Enlace Judío – Científicos israelíes están aprovechando las cualidades “destructivas” de las células ligadas a las alergias a fin de desarrollar una nueva técnica de inmunoterapia para combatir el cáncer.

Un equipo de investigación de la Universidad de Tel Aviv ha descubierto que los eosinófilos, glóbulos blancos que provocan alergias, reducen significativamente el crecimiento de tumores humanos in vitro, y en modelos de ratón, informó The Times of Israel.

Nueve días después de inyectar eosinófilos a los ratones, el tamaño total de los tumores se redujo a la mitad en comparación con los de los ratones que no fueron inyectados.

Algunos estudios anteriores han sugerido que los eosinófilos pueden combatir el cáncer, pero el profesor Ariel Munitz afirma que su investigación ofrece la imagen más clara de su potencial, y que su equipo es el primero en empezar a desarrollar una inmunoterapia basada en eosinófilos.

Su investigación concluyó que los eosinófilos luchan contra los tumores y hacen que un mayor número de células T que combaten el cáncer se reúnan alrededor de los tumores. “La fuerza combinada de estos dos efectos podría ser muy prometedora en la lucha contra el cáncer”, comentó Munitz.

“Los eosinófilos son tan destructivos que tres fármacos que combaten el asma se dirigen a estas células sanguíneas. Así que nuestro pensamiento fue que si estas células pueden causar tanto daño, exploremos lo que pueden hacer en lugares en los que realmente queremos el daño, es decir, en el caso del cáncer”, dijo.

Los científicos observaron que los eosinófilos parecen acumularse de forma natural alrededor de algunos tumores en el cuerpo humano, y frenar su crecimiento.

“Trabajando en el laboratorio, los pusimos sobre células tumorales y observamos que realmente las mataban”.

El equipo inyectó células tumorales a través de la cola de los ratones, y luego inyectó eosinófilos en algunos de ellos.

“En los ratones que recibieron eosinófilos, los tumores se redujeron al 50% del tamaño de los de los otros ratones, nueve días después de la inyección. Además, se duplicaron las células T y se observó que estas penetraban bien en los tumores”, agregó Mintz.

Los científicos han empezado a trabajar en el desarrollo de tratamientos que estimulan los eosinófilos.

“Uno de los principales objetivos de la inmunoterapia para pacientes con cáncer en la actualidad es aumentar el número y la potencia de las células T. En nuestro estudio descubrimos una nueva interacción que produce grandes cantidades de células T en los tejidos cancerosos. Por lo tanto, nuestros hallazgos pueden tener implicaciones terapéuticas”, afirmó.

“Finalmente, nuestro estudio puede servir de base para el desarrollo de medicamentos inmunoterapéuticos mejorados que utilizan los eosinófilos para combatir el cáncer de dos maneras: por un lado, los eosinófilos atacarán el cáncer directamente liberando proteínas destructivas, y por el otro, aumentarán el número de células T en el entorno del cáncer”.

“Creemos que el efecto combinado puede aumentar significativamente la eficacia del tratamiento”, concluyó Mintz.

Los hallazgos de la investigación se publicaron recientemente en la revista Cancer Research, de la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer.

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