Enlace Judío – Una tercera dosis de vacuna contra COVID-19 de Pfizer-BioNTech aumenta la protección contra cuadro grave al 97% a los 16 días de ser aplicada, según cifras del Ministerio de Salud de Israel publicadas este miércoles por el Canal 12 israelí.

El reporte también dijo que la protección contra contagio sintomático aumenta al 95% con el refuerzo en el mismo periodo de tiempo.

Según los datos citados por la cadena, si bien el nivel de anticuerpos es considerablemente más alto dentro de los 7 días posteriores a la inyección de refuerzo, parecen alcanzar su punto máximo después de 16 días.

Más de 1.7 millones de israelíes han recibido una dosis de refuerzo hasta ahora desde que las terceras dosis en Israel han estado disponibles por primera vez desde el pasado 1 de agosto.

A partir del martes, las terceras dosis están disponibles para todos los israelíes mayores de 30 años. Más del 70% de los mayores de 70 ya han acudido por una tercera dosis de la vacuna.

El martes, un total de 10,001 contagios de COVID-19 fueron confirmados en Israel, según los datos del su Ministerio de Salud, la cifra más alta hasta ahora durante la cuarta ola, y cerca del récord del mayor número de casos en un día, registrado en enero.

Hasta el miércoles por la noche, había 75,403 casos activos de COVID-19 en Israel, con 1,084 hospitalizados, 688 en estado grave y 139 personas en ventilación mecánica. El miércoles por la mañana y por la tarde, 12 personas murieron por coronavirus, mientras que 25 murieron el martes y 20 murieron el lunes.

Las escuelas están programadas para reabrir en todo el país el próximo 1 de septiembre. Mientras se desarrollan la disputa sobre los maestros no vacunados que se ven obligados a tomar una licencia sin goce de sueldo, el Ministerio de Educación confirmó que las escuelas no pueden prohibir la asistencia de los estudiantes por razones relacionadas con COVID-19, de acuerdo con The Times of Israel.

Según funcionarios del ministerio, los estudiantes que no estén vacunados no serán obligados a presentar una prueba negativa para ingresar a las escuelas, ya que la ley exige que todos los estudiantes tengan acceso a la educación.

Los padres que deseen ingresar al edificio de la escuela deberán mostrar un “pase verde”, al igual que todos los maestros, según el plan gubernamental aprobado.

En las ciudades que están categorizadas como “rojas” según el semáforo epidemiológico local, con un alto número de casos per cápita y una alta tasa de positividad, los estudiantes volverán al aprendizaje remoto a menos que el 70% de su nivel de grado esté vacunado o recuperado.

En las comunidades ultraortodoxas, las escuelas reabrieron en gran medida el 9 de agosto, con el comienzo del mes del calendario hebreo de Elul. En las siguientes dos semanas, las tasas de infección por COVID-19 en muchas ciudades ultraortodoxas se han disparado considerablemente.

En la ciudad de Elad, las infecciones aumentaron un 78% durante la semana pasada y el 15% de las pruebas entre los residentes dieron positivo. En Modi’in Illit, las infecciones aumentaron un 151% durante la última semana, en Bnei Brak aumentaron un 84%, en Beit Shemesh un 104% y en Givat Ze’ev aumentaron un 134%.

Najman Ash, director general del Ministerio de Salud, dijo el martes que si bien el gobierno apunta a abrir escuelas en todo el país el 1 de septiembre, no hay garantías.

“Esperamos que reiniciemos las escuelas el 1 de septiembre”, dijo. “No podemos prometer nada, pero estamos preparados y decididos. Pero si hay muchos casos y todos los estudiantes requieren cuarentena todo el tiempo, no tendrá sentido”.

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