Ida Rosenthal y Maidenform. Creadora del brasier moderno

Enlace Judío México – Mucho ha cambiado desde las épocas del corset victoriano hasta los cómodos brasieres deportivos de hoy en día y a lo largo de la historia de la moda femenina hubo inventos que fueron cimentando el camino para llegar a hoy en día. Una de las innovaciones más importantes fue la concepción de tallas en los sostenes y el fomento a una figura femenina más definida en la moda. Todo ello se lo debemos a Ida Rosenthal (1886 – 1973) una sastre americana que dejó la Rusia zarista a los dieciocho años para instalarse en Nueva Jersey. Junto con su esposo y una amiga (Edith Frocks) abriría Maidenform, la primer tienda dedicada únicamente a comercializar brasieres y la primer tienda en producirlos masivamente; también serían los primeros en crear tallas estandarizadas y en hacer brasieres exclusivos para embarazos y maternidad. Fueron realmente una pieza clave para que esta prenda se volviera popular en Estados Unidos y el mundo.

Si bien el brasier ya existía como concepto gracias a la prenda creada varios años antes por Caresse Crosby, antes de la Primera Guerra Mundial no había logrado suplantar al corset y era conocido sólo en elites y grupos muy reducidos. Una vez que hubo escasez de metal se impulsó su uso en tiendas departamentales y revistas femeninas, para poder usar el acero en barcos y armamento. Sin embargo, el estilo que estaba en boga era el de las flappers donde se buscaba esconder la figura femenina, más que brasieres, las prendas eran corpiños que aplanaban el pecho de la mujer y le daban una figura recta. Dicha prenda se adecuaba sólo a aquellas que no tenían un busto tan abundante y era sumamente incomodo para mujeres de complexión más robusta.

Ida Rosenthal sentía un especial desagrado por la moda del momento y notaba que la ropa interior del momento en lugar de enaltecer los vestidos que su esposo y ella vendían, afectaban su forma. Por lo cual decidió diseñar y coser ella misma brasieres que complementaran los vestidos, para ello creó varias tallas y formas nuevas de crear y coser distintos tipos de copas. Su objetivo era resaltar la figura femenina en vez de esconderla, regalaba los brasieres con las compras. Pronto notaron que las clientas regresaban por los brasieres antes que por las prendas en venta. Así decidieron crear Maidenform que sería durante décadas una tienda innovadora en la moda femenina.

Max Factor (1872 – 1938). Creador del maquillaje

Industria belleza 2Desde las civilizaciones antiguas el ser humano ha inventado mezclas de pinturas y elementos con los cuales resalta líneas o colores de la cara. Sin embargo, el maquillaje como lo conocemos hoy empezó a existir a principios del siglo XX y en gran medida se lo debemos al invento de Max Factor (Maksymilian Faktorowicz de nacimiento) un judío ruso que huyó del imperio ruso a Estados Unidos para evitar las persecuciones a las que los judíos estaban expuestos.

Llegó a Nueva York con su esposa e hijos en 1904 a sus 28 años. Desde niño había sido asistente de farmacéuticos, cosmetólogos y hacedores de pelucas. Aprendió bien el oficio y fue tan hábil que se convirtió en el principal cosmetólogo y estilista de la familia real, para salir de Rusia lo hizo encubierto por miedo a que el zar no se lo permitiera y tomarán represalias contra él o su familia. Se instaló con familiares y logró abrir un negocio vendiendo productos cosméticos en Nueva York, se hizo muy conocido por las increíbles pelucas que producía. Sin embargo su socio lo transó y robó todo el dinero dejándolo nuevamente en la pobreza.

Factor tuvo que volver a empezar y decidió hacerlo en California pues percibió que creciente industria cinematográfica estaba creando una enorme derrama de dinero. Pronto sus pelucas y peinados se hicieron populares y empezó a ser contratado en muchísimas películas de Hollywood. Sin embargo, lo que verdaderamente lo hizo famoso fue crear una mezcla a base de aceites que permitía maquillar a las estrellas.

Antes de Max Factor no existía el maquillaje como tal, lo que había era las pinturas que comediantes y actores de teatro usaban en escena. Éstas estaban diseñadas para ser vistas a la distancia, eran pastas pesadas, coloridas que se cuarteaban en la cara de los actores y realmente no funcionaban en la pantalla. Max Factor con sus conocimientos logró crear una crema con gradientes y tonos que se aplicaba perfectamente bien a la piel y generaba el efecto deseado. La comercializó, rápidamente se hizo famosa y crearía su propia línea de productos, en la que seguiría innovando; pues también inventó el delineador de ojos y el brillo labial. Aparte de su imperio se convertiría también en el maquillista y estilista personal de los artistas más importantes del momento.

Charles Revson. Creador de Revlon, propulsor del barniz de uñas.

Antes de que existiera el barniz de uñas líquido como hoy lo conocemos la gente solía irse a un salón a pulir sus uñas. Desde Cleopatra hasta ese momento se habían usado distintos tipos de cera o laca que necesitaban ser aplicados por una persona capacitada, tardaban en secarse y requerían de un pulido final. Hasta que Charles Revson (1906 – 1975) junto con Charles Lachmann creo Revlon. La primera marca que produjo el barniz de uñas como lo conocemos hoy.

El producto fue generado por Michelle Menard y perfeccionado por los hermanos Revson. Sin embargo, fue la campaña de Revlon lo que realmente lo volvieron popular entre la gente. Tenían grandes gamas de colores que cambiaban cada temporada, además Charles inventó una estrategia mercadotécnica donde se empezó a comercializar el barniz de uñas junto con un tono de labial correspondiente; haciendo a Revlon el ícono de la moda y el refinamiento.

Helena Rubinstein (1872 – 1965), propulsora de la industria de la belleza

Helena Rubinstein fue de las primeras mujeres empresarias en crear un emporio y vender su imagen como una marca. Su principal logró fue crear una ideología alrededor de la industria de la belleza. Hablaba de la belleza como complementaria a la inteligencia y como una fuerza capaz de liberar a la mujer. Innovó con su marca incluyendo productos como el rímel resistente al agua o el bronceador. Se caracterizó por incluir a la ciencia en la industria; pues siempre incluyó a grandes grupos de dermatólogos, médicos y científicos en su equipo. Fue la primera en clasificar la piel de acuerdo a su naturaleza y necesidad como piel grasa o piel seca, formó la primer escuela para cosmetólogos y fue de las primeras en someter sus productos al escrutinio científico; su criterio era la salud y la higiene.

Migró de Polonia a Melbourne en 1904 inició vendiendo la crema que su madre hacía y pronto abrió el primer salón de belleza en Australia. Poco después viajaría a Europa a vender sus productos y reproducir el esquema de salones. Cuando su marca ya era un emporio sus salones incluían pinturas de los artistas más reconocidos como Modigliani, Miro o Dali.