Enlace Judío México e Israel- ¿Predestinados? ¿ Coincidencia? La amistad entre el Embajador de Marruecos en México, Abdelfattah Lebbar, y el Embajador de Israel, Zvi Tal, data de mucho antes que la normalización de relaciones entre sus respectivos países. En el primer acto oficial al cual asistió Lebbar, tras presentar sus cartas credenciales, buscó sentarse entre la multitud de embajadores que ocupaba el lugar. Y el único lugar disponible era junto al embajador israelí. Se presentaron y el impecable francés que ambos hablan hizo el resto.

Hoy, la amistad de estos dos hombres es un ejemplo para el mundo de cómo países que las circunstancias alejaron pueden volver a trabar cálidas relaciones tanto en el terreno personal y diplomático como económico y comercial.

Lebbar y Tal se han presentado juntos, con el humor que los caracteriza, en la plantación de árboles organizada por KKL México- Embajada de Israel, en los Premios Shimon Peres a la Innovación de ILAN, en un evento de los 500 años de presencia judía en México… Y ha nacido, incluso, la Asociación de los Judíos Marroquíes en México, encabezada por Moisés Amselem Elbaz. También se perfila la inauguración de una sinagoga con el rito judío marroquí en la Ciudad de México.

Encendido de la janukiá en la Embajada de Marruecos

El lunes 6 de diciembre, la cordialidad y la humildad se conjugaron con la fe y el respeto cuando el rabino nacido en Larache, Asher Zrihen, celebró el encendido de la janukiá en la Embajada de Marruecos, a la cual participaron los dos Embajadores, miembros de la Comunidad judeo marroquí y personal de la Embajada.

Zvi Tal explicó que la relación entre ambos diplomáticos “es importante, porque, juntos, damos también un mensaje de convivencia y hermandad” entre ambos países y ambas religiones.

“Este mes, celebraremos un año del acuerdo de paz (entre Israel y Marruecos) que, hay que decirlo, no es un nuevo acuerdo, porque esta fraternidad existe hace decenas de años”.

“2500 años” precisa el embajador Lebbar con una sonrisa, haciendo hincapié en que la presencia judía en Marruecos es, incluso, anterior a la presencia musulmana.

Bendición judía al Rey Mohamed VI

La gran emoción con la que el rabino Zrihen bendijo al Rey Mohamed VI, “ a la familia real, al gobierno marroquí y al pueblo de Marruecos, nuestros hermanos”, fue una demostración de los lazos de afecto que los judíos marroquíes aún conservan hacia su país de origen. El rabino también bendijo a los embajadores y dedicó una plegaria al Estado de Israel.

Los cantos de la fiesta judía de Janucá resonaron en la sede diplomática de Marruecos.

Desafiando todo protocolo, ambos embajadores ofrecieron, ellos mismos, a los asistentes las tradicionales “sufganiyot”, postres típicos de la festividad de Janucá.