Enlace Judío México e Israel- Yosef Mengele era un hombre preparado, no solo estudió medicina y filosofía en la Universidad de Múnich, también obtuvo su doctorado en antropología. A finales de la década de los 30 se sumó al partido nazi, completamente identificado con su nacionalismo y con su ideología.

La Segunda Guerra Mundial estalló en 1939 y Mengele se convirtió en médico militar. Tres años y medio después pidió su traslado al campo de concentración de Auschwitz, y la enorme cantidad de prisioneros que ahí encontró, significó para el médico recién llegado un festín para realizar sus terribles experimentos humanos.

Desde el momento en el que se integró, Mengele se dio a la tarea de elegir a todos los prisioneros que llegaban al campo de concentración. Con una simple seña, y sin el mínimo esfuerzo, Mengele indicaba quien estaba en condiciones de trabajar y quien debía ser inmediatamente enviado a las cámaras de gas, De este modo, eran enviados a la muerte niños, bebés, mujeres embarazadas y personas de la tercera edad; una tarea cruel que Mengele realizó cientos de veces sin ninguna piedad.

Experimentos médicos sobre humanos

La crueldad continuaba en el pabellón 10, donde Mengele sometía a los prisioneros a los más terribles experimentos médicos. Un prisionero judío fue sometido a una cámara de baja presión, para luego abrir su cerebro y ver las lesiones que había provocado el experimento.

Amputaciones de extremidades, inyecciones de bacterias para infectar la sangre, cocer vaginalmente a las mujeres embarazadas para cerrar su canal de parto, inyectar tinta en los ojos para investigar si estos cambian de color, inyecciones de cloroformo en el corazón…

También: someter a un prisionero a presión sumamente alta o baja para investigar la presión que ojos, oídos y pulmones pueden soportar, cirugías sin anestesia, infección intencional de heridas abiertas, falta de alimento a bebés recién nacidos…

Solo una muestra de la inhumanidad de un monstruo llamado Yosef Mengele.


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