Enlace Judío – El gobierno de Israel aprobó dos planes de amplio alcance que destinarán más de 32,000 millones de shekels (10,000 millones de dólares) a las comunidades árabes en ámbitos desde la educación y la salud hasta la lucha contra la delincuencia, recogió Ynet.

El plan quinquenal, sujeto a la aprobación de la Knéset en el marco del nuevo presupuesto estatal, pretende reducir años de abandono e incluye una afluencia de fondos para los sectores de salud, bienestar social, la tercera edad, la juventud e inversiones en infraestructura.

El plan también asigna fondos para la población árabe en las ciudades mixtas donde estallaron los disturbios raciales el pasado mes de mayo.

“Nuestro objetivo es reducir las brechas en la educación, el bienestar, el empleo de las mujeres y la esfera económica-municipal en particular”, dijo el primer ministro Naftali Bennett al gabinete este domingo. “Al profundizar en la educación matemática y científica en la sociedad árabe, aumentaremos su participación en el mercado de la alta tecnología y todos nos beneficiaremos”.

“Tras un extenso trabajo realizado por las dependencias competentes, las autoridades locales, grupos del sector social e institutos de investigación, se presentó un plan exhaustivo para reducir las desigualdades y llevar la prosperidad al sector árabe”, se lee en un comunicado emitido tras la reunión del gabinete.

Aproximadamente 9,400 shekels, casi un tercio del presupuesto, se destinarán a la educación y 3,000 millones al transporte, considerado como vital para mejorar las oportunidades de empleo.

Un total de 2,800 millones de shekels estarán destinados a viviendas, 1,700 millones a las autoridades locales, 1,400 millones se dedicarán a aumentar oportunidades de empleo y 1,000 millones a la cultura y el deporte.

Los servicios sociales y de salud de alta tecnología recibirán 600 millones de shekels, 500 millones se destinarán a cuestiones ambientales, 85 millones a la seguridad y 65 millones a mejorar la comunicación digital.

La ministra de Igualdad Social, Meirav Cohen, calificó de “histórica” la aprobación del nuevo plan. Un impulso similar para reducir las brechas entre la población árabe y judía asignó en 2015 alrededor de 10 mil millones de shekels, y finalmente se utilizó solo el 62 por ciento del presupuesto, según estadísticas oficiales.

“Este es un plan que convierte los valores de la igualdad en acciones, con la contribución de más de 21 dependencias gubernamentales”, dijo Cohen. “En mi opinión, la violencia no se puede erradicar con policías y jueces únicamente, sino creando una mejor alternativa para aquellos jóvenes que actualmente se ven arrastrados a la delincuencia”.

El diputado Mansour Abbas, líder del partido islamista Ra’am, sostuvo que el plan no es menos que histórico y podría traer un verdadero cambio a la sociedad árabe. “Esto no borrará años de abandono, pero contribuirá en gran medida a cerrar las brechas entre las comunidades judías y árabes”, dijo.

Por otro lado, el centro político Musawa, con sede en Haifa, sostuvo que se requerirían hasta 10,000 millones de shekels al año para superar décadas de abandono del Estado en el sector árabe.

Más de la mitad de la población árabe de Israel vive por debajo del umbral de la pobreza, sus ciudades y pueblos carecen de infraestructura y sus servicios públicos son deficientes.

El gobierno aprobó además 2,500 millones de shekels adicionales durante cinco años para combatir la violencia y la delincuencia en las ciudades árabes.

El plan pretende desmontar las organizaciones del crimen organizado y cortar su financiación. El objetivo es reducir el número de armas ilegales en las calles y reforzar la seguridad personal de los ciudadanos árabes.

Se ejecutará en paralelo a la iniciativa de emergencia del Ministerio de Seguridad Pública para combatir el crimen e incluirá la instalación de cámaras de seguridad en ciudades mixtas que podrían mejorar la vigilancia policial, así como propuestas legislativas para luchar contra la extorsión de bandas criminales.

La policía empleará fuerzas de la Policía de Fronteras dentro de las comunidades árabes y utilizará medios tecnológicos avanzados para luchar contra la delincuencia.

Bennett señaló que la lucha contra el crimen en el sector árabe es una misión nacional del gobierno y la ciudadanía árabe.

“El gobierno hará su parte, pero los ciudadanos árabes también deben participar en la lucha. Esto no será fácil, pero debemos tener éxito”, concluyó.

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