enojo de la familia.

“Hablé anoche con el padre del combatiente herido, Barel Hadaria Shmueli”, escribió Bennett, “y envié oraciones en nombre de todo el pueblo de Israel por la recuperación de su hijo héroe. Comprendo el dolor de la familia y me duele junto a ellos”.

Bennett dijo que el incidente se está investigando, “se aprenderán las lecciones y las conclusiones se me presentarán pronto. Saldaremos cuentas con todo aquel que daña a nuestros combatientes y civiles”, reiteró.

Las primeras conclusiones de la investigación militar sobre los actos de violencia ocurridos el sábado en la frontera con Gaza indican que las fuerzas no estaban preparadas para la repentina avalancha de alborotadores que avanzaron hacia la valla de seguridad. Los soldados estacionados en la frontera no abrieron fuego inmediatamente contra las masas que atacaron repentinamente la valla, por temor a que pudieran alcanzar a civiles, mujeres y niños que se encontraban en la zona, dijo una fuente militar.

El padre de Shmueli dijo el domingo que lo único que desea es que su hijo viva, pero criticó al ejército por el “error” que permitió a los alborotadores acercarse a la valla y abrir fuego.

“Solo pido que viva, no más que eso. Que todo el pueblo de Israel rece por su recuperación”, expresó el padre.

Según la investigación preliminar, el ejército desplegó fuerzas adicionales en la valla de seguridad pero no anticipó la escalada de violencia debido a las declaraciones públicas de Hamás previo a los disturbios.

La sección del muro de concreto donde se produjo el ataque se construyó tras los recurrentes disturbios a lo largo de la frontera con Gaza en 2018. Sin embargo, solo funciona como una posición defensiva cuando la multitud se encuentra a distancia. Los soldados pueden disparar a posibles amenazas a través del pequeño agujero, mientras están protegidos de los disparos de francotiradores enemigos y otros ataques.

Sin embargo, si los alborotadores se acercan al muro, los soldados israelíes del otro lado pierden toda visibilidad y quedan expuestos a un ataque, como parece haber ocurrido el sábado, según las primeras conclusiones del ejército.

Los alborotadores corrieron hacia la frontera tan rápidamente que Shmueli y los otros soldados que lo acompañaban aparentemente no supieron lo cerca que estaban hasta que llegaron al muro, a pesar del amplio equipo de reconocimiento en la frontera, incluyendo drones y potentes cámaras de vigilancia.

Aún no se sabe por qué los soldados de la frontera no fueron informados a tiempo que se acercaban los alborotadores ni qué medidas deberían haber tomado para detenerlos.

El ejército también investiga la forma en que Shmueli fue llevado al hospital, un proceso que duró 51 minutos desde el tiroteo. El soldado herido fue trasladado al Centro Médico Soroka en ambulancia, y no en helicóptero, ya que se consideró que esta era la opción más rápida, según la fuente de seguridad.

En respuesta al tiroteo, y la escalada de violencia en la frontera, la Fuerza Aérea de Israel atacó 4 sitios utilizados por Hamás para producir y almacenar armas en la Franja de Gaza.

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