Enlace Judío México e Israel – Desde Caín hasta los Lannister las historias que nos contamos están llenas de villanos y malvados. ¿Por qué? ¿Qué hay en el hombre que produce fascinación o curiosidad por enfrentarse a la maldad en historias metafóricas? Será que verlo en la televisión o leerlo en un libro nos confronta con ella y alivia el miedo que sentimos al encontrarla en la vida; o será que todos tenemos un poco de crueldad en nosotros y las historias nos enseñan a controlarla e identificarla en nuestra vida. Muchas veces se ha recalcado la importancia de escuchar historias con villanos, sin embargo parte de lo que lo hace tan fascinante es cómo nos recuerdan que nuestra realidad es gris y llena de matices. Cuando escuchamos sus historias, los sentimientos que despiertan en nosotros muchas veces nos invitan a sentir empatía y nos enseñan que incluso el villano más malvado es humano y no podemos tratar sin respeto al enemigo. A veces también nos dan el cinismo y la fuerza necesaria para enfrentar condiciones adversas. Sea como sea, nuestras historias están llenas de villanos y en algunas de ellas aparecen judíos. A continuación presentamos una lista de los villanos judíos más conocidos en libros y películas.

Sgto. Donny Donowitz “El Oso Judío.” Bastardos sin Gloria (2008)

Quentin Tarantino es uno de los cineastas más crudos que el cine tiene. Sus películas resaltan por el humor negro que lo caracteriza y las escenas de violencia abierta que muestra en ellas. Pertenecen a lo que se conoce como “el cine de explotación” en el que cineasta crea escenas que incomodan moralmente al espectador y lo obligan a cuestionarse parámetros tradicionales. Bastardos sin gloria ( Inglorious Bastards) no es una excepción; está situada en la Segunda Guerra Mundial y retrata las acciones del comando “Bastardos” una unidad del Ejercito de los Aliados creada para aterrorizar a los nazis.

A ésta pertenece Donny Donowitz “El Oso Judío” un hombre que aterroriza a los nazis torturándolos con su bat de beisbol antes de matarlos. Es el hijo de un barbero que nació en Boston y harto de ver la masacre a judíos en Europa decidió comprar el bat más pesado encontró, lo llenó de firmas de familias judías y se enroló en el ejército americano. Destacando por su brutalidad terminó formando parte de la unidad de “Bastardos. ” Cuando uno ve la película no piensa en los “Bastardos” en sí como villanos, pues combaten a los nazis con el mismo nivel de violencia que éstos usan. Además son carismáticos, alegres y atractivos, sin embargo, el nivel de sadismo que despliegan es bastante crudo y brutal, al punto que es difícil relacionarse con ellos como héroes. Esa zona gris donde se paran vuelve a Donny Donowitz parte de nuestra lista.

Miranda Priestly. El diablo viste a la moda (libro 2003)

Todo mundo vio la película de El diablo viste a la moda (The Devil Wears Prada) en el 2006, sin embargo, no todos saben que hay un libro con el mismo título. En éste la escritora del mismo y todos los personajes principales (Andrea, su novio, su familia y Miranda) son judíos. El libro trata sobre la historia de Andrea Sach, una joven graduada de la universidad de Brown que sueña con ser escritora para el New Yorker toma un trabajo como asistente en la revista Runaway una de las revistas más reconocidas en el mundo sobre moda. Su jefa Miranda la maltrata y explota en el trabajo. Andrea aprende mucho, crece bastante en el tema laboral, pero al precio de su salud emocional, de su noviazgo, sus amistades y relaciones familiares. Al final aunque Miranda le ofrece ayudarla a conseguir el trabajo con el que sueña, Andrea, renuncia por el miedo a convertirse en una persona como Miranda.

El libro está lleno de detalles sobre como funciona el mundo de la moda y se dice que retrata la experiencia personal que la autora tuvo al trabajar con Anna Wintour, editora de la revista Vogue. Sin embargo, los personajes adquieren de una identidad nueva al ser encarnados a través de detalles judíos. Miranda es una mujer que creció en la ortodoxia judía, compartiendo la comida con 11 hermanos; abandonó ese mundo y se convirtió en una mujer altamente exitosa y competitiva, una de las mejores en su trabajo y rama. Aunque es una anti heroína y su vileza resalta en el ambiente laboral, convirtiéndola en una especie de Cruela de Vil judía, es una mujer muy fuerte y como personaje judío eso la vuelve muy interesante.

Magneto. X-Men: primera generación (2011)

A la lo largo de toda la saga de X-Men tenemos contacto con Magneto, el anti-heroe que constantemente pone en riesgo la vida de los X-Men y quienes los rodean. Al igual que Xavier busca cambiar el mundo para que los mutantes sean aceptados en la sociedad, sin embargo, los métodos que usa son radicalmente distintos, pues no tiene quiere hacerlo a través del poder y la fuerza y no tiene problema alguno en matar personas para llegar a sus fines. Es un personaje muy interesante que constantemente cuestiona la moral del profesor Xavier, piensa que los mutantes jamás serán respetados entre los humanos “normales” si no se defienden con fuerza, y justamente pregunta por qué deberían esconderse, avergonzarse de quienes son. En la película de X-Men: primera generación nos muestran su pasado judío y cómo éste está íntimamente ligado a la forma en que descubrió su poder: su madre es asesinada frente a sus ojos en un campo de concentración y la ira que siente despierta su fuerza. Desde entonces Magneto jamás se separará de la idea de venganza, ni del rencor. La ira controlada y el dolor es lo que le da fuerza a su poder.

Shylock. El mercader de Venecia (s XVI)

Sin duda éste es el villano judío más controvertido de todos los tiempos. Gracias al a este personaje Shakespeare ha sido juzgado y acusado de antisemitismo innumerables veces. Sin embargo, El mercader de Venecia sigue siendo una de las obras más importantes de la literatura mundial. Muchos críticos han defendido la moralidad de la obra en el contexto de su época, la construcción del argumento en la misma y otros escritos del autor. Incluso durante mucho tiempo se vio al escrito como un reclamo a las injusticias que aislaban a los judíos del mundo. En muchas de sus obras, Shakespeare juega con los estereotipos de su época para darle voz a ideas que en su momento eran sumamente controvertidos; así el moro, el bastardo, la “mujer malvada” y en este caso el judío, aunque villanos, señalan las opresiones que viven al estar envueltos en un sistema político, social y económico que los aliena y los vuelve extranjeros.

En el Mercader de Venecia Shylock encarna el estereotipo del judío usurero. Presta dinero a Antonio y pone como condición que en caso de que el deudor incumpla con su pago deberá dar una libra de su propia carne al prestamista (algo que sin duda mataría al deudor). Antonio acepta el riesgo y al perder sus navíos se envuelto en un problema legal con Shylock, quien en un hambre de venganza exige a toda costa la carne del deudor. Al final el juicio se declina en favor de Antonio y para mala fortuna de Shylock incluso los jueces castigan al prestador por atentar contra la vida del deudor, el castigo que le imponen es sumamente cruel: obligan a Shylock a convertirse al cristianismo y lo privan de sus posesiones. Al final pierde su casa, su hija, su fe y el poder estar cerca de la gente con la que creció, pide al juez que mejor tome su vida en vez de obligarlo a vivir en esas condiciones.

La obra señala la alienación que viven los judíos de la sociedad veneciana y las incongruencias dentro del sistema legal que protege sólo a ciertos ciudadanos y oprime a quienes pertenecen a grupos minoritarios. También es un cuestionamiento sobre la ley, la fe y la compasión, en un contexto cristiano, muestra como los individuos de una sociedad que promulga el perdón es incapaz de perdonar ella misma. Resalta la hipocresía de quien pretende pertenecer a un grupo que se asume como superior y empuja a los demás a asimilarse, cuando ellos mismos son incapaces de cumplir con los estándares que exigen. Aunque la obra se asume y se clasifica como una comedia ha sido entendida por muchos críticos como una tragedia por el destino que Shylock sufre. En su libro Lectures on Shakespeare W.H. Auden hizo un análisis extenso sobre esta obra, inicia reconociendo el peligro constante a que se fomente el antisemitismo a través del estereotipo que retrata, pero analiza los diálogos y defiende el carácter moral de la obra.

Mordechai Jefferson. The Hebrew Hammer

En esta película de Johnathan Kesselman, “el vengador judío” en realidad es presentado como un héroe que protege a los judíos del barrio y salva a Janucá de ser aniquilada por un Santa Claus malvado. Decidí ponerlo en esta lista por su actitud ruda y rebelde que lo caracteriza. La película lo presenta como una especie de gángster que se dedica a fortalecer la identidad judía por dondequiera que va. Su impulso nace de haber sido rechazado y discriminado de niño al ser el único judío en la escuela pública marcadamente cristiana. La película se burla de todos los estereotipos que puedan existir tanto de judíos como cristianos y las formas culturales de crear identidad entre los grupos. Desde su atuendo hasta su forma de hablar es una especie de burla y homenaje al judío neoyorquino que se desarrolló como figura a mediados del siglo. Su frase “Shabat Shalom Motherfuckers” que dice antes de exterminar un grupo de neonazis en un club es una de las escenas que volvió más famosa la película.