Enlace Judío – La Knéset aprobó este viernes el presupuesto para 2022, consolidando la estabilidad del gobierno de Bennett-Lapid, informó Haaretz.

El proceso de aprobación del presupuesto 2021-2022 comenzó el martes en tanto que el primer paquete para 2021 fue aprobado en la madrugada del jueves tras una larga sesión nocturna, evitando la caída del gobierno y nuevas elecciones.

El presupuesto para 2021 es de 432,500 millones de shekels (137,800 millones de dólares), que se elevarán a 452,000 millones en 2022.

Miembros de la coalición celebran aprobación del presupuesto
Miembros de la coalición celebran aprobación del presupuesto (Foto: Portavoz de la Knéset)

“Esta noche hemos logrado que Israel vuelva al buen camino”, tuiteó el primer ministro Naftali Bennett tras la votación.

El ministro de Asuntos Exteriores y primer ministro alterno, Yair Lapid, dijo: “Asumimos la responsabilidad. Hemos cumplido la promesa. Hemos aprobado el presupuesto 21-22 para Israel y sus ciudadanos”.

Por su parte, el ministro de Defensa, Benny Gantz, quien tendría que haber sustituido a Benjamín Netanyahu en el gobierno anterior, dijo que esta es una victoria personal. “Me siento inmensamente orgulloso de ser una parte destacada de este gobierno y muy orgulloso de que finalmente hayamos logrado que Israel vuelva a estar en marcha”, expresó.

Netanyahu, que ahora encabeza la oposición, votó accidentalmente con la coalición varias veces durante las sesiones nocturnas.

“Sucede que uno se confunde al votar. Pregunten a cualquiera que haya votado por Bennett”, escribió Netanyahu en Twitter.

Los legisladores de la oposición abandonaron el recinto inmediatamente después de votar en contra del presupuesto, evitando el anuncio de que se había aprobado.

“Lamento que la oposición no haya respetado esta ocasión”, dijo el presidente de la Knéset, Mickey Levy. “Este fue un proceso completamente democrático de un gobierno electo”.

Una de las cláusulas del presupuesto sobre la construcción de aulas, fue anulada y devuelta al Comité de Finanzas de la Knéset para su debate.

Debido a la ausencia de un legislador de la coalición, la cláusula fue anulada con un empate de 59 votos. La diputada de Avodá Emilie Moatti tuiteó después: “Mi error, dormí solo dos horas el día anterior”.

El comité terminó sus deliberaciones, tras lo cual el pleno de la Knéset volvió a reunirse para votar las cláusulas restantes.

El ministro de Finanzas, Avigdor Lieberman, tuiteó después: “La oposición puede seguir tratando. No renunciaremos a un presupuesto adicional para la construcción de aulas. Renunciar a las aulas significa renunciar a la próxima generación del Estado de Israel. La cláusula se someterá a votación nuevamente y la aprobaremos”.

“El presupuesto está repleto de reformas destinadas a ayudar a los segmentos más débiles de la sociedad, a hacer frente al costo de la vida y a crear motores de crecimiento”, indicó el presidente del Comité de Finanzas de la Knéset, diputado Alex Kushnir de Israel Beitenu.

Lieberman dijo que “el hecho de que se haya presentado un presupuesto a los 142 días de formar esta coalición demuestra que hemos estado trabajando”.

La asesora jurídica de la Knéset, la abogada Sagit Afik, señaló que el actual presupuesto es el mayor y más completo que se ha aprobado en los últimos 20 años. Dijo que se habían planteado algunas reservas clave, y por lo tanto había que dar a la oposición el tiempo suficiente para presentarlas.

El presupuesto incluye una amplia gama de reformas para reducir el costo de la vida, suavizar la regulación, reformar el sector agrícola, aumentar la edad de jubilación de las mujeres, aplicar cambios en el sistema bancario, aumentar el presupuesto de educación y mejorar la atención sanitaria, entre otras medidas.

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