Enlace Judío – El papa Francisco advirtió este domingo sobre “la amenaza del antisemitismo” en Europa y más allá en un discurso a líderes cristianos y judíos durante una breve visita a Hungría, donde también se reunió con el primer ministro anti-inmigración, Viktor Orban.

“Pienso en la amenaza del antisemitismo que aún acecha en Europa y en otros lugares. Este es un fusible que no se debe permitir que se queme. Y la mejor manera de apaciguarlo es trabajar juntos, positivamente, y promover la fraternidad”, informó The Times of Israel.

Durante la estancia de 7 horas del papa en Budapest, también tenía previsto reunirse con los obispos del país y con representantes de varias congregaciones cristianas.

También tenía programado reunirse con líderes de la comunidad judía húngara, la más grande de Europa central, estimada en entre 47,000 y 130,000 personas.

La reunión de Francisco el domingo con Orban, cuyas duras opiniones sobre la migración chocan con las del jerarca católico, ha sorprendido a los observadores papales.

El papa se reunió con Orban, acompañado por su adjunto y el presidente, a puerta cerrada en el gran Museo de Bellas Artes de Budapest.

Por un lado, el primer ministro húngaro es un autodenominado defensor de la “Europa cristiana” de la migración. Por otro lado, el papa Francisco ha instado a ayudar a los marginados y a los de todas las religiones que huyen de la guerra y la pobreza.

Días antes de la llegada del papa, aparecieron carteles en las calles de la capital húngara, donde el ayuntamiento está controlado por la oposición a Orban, que decían “Budapest da la bienvenida al Santo Padre” y mostraban sus citas que incluían peticiones de solidaridad y tolerancia hacia las minorías.

El enfoque del papa para encontrarse con aquellos que no comparten su cosmovisión, eminentemente cristianos según el pontífice, a menudo ha sido recibido con incomprensión entre los fieles, particularmente dentro de las filas de los católicos tradicionalistas.

“Le pedí al papa Francisco que no dejara morir a la Hungría cristiana”, publicó Orban en su página de Facebook después de una foto de los dos dándose la mano.

El Vaticano, en un comunicado posterior a la reunión lo calificó de “cordial”.

“Entre los diversos temas discutidos estuvieron el papel de la iglesia en el país, el compromiso con la protección del medio ambiente, la protección y promoción de la familia”, dice el comunicado.

Los medios de comunicación y las figuras políticas pro-Orban han lanzado críticas contra el pontífice, llamándolo “anticristiano” por sus sentimientos a favor de los refugiados, y el “papa Soros“, una referencia al multimillonario estadounidense judío nacido en Hungría George Soros, una figura antagónica para la derecha a nivel mundial.

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