Enlace Judío – Tras el discurso del primer ministro israelí Naftali Bennett en la sesión anual de la Asamblea General de la ONU, el partido Likud del exmandatario Benjamín Netanyahu asestó duras críticas en su contra.

En un mensaje compartido en sus redes sociales, el Likud arremetió contra Bennett asegurando que “pronunció un discurso vacío frente a una sala vacía y desperdició palabras vacías en lugar de aprovechar un importante escenario internacional”.

Sobre las palabras de Bennett respecto al COVID-19, el Likud lo acusó de llevar a Israel “desde el primer lugar con el primer ministro Netanyahu“, hasta “uno de los últimos lugares en la guerra contra el coronavirus“.

Según el Likud, la razón detrás de los altos niveles de contagios y los cientos de personas que han muerto en los últimos 3 meses responde al “retraso” de Bennett en adquirir las dosis de refuerzo de Pfizer, “que el primer ministro Netanyahu ordenó y pagó”.

El partido político también arremetió contra Bennett por llevar a su discurso en la ONU la situación de polarización política en Israel, uno de los temas que el mandatario abordó en la primera parte de sus declaraciones. “¿Desde cuándo un primer ministro israelí ha elevado las cuestiones políticas internas a la cima de la agenda en un escenario internacional?”

Alrededor de lo expresado por Irán, el Likud aseguró que las palabras de Bennett fueron “vacías y huecas” y reiteró las acusaciones en su contra de evitar una acción más directa contra el acuerdo nuclear y “someterse” a EE. UU. en cuanto a cualquier posible actuación militar contra Irán.

“Bennett demostró hoy cómo ve el mundo a un político israelí sin experiencia con solo 6 escaños [en la Knéset]: como un árbol que cae en un bosque y que nadie ve, nadie escucha y a nadie le importa”, expresó el partido político, aprovechando para reiterar que Bennett “mintió a su electorado” de derecha.

El propio Netanyahu, que amplió estas mismas palabras provenientes desde el Likud en mensajes de redes sociales, se abalanzó contra Bennett a su manera.

El exmandatario publicó una imagen suya ante la ONU con una de sus conocidas imágenes de apoyos visuales e hizo uso de una expresión de Bennett en su discurso: “Un poco de luz disipa mucha oscuridad”, escribió.

La críticas también provinieron desde otros políticos que integran la oposición política en el país, incluidos más de la misma derecha y de la izquierda.

Simja Rothman, del partido de extrema derecha Hatzionut Hadatit, dijo que el discurso indicó que Bennett estaba buscando una nueva base política después de engañar a la base que lo llevó a la elección, en alusión a los votantes de derecha israelíes.

“El gobierno anterior era mucho más diverso que el actual”, dijo Rothman. “De forma retroactiva, podríamos descubrir que le agradamos al mundo”.

En tanto que la legisladora Aida Touma-Sliman, de la Lista Conjunta, la alianza de partidos árabes, criticó a Bennett por no mencionar en absoluto a los palestinos en su discurso.

Bennet demostró en la ONU que es el sucesor de Netanyahu“, escribió.

“Ignorando la ocupación y la existencia del pueblo palestino, las afirmaciones de superioridad ética israelí y belicismo contra Irán fueron los principios del gobierno de derecha de Netanyahu, y también guían al gobierno de Bennett. Solo cambiar de dirección fuera del camino de la derecha traerá paz y seguridad a ambas naciones”.

Naturalmente, desde los integrantes de la coalición de gobierno, solo se supo de aplausos para el mandatario.

El canciller israelí Yair Lapid, dijo que “el discurso de Bennett fue un discurso del que todos los israelíes podrían estar orgullosos, destacando que Israel es un país que mira hacia el futuro, contribuye al mundo, busca la paz y no cede en su seguridad”.

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