Enlace Judío – Agosto será un mes recordado por muchos años por el controversial fin de la participación de EE. UU. en Afganistán, el rebote en contagios de COVID-19, la manifiesta aseveración del poder gubernamental en China y el inicio de los cambios en el gobierno de AMLO.

EE. UU. retiró sus soldados de Afganistán después de 20 años de intervención, medida correcta ya que era una guerra innecesaria y prácticamente imposible de ganar, pero la forma de hacerlo estuvo plagada de errores y difícilmente podían haberlo hecho peor.

Afganistán, país montañoso, con muchas tribus que han estado en guerra civil por cientos de años, ha sido el escenario de derrotas para los invasores desde Alejandro Magno, Genghis Kahn, el Imperio británico, los rusos y ahora EE. UU.

EE. UU. pensó que al capacitar y armar a un ejército de 350,000 afganos podría contener al talibán, un grupo de solo 70,000 elementos, pero se llevó la sorpresa de que el día que se inició la retirada americana, el ejercito afgano abandonó sus puestos y sus armas, y dejó la puerta abierta a un enemigo con ideas del siglo XIX, antimujeres, antieducación y antilibertades individuales.

El retirar a los soldados de EE. UU. dejó sin protección a los miles de ciudadanos afganos que trabajaron para Washington como intérpretes, choferes, asesores, etc., así como a sus familias, cerca de 100,000 personas que inmediatamente se volvieron blanco de ataque para el talibán.

El proceso inteligente hubiera sido evacuar primero a todos los ciudadanos americanos, así como a la gente que los ayudó, después recopilar armas y destruirlas, y una vez hecho esto, iniciar el retiro de las fuerzas armadas. Sin embargo, la presión de poder decir que para el aniversario 20 del 11 de septiembre de 2001 ya no había guerra en Afganistán, hizo que se cometieran los errores que hemos presenciado.

La imagen de EE. UU. como aliado, como muro de contención y como defensor de la libertad quedó muy dañada. Me preocupa mucho la posición de Taiwán que contaba con el apoyo norteamericano para evitar los deseos expropiatorios de China y la posición de Corea del Sur, amedrentada por el poder nuclear de Corea del Norte, quien ya inició de nuevo su producción bélica.

Cambiando a la situación económica en EE. UU., estamos viendo una dicotomía interesante. El empleo se sigue recuperando, habiendo regresado 16.7 millones de los 22.5 millones de empleos perdidos por la pandemia. El precio de las casas subió un promedio nacional de 17.8% en un año con ciudades como Phoenix o San Diego incrementando casi 25%, y la organización que determina el inicio y final de las recesiones determinó que la recesión del 2020 fue la más corta de la historia con una duración de solo 2 meses.

Por otro lado, la confianza del consumidor que se esperaba alcanzara una puntuación de 83.2 salió en 70.2, el índice de producción de bienes y servicios estuvo en el nivel más bajo de los últimos 6 meses, el crédito bancario a consumidores cayó 6.7%, la venta de autos nuevos bajó 4.6% (en parte por falta de inventario por la escasez de semiconductores), y la venta de casas nuevas sumó su séptimo mes seguido por debajo del año anterior.

La inflación es un tema que preocupa a todos pues no está claro si será “transitoria” como afirma el FED o llegó para quedarse. El número oficial 5.4% es altísimo, sobre todo cuando el promedio de los 10 años anteriores es 1.6%, pero gran parte es atribuible a problemas en la cadena de suministro, a la falta de gente para ocupar puestos en las líneas de producción y al aumento exorbitante de materias primas, como acero, aluminio, cobre, etc.

Si vemos caso por caso, el problema de producción se debe a que los fabricantes creyeron que la recesión sería más larga y pararon sus fábricas, las cuales tardan en regresar a su abasto normal, la mano de obra sufrió porque al no haber escuelas presenciales, alguien se tenía que quedar en casa con los niños, además de los incentivos del gobierno donde mucha gente recibía más no trabajando que ganando un salario, así como el temor a contagiarse de COVID-19.

Todos estos factores se han ido resolviendo al ya volver los niños a las escuelas, al terminarse los incentivos fiscales y al haber mucha más gente vacunada. Es interesante hacer notar que la estadística de participación laboral, la medida del % de gente de edad para trabajar que está trabajando o buscando trabajo, ha seguido en el nivel más bajo desde 1970, 61.4%.

En mi opinión, el aumento de precios tiene una componente transitoria y una permanente, sobre todo la de materias primas, y creo que veremos 4.5% en 2021, 2.5% en 2022 y luego una estabilización poquito mayor a 2% por varios años, suficiente para satisfacer la política tolerante del FED, y a la vez, sin afectar demasiado los ingresos reales de los trabajadores.

Creo que es interesante comentar un poco sobre el censo que se realizó en 2020 en EE. UU. La población creció el menor porcentaje de censo a censo desde que se iniciaron los conteos, 6.7% a 329.5 millones de personas. La población blanca bajó por primera vez de 60%, 62 millones son hispanos, (18.7%), 12.4% son afroamericanos y 6% asiáticos.

La expectativa de vida es 77.1 años para blancos y 78.7 años para latinos, cifra inferior en 1.5 al año anterior por el impacto del COVID-19.

Para terminar con el análisis de EE. UU. quiero comentar que el Senado aprobó el presupuesto de $1.1 trillones de dólares para infraestructura real (caminos, puentes, aeropuertos, internet, etc.) y el Congreso aprobó $3.5 trillones para “infraestructura humana”, presupuesto que no creo que sea aprobado por el Senado, ya que demócratas conservadores como Manchin de West Virginia y Sinema de Arizona no quieren gastos deficitarios tan grandes.

Interesante observar que la captación fiscal fue mayor de lo esperado y el déficit respecto al PIB está proyectado en 13.1% y no en el 16.7% que se anunció a fines del año pasado.

Siento que la aprobación de la actuación de Biden ha bajado considerablemente a raíz de lo de Afganistán y que tendrá mucha más dificultad en que le aprueben sus propuestas populistas.

La situación en México está muy complicada, ya que AMLO empezó a hacer cambios que afianzan su poder, como es la sustitución de Olga Cordero en Gobernación por el gobernador de Tabasco, familiar y seguidor incondicional del presidente. La salida de Julio Scherer de la asesoría jurídica, persona inteligente y moderada, y el ataque al INE que ya se convierte de propaganda electorera a proyecto de ley.

El ataque a los universitarios, el seguir promoviendo al Ejercito haciendo la conversión de la Guardia Nacional un proyecto de ley y la aparente aceptación del narcopoder diciendo que solo hay 3 carteles “controlados”, así como la aseveración de que la corrupción bajó 50% desde el inicio de su gestión, nos marca un presidente que vive una realidad diferente a la que percibe el pueblo.

México peleó para darle a PEMEX la explotación del campo petrolero Zama, que tenía en sociedad con una empresa privada y ahora no tiene los recursos para explotar ese campo.

Otro punto de controversia es la utilización de los $12.1 billones que México recibió como parte de la distribución global de $650 billones que hizo el FMI. Banxico quiere que esos dólares los “compre” el gobierno emitiendo deuda en pesos y el presidente quiere disponer de ellos como si fueran propios para reducir deuda.

El crecimiento del país será como de 6% en 2021, después de las caídas de 0.1% en 2019 y 8.2% en 2020, quedando la economía aun casi 3% por debajo de los números de 2018.

Creo que el peso se mantendrá en la banda de $19.80-20.50, sobre todo por los aumentos a los intereses hechos por el Banco de México. Nuevamente se hace atractivo para los extranjeros pedir prestado en monedas fuertes, a tasas cercanas a 0%, para comprar CETES que pagan 4.76% a 90 días, así como por el precio del petróleo que sigue muy alto, aunque casi $6.00 abajo del máximo del año.

Casi nunca hablo específicamente de China, pero este mes hubo cosas importantes que vale la pena comentar.

Primero el gobierno determinó que ninguna empresa que tenga más de 1 millón de usuarios debe cotizar en bolsas extranjeras, lo cual golpeó duramente a las que ya operan como Alibaba, Tencent o Didi. Luego dijo que las escuelas por computadora deben ser no lucrativas, cayendo el valor en bolsa de las 4 que listaban casi 90%. Así mismo hubo comentarios del premier Xi Jinping que se les abrió el camino para explotar los recursos naturales de Afganistán con la salida de los norteamericanos. No cabe duda que quieren demostrar quien tiene el control del país y que, aunque su PIB creció menos que el de EE. UU. el último trimestre, para ellos el control político y la planeación de largo plazo es más importante que los reportes trimestrales.

Un dato que me pareció muy interesante es que 110,000 personas (el 0.0078% de la población de 1.4 billones), consume el 26% de todos los productos considerados de lujo.

Israel está sufriendo una nueva ola de COVID-19 a pesar de ser el país con el índice de vacunación más alto del mundo, lo que sigue afectando mucho el turismo, una de las principales industrias del país.

La visita de Bennett a Washington fue opacada por la crisis de Afganistán, pero esperamos que el primer ministro haya podido convencer a Biden de la gravedad de llegar a un arreglo con Irán que les deje abierto el camino para convertirse en una potencia nuclear.

Los portafolios tuvieron un mes relativamente tranquilo con los bonos disminuyendo un poquito, los mercados bursátiles subiendo alrededor de 2% con excepción de China, donde bajaron 6% y las monedas fuertes terminando con una ligera baja frente al dólar después de una caída seria a mediados del mes.

El oro se movió en una banda de $1,730/oz a $1,820/oz terminando cerca del punto más alto, pero sigue casi 7% por abajo de donde se encontraba hace un año.

Esperando que hayan tenido un buen verano y con mis mejores deseos para el año nuevo judío sea de salud, paz y tranquilidad para ustedes y sus familias, me despido como siempre con un afectuoso saludo.

 


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