Enlace Judío – Los resultados preliminares de un estudio israelí sobre los efectos de una cuarta dosis de la vacuna contra COVID-19 de Pfizer indican que aumenta cinco veces el nivel de anticuerpos, recogió Haaretz.

El Centro Médico Sheba informó este martes que el aumento de anticuerpos se observó una semana después de la cuarta dosis de la vacuna, que Israel empezó a administrar ante el creciente aumento de contagios por la variante Ómicron de COVID-19.

El estudio, centrado en la seguridad y eficacia de una cuarta dosis, comenzó la semana pasada en 154 miembros del personal de Sheba. Todos habían recibido la tercera dosis de la vacuna a más tardar el 20 de agosto de 2021 y sus niveles de anticuerpos en sangre eran inferiores a 700.

En una visita al Centro Médico Sheba el martes, el primer ministro Naftali Bennett citó los resultados del estudio y agregó que “a la semana de la cuarta dosis sabemos con mayor certeza que la vacuna es segura”.

“Los resultados preliminares muy probablemente significan un aumento significativo contra la enfermedad, la hospitalización y los síntomas graves”, enfatizó.

La profesora Gili Regev-Yochay, directora de la unidad de prevención de infecciones de Sheba, quien también dirigió el estudio, comentó que “estos resultados preliminares se suman a los recibidos sobre los efectos secundarios de la cuarta dosis y también indican la seguridad de la misma”. Añadió que “el estudio producirá información adicional en los próximos días y semanas”.

Los resultados preliminares sobre la seguridad de la cuarta dosis publicados la semana pasada fueron similares a los de la tercera dosis de la vacuna.

Alrededor del 80 por ciento de los participantes en el estudio informaron de una menor reacción a la vacuna. Cerca del 45% reportó síntomas de debilidad, dolores musculares o dolor de cabeza. El diez por ciento tuvo fiebre que, en la mayoría de los casos, disminuyó un día después.

Regev-Yochay indicó que, por el momento, parece que la cuarta dosis es tan segura como las tres anteriores.

Expertos del Ministerio de Salud de Israel recomendaron hace dos semanas aplicar una cuarta dosis de la vacuna contra COVID-19 a la población inmunodeprimida, basándose en datos parciales que revelan una disminución significativa de la protección proporcionada por la tercera dosis al cabo de unos meses.

Los investigadores que asesoran al grupo de expertos presentaron un análisis preliminar que muestra una menor protección de la tercera vacuna contra la variante Delta en mayores de 60 años a partir de los tres meses.

Una gráfica del número de contagios por cada 100,000 días de riesgo (es decir, días de exposición potencial al virus) en mayores de 60 años reveló que en el primer mes después de recibir la tercera dosis se detectaron dos contagios. En el quinto mes, se registró un promedio de más de cinco contagios por cada 100,000 días de riesgo.

Según los datos, la tercera dosis proporcionó un alto nivel de protección, cuatro veces superior al de la segunda dosis. Sin embargo, la protección del refuerzo contra la variante Delta comienza a disminuir.

Tras la aprobación de la cuarta dosis de la vacuna para mayores de 60 años, Bennett instó este domingo a personas mayores a recibir el segundo refuerzo.

Alrededor de 25,000 personas se vacunaron el lunes tras el anuncio, y otras 100,000 fijaron cita para recibir su cuarta dosis.

Más de 800,000 personas mayores de 60 años que recibieron la tercera dosis hace más de cuatro meses, tienen tres veces más probabilidades de contraer COVID-19 que las que acaban de recibir la vacuna. Los datos indicaron una disminución significativa de la protección para personas mayores que recibieron el la tercera dosis hace tres meses.

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