Enlace Judío – El primer ministro de Israel, Naftali Bennett y otros altos funcionarios, con la excepción del líder de la oposición Benjamín Netanyahu, asistieron a la ceremonia oficial del Estado con motivo del 26 aniversario del asesinato del exprimer ministro Yitzhak Rabin en el cementerio nacional del Monte Herzl en Jerusalén, de acuerdo con información de The Times of Israel.

“El 4 de noviembre de 1995, Israel estaba al borde del abismo. La lección que me llevé del asesinato de Rabin es que bajo ninguna circunstancia, sea cual sea la situación, no se debe desgarrar la nación”, expresó Bennett.

“No quememos nuestro hogar. Somos hermanos. El único consuelo de este terrible asesinato es que hemos logrado florecer, corregir”, añadió.

Netanyahu, quien asistió en años anteriores a la ceremonia como primer ministro, no explicó su ausencia. Su oficina indicó que no estaba obligado a asistir y que participará en la sesión especial de la Knéset posteriormente. Sin embargo, desde hace tiempo existe tensión entre Netanyahu y la familia Rabin, que ha surgido nuevamente durante los actos de este año, celebrados en el aniversario hebreo del asesinato de Rabin.

Durante un acto celebrado a primera hora del día en la Residencia del Presidente, el nieto de Rabin aplaudió el cambio de gobierno que apartó a Netanyahu del poder.

“Tras oscuros años de temor y parálisis [política], Israel ha ganado. Frente a una cultura de tiranía, el pueblo ha ganado. Esta mañana, 26 años después de aquella terrible noche, puedo decir que el periodo de luto ha terminado”, dijo Yonatan Ben-Artzi.

“El gobierno del pueblo ha triunfado sobre el gobierno de uno solo. Es gracias a esta victoria, lograda 26 años después de aquella terrible noche, que puedo mirarlos a los ojos y decir: El tiempo de luto ha terminado. Aprendamos de nuestro pasado y emprendamos un nuevo camino”.

Ben-Artzi argumentó que actualmente las divisiones políticas son peores que las del periodo previo al asesinato de Rabin.

“Los destellos del 4 de noviembre de 1995 reaparecieron en las pesadillas de todos como si amenazaran con repetirse. Pero la división, la forma y el lenguaje son mucho peores que hace 26 años. Sin embargo, el peligro sigue siendo el mismo: un arma empuñada por un loco despreciable idolatrado por una turba enfurecida y provocada”, dijo.

Yonatan Ben-Artzi, nieto del  difunto exprimer ministro de Israel, Yitzhak Rabin
Yonatan Ben-Artzi, nieto del exprimer ministro Yitzhak Rabin durante la ceremonia conmemorativa del 26º aniversario del asesinato de Rabin, en la Residencia del Presidente de Israel en Jerusalén, el 18 de octubre de 2021. (Yonatan Sindel/Flash90)

La familia de Rabin ha acusado a Netanyahu de haber incitado contra Rabin antes del asesinato. Netanyahu ha rechazado las acusaciones.

“¿El gobierno del pueblo triunfó sobre el gobierno del individuo? Es exactamente lo contrario. Es el individuo quien defrauda a la nación para robar el poder”, dijo el Likud en respuesta a Ben-Artzi, aparente referencia a Bennett, cuya alianza con diversos partidos le hizo llegar al cargo de primer ministro, a pesar de contar con solo seis escaños.

Anteriormente, el presidente Yitzhak Herzog dijo que los funcionarios electos y servidores públicos deben ejercer “moderación, precaución y tranquilidad”.

“Nuestras palabras y las de nuestros asociados son el material más inflamable”, dijo. “Siempre recordaremos que una fisura causó el asesinato de un líder en Israel y haremos todo lo posible para que un incidente así no se repita”.

Dalia Rabin, la hija del difunto mandatario, agradeció a Bennett y Herzog.

“Ha valido la pena sufrir 26 años para llegar hasta aquí y escuchar las conmovedoras palabras del presidente del Estado y del primer ministro. Estoy orgullosa y feliz”, dijo.

Rabin fue un legendario líder militar israelí, que comandó una unidad en la fuerza de combate del Palmaj antes del establecimiento del Estado y luego ascendió en las filas del ejército hasta convertirse en jefe de Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel previo la Guerra de los Seis Días.

A continuación, inició una carrera política que le llevó a asumir el cargo de primer ministro en dos ocasiones.

Tras ser electo primer ministro por segunda vez en 1992, trató de lograr la paz con los palestinos, intentando en vano forjar un acuerdo permanente con el entonces líder de la OLP, Yasser Arafat.

En 1994, recibió el Premio Nobel de la Paz junto con el entonces ministro de Asuntos Exteriores, Shimon Peres, y Arafat, por su participación en la firma de los Acuerdos de Oslo. Algunos de la izquierda israelí creen que su asesinato frustró las perspectivas de paz con los palestinos.

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