Enlace Judío México e Israel / Por lo general solemos considerar las huellas como señales del pasado, pero en Israel se entienden a la vez como caminos al futuro.

La sensación mundial es que estamos en un cruce de caminos histórico en el cual tenemos que decidir por dónde vamos a transitar hoy pensando en el mañana.

El problema más grande y evidente que tenemos como sociedades, supuestamente modernas, es la suciedad que generamos. Las grandes montañas de basura se han desperdigado por todos los rincones de la geografía mundial.

La tierra, los ríos, el mar y el medio ambiente en general están más contaminados que nunca a lo largo de toda la historia de la humanidad y no es una exageración.

La huella que estamos dejando a las generaciones venideras son un rastro de basura que crece y crece de manera desorbitada.

Islas de basura flotan en los mares

La suciedad que generamos todos y cada uno de nosotros llega a los mares, creando islas flotantes de basura que, en su devenir, llevados por las corrientes marinas, van dejando un rastro mortalmente venenoso que va esquilmando la flora y la fauna marina.

Una contaminación venenosa, valga la redundancia, de la cual se alimentan los peces y de la cual a su vez nos alimentamos nosotros.

Los millones de toneladas de pescado, que se esquilman a los mares, está esquilmando a su vez la tierra, donde reposan nuestros pies manchados del barro sucio de la descomposición de nuestros propios desechos biológicos.

El ciclo de contaminación es una herida que no sabemos o podemos cerrar y que va pudriendo todo el medio ambiente.

¿Hasta cuándo va a soportar la naturaleza nuestra desidia contaminante y destructiva?

La naturaleza ya está dando los avisos pertinentes de que estamos llegando al final del ciclo de la vida y ha empezado por su propia cuenta la limpieza del planeta.

En una curiosa coincidencia los volcanes de medio mundo están en plena ebullición descargando millones y millones de toneladas de hirviente lava, que está arrasando con todo rastro de civilización a su paso.

En un cercano punto geográfico a nuestra residencia habitual se está produciendo la irrupción de un antiguo volcán situado en las Islas Canarias y en particular una de sus islas llamada La Palma también conocida como la Isla Bonita.

Las imágenes que estamos viendo en directo de como la lava del volcán se va comiendo literalmente todo a su paso en su camino ladera abajo hacia el mar está dejando una huella que posiblemente se quedará para la eternidad.

La limpieza natural del planeta ya ha empezado y no estamos conscientes de lo que implica el desastre que nosotros mismos estamos produciendo, por nuestra contaminante, huella de restos de todo tipo que acumulamos, empezando por nuestras propias casas, vidas y conciencias.

Un jardín tecnológico, un vergel de vida

En un alarde de previsión anticipada del futuro, Israel ha convertido una zona de montañas de basura en un vergel de vida, anticipando el paraíso terrenal que un día el mismo Cielo volverá a plantar en este planeta que hemos llamado nuestro hogar y que tan dañinamente estamos tratando.

Las miles y miles de toneladas de basura acumuladas en grandes y pestilentes montañas, se han convertido en un laboratorio o jardín tecnológico en Israel del tratamiento de residuos, que está dejando una huella de bendición para el más cercano futuro.

La necesidad que tenemos cada uno de nosotros como individuos en el entorno de la colectividad en la que vivimos es ser agentes de cambio de mentalidad y empezar a tomar pequeñas acciones hoy, que produzcan grandes cambios en el mañana.

La huella ecológica de Israel que señala el futuro ya está produciendo enormes cambios de mentalidad en sus ciudadanos.

El trabajo de incomodar la conciencia para que seamos responsables de nuestros actos, y así limitar la huella contaminante que estamos dejando, empieza con cada uno de nosotros.

Israel ya está dando un ejemplo práctico de cómo tratar los residuos que generamos dejando una huella que será visible y admirada en el futuro, por su esfuerzo en descontaminar el presente.

En realidad, eso es llevar a la práctica también el concepto “Tikún Olam” reparar el mundo.


Las opiniones, creencias y puntos de vista expresados por el autor o la autora en los artículos de opinión, y los comentarios en los mismos, no reflejan necesariamente la postura o línea editorial de Enlace Judío.