Enlace Judío – El embajador de Israel ante la ONU, Gilad Erdan, aseguró que Estados Unidos y otras potencias mundiales están considerando cada vez más un “plan B” para detener el programa nuclear de Irán, en caso de que las conversaciones fracasen, informó The Times of Israel.

“La comunidad internacional y los estadounidenses están empezando a hablarnos más de un plan B sobre Irán”, dijo Erdan a la Radio del Ejército, sin detallar el posible plan alternativo.

“En el pasado, se pensaba que había un 80 por ciento de posibilidades de que Irán volviera al acuerdo nuclear de 2015, hoy existe un 30 por ciento de posibilidades. Si Irán no vuelve al acuerdo, esto cambia todo el panorama para el mundo”, añadió.

Las conversaciones auspiciadas por Europa en Viena han tenido como objetivo reactivar el acuerdo nuclear de 2015 entre Irán y las potencias mundiales. El pacto, conocido como Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, por sus siglas en inglés), concedía a Irán un alivio de las sanciones a cambio de desmantelar partes de su programa nuclear para evitar que obtuviera armas nucleares.

Tras la retirada de EE.UU. del acuerdo en 2018 y la renovación de sanciones paralizantes, Irán aumentó su enriquecimiento de uranio a niveles que, según los reportes, le permiten disponer en pocos meses de material suficiente para un arma nuclear.

El gobierno de Biden ha expresado su disposición de volver al acuerdo nuclear, si Irán da marcha atrás en sus recientes movimientos y se compromete. Pero las conversaciones de Viena se suspendieron en junio, con la elección de Ebrahim Raisi, de línea dura, como presidente de Irán.

Fuentes de seguridad estadounidenses e israelíes mantuvieron recientemente una reunión para discutir las alternativas en caso de que Irán no vuelva al acuerdo nuclear. Las conversaciones secretas se centraron en un “plan B” no especificado, según un reporte.

Citando a dos funcionarios israelíes no identificados, el informe de Walla indica que los israelíes insistieron en avanzar con planes alternativos debido al estancamiento de las conversaciones, ya que consideran que Irán pretende alargar las negociaciones mientras avanza con su programa nuclear.

Un funcionario israelí citado en el informe indicó que el mensaje de EE.UU. era que si las conversaciones nucleares no se reanudan pronto, la administración Biden impondrá mayores sanciones a Irán. Hasta ahora, las sanciones han provocado caos en la economía iraní, haciendo caer el rial, aunque Teherán se ha mantenido desafiante a la presión.

Biden ha expresado su voluntad de volver al acuerdo, negociado mientras asumía el cargo de vicepresidente de EE.UU. en el gobierno Barack Obama y bajo el mandato del expresidente de Irán, Hassan Rouhani.

En la sesión anual de la Asamblea General de la ONU, Biden dijo que Estados Unidos volverá al pacto sólo si Irán vuelve a cumplir todos sus compromisos, al tiempo que prometió impedir que Teherán obtenga armas nucleares.

“Estados Unidos sigue comprometido a impedir que Irán obtenga armas nucleares. Estamos dispuestos a cumplir plenamente [el acuerdo] si Irán hace lo mismo”, dijo.

Por su parte, el ministro de Defensa de Israel, Benny Gantz, dijo que está dispuesto a aceptar un escenario en el que Estados Unidos negocie un nuevo acuerdo nuclear con Irán.

Gantz sugirió un “plan B viable liderado por EE.UU.” que incluya presión política, diplomática y económica contra Teherán por parte de EE.UU., Europa, Rusia y China, así como una contundente amenaza militar, si fracasan las conversaciones en Viena para el retorno de EE.UU. e Irán al JCPOA.

El primer ministro Naftali Bennett aseguró a Biden en la Casa Blanca en agosto que no haría una campaña pública contra los esfuerzos de Washington para convencer a Irán de volver al acuerdo de 2015. Sin embargo, dejó claro que se opone a ese acuerdo.

Durante su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, Bennett afirmó este lunes que “el programa de armas nucleares de Irán se encuentra en su punto crítico. Todas las líneas rojas se han cruzado”.

Señaló a Irán de violar los lineamientos del Organismo Internacional para la Energía Atómica y de enriquecer uranio al 60%, “un paso menos al material apto para las armas”.

“El programa nuclear de Irán ha marcado un hito. Y también nuestra tolerancia. Las palabras no impiden que las centrifugadoras giren”, advirtió. “No permitiremos que Irán adquiera un arma nuclear“.

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