Enlace Judío México e Israel –Después de tres años en los que el público israelí debió lidiar con una constante inestabilidad económica y social debido – entre otras circunstancias a la ausencia de un presupuesto capaz de racionalizar y disciplinar el gasto público- se está gestando en el país un inquietante escenario.

Sin duda, las ásperas palabras que representantes en la Knesset intercambian desde hace varias semanas sobre múltiples temas acentúan las dificultades.

Por añadidura, enojosas experiencias en trenes y carreteras abrumados por multitudes, el ascenso de la violencia en la minoría árabe y beduina en el país, las repetidas agresiones a ciudadanos que prefieren escoger libremente su identidad sexual, y, por añadidura, los gritos altisonantes tanto en manifestaciones públicas como en el recinto parlamentario – son espacios y actores que trastornan la estabilidad del país.

Escenarios que explican – entre otros asuntos – las críticas a los partidos políticos, la rápida elevación de los costos de las viviendas, la fragmentación de los servicios hospitalarios, y, en fin, la áspera y extendida desconfianza respecto a todos los miembros de la Knesset.

Inquietante panorama que hoy exige una significativa enmienda.


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