MAY SAMRA PARA  ENLACE JUDÍO MÉXICO E ISRAEL- El 4 de octubre el Embajador de Marruecos, Abdelfattah Lebbar, recibió en la Embajada al rabino y constructores de una nueva sinagoga marroquí en México. Dicha institución, Ner Hamaaraví, será inaugurada dentro de unas semanas, y contará con el ritual típico del judaísmo marroquí.

El 4 de octubre el Embajador de Marruecos, Abdelfattah Lebbar, recibió en la Embajada a un grupo de rabinos de origen marroquí, quienes acudieron a anunciar la creación de una nueva sinagoga marroquí en México. Dicha institución, Ner Hamaaraví, será inaugurada dentro de unas semanas, y contará con el ritual típico del judaísmo marroquí.

La reunión fue organizada por Moisés Amselem Elbaz, presidente de la Asociación de Judíos Marroquíes en México y contó con la presencia del Embajador de Israel, Zvi Tal.

La Asociación de Judíos Marroquíes en México

En diciembre 2020, Marruecos e Israel acordaron normalizar relaciones diplomáticas “dados los lazos especiales que lo unen a la comunidad judía de origen marroquí, incluidos los de Israel, en la persona de Su Majestad el Rey Mohamed VI”.  No faltó mucho para que los embajadores de ambos países se pusieran en contacto. A la vez, los rabinos mexicanos de origen marroquí se acercaron a la Embajada de Marruecos y se creó la Asociación de Judíos Marroquíes en México, liderada por Moisés Amselem Elbaz.

La creación de la sinagoga es un paso más en el fortalecimiento de los lazos entre los judíos de origen marroquí y sus tradiciones.

Amselem expresó al Embajador Lebbar: ” Quiero que sepa que, aquí en México, hay un trocito de Marruecos que debemos cuidar y queremos cuidarlo todos, incluyendo el Sr Embajador de Israel”.

Embajadores de Israel y Marruecos en México con Moisés Amselem

Ner Hamaaraví

El Comité  Tefilá Marroquí de México, encargado de la realización de la sinagoga, está presidido por  Isaac Benchimol y Akiba Levy; su vicepresidente es Fortunato Benarroch. Yoseph Bittan funge como administrador, David Pulver como tesorero e Isaac Bittan como gerente. El rabino Moshe Chocron es el rabino de la sinagoga, y lo acompaña el Rab Akiva Perets.

El rabino Chocron, quien ha visitado Marruecos en varias ocasiones, habló del cariño y “respeto especial” que Marruecos tiene a los judíos y en particular a los judíos “que estudian Torá, que están apegados a la religión”.  Mencionó la calidad humana de los marroquíes y su gran amor por el Rey.

Otro momento emotivo se dio cuando el rabino Chocron bendijo al rey de Marruecos, Mohamed VI.

Los judíos y Marruecos: un amor excepcional

El embajador Lebbar abundó acerca del trato que el Reino de Marruecos le da a los judíos: “La ley judía se aplica hasta hoy en Marruecos y la figura del juez  hebreo aún existe” dijo. “De hecho, el Rey es el Comendador de los Creyentes”.

Los Reyes de Marruecos siempre han tenido especial consideración para sus súbditos judíos: el Rey Mohamed V nunca entregó a sus judíos al gobierno de Vichy. Hassan II fue el artesano de la paz y la fomentó entre las dos religiones. Mohamed VI siguió esta línea y hace tiempo está llevando a cabo la “revalorización” de la cultura judía en Marruecos: remodelación y mantenimiento de las sinagogas y de los cementerios judíos.

“También Su Majestad ha tomado la decisión de renovar todos los lugares santos  judíos” dice Lebbar “porque los judíos son parte de nosotros. El amor de los judíos a Marruecos es excepcional. Cuando no teníamos relaciones, los judíos estaban dispuestos a ir a España, dejar su pasaporte, tomar un papelito y trasladarse a Marruecos. Podían ir a Europa, a América, a cualquier parte del mundo, pero elegían Marruecos para ver la tumba de sus abuelos y de sus tzadikim (santos)  y rezar, y tener la relación con su país de origen. Este amor es excepcional y no podemos explicarlo”.

La relación Marruecos – Israel, una relación diferente

“Nuestra relación con Israel es diferente” dice Lebbar. “Es una relación de hermanamiento”.

Zvi Tal está de acuerdo: “Siempre, en mis pláticas, distingo entre la relación con Marruecos y los acuerdos con otros países. El reinado de Marruecos ha contribuido al acercamiento entre Israel y Egipto, así como con otros países de la región”.

La amistad entre personas fomenta la amistad entre pueblos y el caso de Marruecos e Israel no es una excepción. A casi un año del acuerdo, Zvi Tal y Abdelfattah Lebbar son, además de representantes de sus países, entrañables amigos:  ambos son diplomáticos de carrera,  hablan francés y disfrutan la gastronomía internacional.

Uno de los frutos de esta amistad, entre otros proyectos, será traer a México una exposición acerca del judaísmo marroquí.

El árbol milagroso que se enciende pero no se quema

Un gran momento de la reunión fue la mención de  los grandes rabinos marroquíes, entre ellos el Baba Sali,  así como los lugares “santos” del judaísmo marroquí. Entre ellos, Lebbar hizo énfasis en la tumba de  Rabi Amrán Ben Diwan, santo enterrado hace dos siglos bajo un olivo centenario en las cercanías de Ouazan, en las estribaciones del Rif, la cadena montañosa del norte de Marruecos.

La tradición judía dicta que hay que  arrojar velas, una a una, sobre la fogata que, una vez al año,  se enciende encima de su tumba: por cada vela, el creyente formula un deseo. Las llamas van creciendo en intensidad, pero las ramas del olivo centenario sobre la tumba -como lo atestiguó el Embajador marroquí en México- nunca se han quemado ni sus hojas han resultado heridas por el fuego.

Un gran día

“Marruecos es su tierra” dijo el Embajador a los rabinos y miembros del Comité constructor de la sinagoga. “En mi país, nunca perderán su nacionalidad, es una prerrogativa del Rey. Antes, la nacionalidad era dada a los hijos por tener un padre marroquí. Ahora, siguiendo la tradición judía, también se la damos a hijos de madre marroquí”.

Como conclusión, el Embajador Lebbar expresó: “Es un honor y un placer recibir hoy a compatriotas judíos marroquíes, que inaugurarán en pocas semanas la primera sinagoga marroquí en México. Es un gran día para nosotros. Además, estuvo presente el Embajador de Israel, para escuchar y poner a la disposición de nuestros ciudadanos su apoyo y la ayuda necesaria para la sinagoga”.
Y retomó las palabras de Hassan II en Nueva York. “Me da pena cuando un judío sale de Marruecos, pero me alegra saber que tengo ya un gran embajador fuera del país.”
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