Enlace Judío México e Israel- En estas Fiestas Mayores, nuestras comunidades se enfrentaron al reto de alcanzar a sus correligionarios a pesar de la pandemia.

Algunas adoptaron el modo presencial, tomando precauciones de todo tipo como pruebas COVID anteriores al acceso a las instalaciones, otras se decidieron por el modo virtual y otra más encontró la solución con un modo híbrido, conjugando ambos.

La limitante más importante para todas las comunidades referente a los rezos virtuales es la prohibición judía de utilizar la electricidad en los YomTov, o días sagrados, prohibición que se aplica también al Shabat. Dicha restricción se debe a que está prohibido el trabajo en estos días, siendo la definición del trabajo “todo lo que permite al hombre dominar y cambiar su entorno”. Esto lleva a no poder utilizar dispositivos eléctricos o electrónicos, como una cámara.

el rabino tobal toca el shofar en las festividades judías

Presencial

El rabino Tobal, rabino principal de la Comunidad Monte Sinaí, explicó que, en las comunidades ortodoxas, los rezos fueron presenciales: “Me sorprendió la asistencia , la cual fue similar (a los tiempos pre pandémicos)”. Algunas personas que no podían, por precaución, asistir a los templos, se reunieron en casas particulares. Tobal realizó una sola grabación especial, tocando el Shofar al término de Yom Kipur, un momento icónico que marca el fin del ayuno, para quienes no habían podido asistir a la sinagoga.

Previo a las Fiestas Mayores, las Comunidades Maguén David y Sefaradí realizaron para sus miembros pruebas COVID obligatorias, para todos los interesados en acudir al sus templos, marcando los pulgares con tinta indeleble de quienes tenían resultados negativos a las mismas. En caso de Monte Sinaí, se entregaron brazaletes como pases de entrada.

El cubrebocas era obligatorio para todos y el acceso restringido a los menores de 12 años. Los rezos fueron más cortos, con prohibición de quedarse a más de uno. No hubo discursos de las autoridades comunitarias.

Híbrido

La Comunidad Ashkenazí de México, la Kehile, también adoptó el modo presencial, pero con una variante. Pidió al Jazán Moshe Mendelssohn, quien trabajó 45 años en la sinagoga de Acapulco 70, grabar los rezos principales, los cuales fueron puestos en línea. “Los primeros ocho meses de la pandemia, que no salí de la casa, casi no había cantado” dice Mendelssohn. “Yo quería grabar los rezos con música, pero el rabino me dijo “no, quiero hacerlo de forma auténtica, con tus melodías”. Así se grabaron los rezos de Arvit, Shajrit,y Musaf de Rosh Hashaná. Para Yom Kipur, el Kol Nidrei, Arbit, Shajrit, Musaf y Neilá– así como un pedazo de Yizkor. Para ello, Mendelssohn y su hijo se enfrentaron dos y media hora de tráfico para llegar a la sinagoga de Justo Sierra. Allí, Mendelssohn cantó durante 4 horas. “ Creí que no iba poder abrir la boca”. ¿El resultado? “ Gracias a Dios, la gente se encendió. Entre todos los rezos, alcanzamos casi 10,000 personas. Alguien llegó al Shul y me enseñó como su mamá estaba sentada, con otras 5 personas, escuchando el rezo. La gente me escribe hasta hoy, embelesada, diciendo que estuvo en todos mis rezos, orando conmigo, gritando conmigo”.

Virtual

En la sinagoga Bet El, de tendencia conservadora, una de las primeras que se pusieron en línea, los rezos se hicieron de forma virtual. Se tomó esta decisión por estar en pleno repunte de la variante Delta y el inicio de clases presenciales. Se vendieron accesos, como es tradicional en las sinagogas, para acceder a un streaming de las plegarias en vivo, desde las instalaciones . En las mismas, solo había un minián, o grupo de 10 hombres, necesario para poder llevar a cabo algunos rituales o leer la Torá. Algunos momentos clave, como Selijot, Tashlij, Hazcará en el Panteón, Kol Nidrei y Neilá, se transmitieron al público en general a través de Facebook y YouTube. “Creo que más de 15,000 personas en total se unieron a las transmisiones” dice Ari Litvak, jazán de Bet El. Personas de otras comunidades, personas de Bet El que viven en el extranjero…”

A la vez, Bet El preparó clases y conferencias sobre temas religiosos pregrabadas, las cuales se transmitieron también.

No cabe duda que, gracias a los esfuerzos de nuestros líderes comunitarios, ningún judío se quedó fuera de la sinagoga durante las festividades, así sea presenciando los rezos a través de la pantalla.

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