Enlace Judío – La historia del judaísmo en México sigue aportando evidencias de su presencia centenaria en el país; es el caso de las Mikves (baños rituales para mujeres) y de los manuscritos judíos de la familia Carvajal.

Se trata de dos importantes testimonios arqueológicos e historiográficos que confluyeron hacia finales del siglo XVII y cuya existencia fue dada a conocer en el foro “500 años de presencia judía en México”, realizado en el Centro Deportivo Israelita el 21 de noviembre del presente año.

Las recién descubiertos Mikves fueron localizados en Juliantla, un pequeño pueblo de apenas unos centenares de habitantes, ubicado en el municipio de Taxco de Alarcón, Estado de Guerrero, zona minera por excelencia e importante productora de plata. Se trata de una construcción rústica donde las mujeres –de acuerdo con una hipótesis- podían realizar una inmersión en un pozo de agua de lluvia como purificación ritual, después de cada periodo menstrual.

Esa tradición judía se cultivó en la clandestinidad durante largo tiempo.

Los manuscritos judíos de la familia Carvajal fueron recuperados de una subasta en Nueva York, en 2017; están escritos en cuatro idiomas (hebreo, latín, portugués y español arcaico). En estos tres manuscritos, el autor, Luis de Carvajal Hermoso, narra la llegada de su familia al país y diversos hechos de su tiempo, así como la persecución que sufrían por parte de la Inquisición, que finalmente lo llevó a la hoguera y a otros de sus consanguíneos, por su fe religiosa.

Los manuscritos  de la familia Carvajal,  primeros textos judíos en América

Los manuscritos estuvieron custodiados en el Archivo General de la Nación, pero a principios del S. XX fueron sustraídos.

Finalmente en 2017 fueron recuperados en una subasta de Nueva York. “Se trata de los primeros manuscritos redactados por un judío en América, y desde ahí estamos frente a una obra de gran importancia”. Son tres pequeños libros, uno de los cuales se titula Memoria y habla de la persecución religiosa contra la familia; los otros dos son religiosos y contienen oraciones, salmos, los diez mandamientos de Moisés, los 13 principios de fe. Son libritos muy pequeños físicamente, con la idea de poder ser ocultados, llegado el caso.

Con la finalidad de darles más proyección, los tres pequeños volúmenes fueron reunidos en uno mayor que se titula Carvajal, publicado por una editorial española e ilustrados con 30 litografías de conocidos artistas, y con la firma de los mismos, de los cuales se editaron solo 200 ejemplares certificados ante notario. El volumen incluye aportaciones de reconocidos académicos. “La obra fue pensada para que pudiera formar parte del patrimonio familiar, pero también bibliotecario y de museos”, expresó la representante editorial.

Las mikves (baños rituales) de “Judiantla”

Sobre el descubrimiento de los baños purificantes, el arqueólogo Diego Martínez, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) cuenta cómo llegó a ese sitio y a valorar la autenticidad del mismo.

“Trabajábamos algo sobre como cómo fue descubierta la Mikve –la instalación-, y cómo se entera la gente de este lugar; luego más a fondo nos metimos a cuestiones históricas: quiénes la construyeron y quienes la estuvieron usando; asimismo, la comunidad que estuvo alrededor de ella para poder acceder a los rituales que se practicaban ahí.”

El arqueólogo cuenta que una vez llegados a Taxco, los lugareños remiten a los visitantes interesados a conocer los Mikve. “Al encontrarme en Taxco, en un congreso trabajando el tema de criptojudíos, la gente sabe que te puede interesar y entonces es como automático que te empujan hacia allá cuando mencionas algo referente a la comunidad judía”.

Fue así como él llegó al sitio arqueológico. “Me empujaron hasta esa comunidad y en años posteriores yo inicié una investigación, con ayuda de mis asesores, el Dr. Pedro Francisco Sánchez y la Dra. Patricia Fournier, que son quienes me ayudan a que esto salga a flote y poder realizar más a fondo esta investigación arqueológica”.

El arqueólogo comenta que la Mikve se compone de dos pozos, uno donde se almacena el agua de lluvia y otro donde entra la mujer a realizar el ritual. “En algún momento el pozo de lluvia fue cubierto, suponemos que por la Inquisición porque presenta una cruz encima; entonces ese pozo que está cubierto fue llamado  la Sinagoga por los lugareños; posteriormente se conoció como el Mikve de mujeres”.

El pozo, continúa Martínez, que está descubierto, que es el mayor, se conocía como Mikve de hombres; y un pequeño caudal, que está al lado, como el Mikve de utensilios, “pero a raíz de esta investigación descubrimos que en realidad todo era parte de una misma Mikve”.

El arqueólogo comentó que muchos cronistas hablaban de Juliantla como un pueblo de judíos, por lo cual algunos ironizaban con el nombre pronunciando “Judiantla”, y ya hay una investigación que especifica más esa información.

Investigación ardua confirma autenticidad de la existencia de mikves

Para sustentar sus aseveraciones el arqueólogo Martínez sostiene que está reforzado con información arqueológica de otros sitios de Brasil o Venezuela, donde también se han hallado Mikves muy similares a estos.

También apunta que recurrieron a fuentes bibliográficas y testimoniales, como el caso de un rabino que les proporcionó un documento explicativo de cómo construir tales instalaciones, con lo cual pudieron inferir que estaban hablando de lo mismo.

El arqueólogo Martínez precisa que trabajó mucho investigando con fuentes testimoniales, documentales y de campo para no dejar dudas. “Eso es lo que se hizo en este trabajo. También es otro tema, porque estuvo muy difícil para nosotros acceder a información de este tipo, porque mucha estaba en hebreo o no existía. Lo que pudimos encontrar fue una especie de manual de un rabino canadiense que envió este mapa a Australia porque allá querían construir una Mikve…. Entonces es muy detallado, dice: puedes construir este o ese”.

Las especificaciones son que el diámetro del pozo es 2.25 metros con un altura aproximada de dos metros; y la profundidad del pozo es de 1.50 metros más un pequeño cárcamo; “así ya vimos que encajan las especificaciones de este manual con las medidas que sugiere”.

La trascendencia del ritual purificante entre los “judíos clandestinos”

Sobre el hallazgo del Mikve en Juliantla, la doctora Silvia Hamui Sutton explica la trascendencia: “Desde su llegada a la Nueva España en el siglo XV y más concretamente en el XVII las mujeres judías se tuvieron que atener a practicar su judaísmo en la intimidad de sus hogares mientras aparentaban ser cristianas a la luz pública”.

De acuerdo con tal enfoque, las Mikves son la constancia de “estas vidas ocultas que se generaron a partir del siglo XV en España y más concretamente en el siglo XVII en la Nueva España”, dijo Hamui Sutton, quien es Presidenta del Comité Académico del Centro de Documentación e Investigación Judío de México.

“Es muy interesante porque las mujeres fungieron como transmisoras de la fe mosaica y en este sentido ellas eran responsables de los rituales, de esta manera de practicar el judaísmo a partir de las circunstancias de represión en las que se encontraban”.

Su fe, sin embargo, “trasciende a partir de ese empeño, de ese proselitismo prohibido que en un momento dado ellas transgreden para poder dar ese legado a generaciones futuras”.

Es una gran aportación –concluye la doctora-porque es una temática que no se ha abordado más ampliamente y “esto es el pretexto para que se investigue mucho más acerca de estas vidas que tuvieron que enfrentar este tipo de persecuciones, este tipo de censuras, y que por supuesto hay que resaltar y reconocer ese empeño por hacer trascender su fe”.

¿Los Carvajal participaron en la construcción de la Mikve de Juliantla?

El común denominador de los Mikve y de los manuscritos es que son testimonios de las vidas ocultas que tuvieron que llevar los judíos de entonces para sobrevivir a la Inquisición. Y una hipótesis es que los Carvajal participaron en la construcción del Mikve.

Finalmente, el arqueólogo señala que el sitio está abierto al público. “La gente tiene acceso en verano; se utiliza como una alberca del pueblo y puedes llegar sin ningún problema. De hecho todos están invitados a visitarlo para que puedan conocer un poco más de la comunidad judía y de la comunidad que se asentó en este territorio a finales del siglo XVII.”

Con las investigaciones realizadas se refuerza, concluye el arqueólogo Martínez, la existencia de la comunidad judía para esas fechas en que se ubican estos sucesos.

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